Opinión

Alerta en la CRE: los nuevos comisionados

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) es quizá la pieza clave de regulación más relevante del sector energético. Tiene 60 atribuciones, 54 de ellas derivadas de la Reforma Energética de diciembre de 2013, entre las que destacan la de determinar las tarifas eléctricas, vigilar el funcionamiento del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), otorgar permisos de generación de energía eléctrica, autorizar la importación y exportación de electricidad y regular las condiciones técnicas para el funcionamiento del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Por ello, resulta desconcertante que la sustitución de cuatro de los siete comisionados que la integran sea tan “técnicamente desaseada”.

No deja de sorprender que un cargo que debiera ser escogido de una manera pulcra, por la relevancia e importancia que tendrán sus decisiones, sea elegido de entre ternas de candidatos con tal pobreza técnica, al grado de que queda la impresión de ser testigos de la escenificación de una “farsa política”.

Las ternas son postuladas por el Ejecutivo Federal ante la Comisión de Energía del Senado de la República. Presentar a postulantes que “al menos” tengan un perfil decoroso (para ver la pobreza de los aspirantes, consulte los videos de las comparecencias en www.canaldelcongreso.gob.mx) debería ser no sólo un requisito indispensable, sino también una obligación acorde con la investidura de quien los propone.

Lo ocurrido propicia suspicacias. No se sabe si las notorias deficiencias buscan “apuntalar” a alguno de ellos en cada terna; o bien, que el Senado los rechace y entonces el presidente de la República, facultado por el artículo 6 de la Ley de Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética (LORCME), los designe directamente y tenga comisionados a modo que sigan sus instrucciones en el sector energético, facilitando así las estrategias del Ejecutivo Federal de recatapultar tanto a Petróleos Mexicanos (Pemex) como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que han sufrido agudos cambios de timón en estos últimos cinco años a raíz de la aplicación de reformas estructurales en el sector energético.

La postulación de cualquiera de los comisionados de la CRE debiera estar soportada por una trayectoria y experiencia probadas; en forma adicional se les debería aplicar un examen exigente para respaldar que cuentan con una formación sólida, tanto de los aspectos técnico-legales, como con los elementos suficientes para propiciar el desarrollo eficiente de la infraestructura eléctrica del SEN.

El hecho de haber trabajado en Pemex o CFE es a todas luces insuficiente respaldo (e insípido favor) o carta de presentación. Uno de los jóvenes aspirantes era hasta hace pocos días parte del cuerpo de ayudantía “logística” del Ejecutivo Federal. Cuando ello se conoció, el joven aspirante expresó en su “defensa” que había trabajado “mucho tiempo” en Pemex.

A los aspirantes a ser reconocidos como una Unidad de Inspección (UI) y estar facultado para que, en nombre de la CRE, extiendan un certificado del cumplimiento del Código de Red, se les practica y se les exige presentar rigurosos exámenes teóricos y de campo, así como tener experiencia acumulada y comprobada; entonces es incomprensible que un aspirante a ser comisionado de la CRE desconozca qué es un Certificado de Energía Limpia (CEL) y que muestre un celular porque es lo más parecido a lo que le suena. Eso sí: respondió que es “muy honesto” y con eso pretendió justificar su postulación.

Después de haber observado las entrevistas de las cuatro ternas, no hay manera de justificar las postulaciones mencionadas y de no dejar de expresar nuestra consternación.

El detalle de estas postulaciones, como el de muchas otras designaciones (Conacyt, Pemex, etcétera), es que esta situación no fue registrada ni objetada por el equipo de trabajo del Ejecutivo Federal, pues pareciera ser que, como apunta la periodista Denise Dresser, se encuentran “… todos callados, escuchando sin cuestionar, oyendo sin chistar, acatando sin preguntar… En este gobierno no parece haber deliberación; ha sido sustituida por la sumisión. Lo que se aprecia no es la preparación sino la lealtad, lo que se valúa no es el conocimiento sino la afinidad ideológica. La voluntad para no tener voluntad”.

En este sentido, la aparición de contrapesos que equilibren la concentración del poder será una necesidad apremiante.

Por último, no es posible dejar pasar por alto que el próximo 8 de abril de 2019 vencerá el plazo para que los integrantes de la industria eléctrica sujetos al cumplimiento de las disposiciones establecidas en el Código de Red puedan acreditar tal obligación. Estaremos atentos a las acciones de la CRE en estos próximos días, ya que quienes dejen de observar tales disposiciones estarán sujetos a las sanciones establecidas en la Ley de la Industria Eléctrica.
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Víctor M. Rodríguez Reyna
Ingeniero Mecánico Electricista por la UNAM. Diplomado en Administración Pública. Especialista en calidad y ahorro de energía eléctrica industrial, comercial y en el segmento de servicios. Escribe en revistas especializadas del sector eléctrico y HVAC. Miembro de AMERIC, ASHRAE Capítulo CDMX y IEEE. CEO de Capacitores Alpes Technologies.

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