Casos de Éxito

Iluminando México

Diversos proyectos independientes han enfocado sus esfuerzos en llevar energía eléctrica a regiones sin acceso a la red eléctrica nacional. Entre ellos, IluMéxico desarrolló un generador de carga para sistemas fotovoltaicos, instalado ya en 11 estados del país. Pero el objetivo principal es mostrar a los usuarios sus bondades y que lo hagan suyo.

Por Manuel Merelles / fotografías, Bruno Martínez

Con modelos de distribución y servicios innovadores, desarrollo de tecnología mexicana, modelos de participación comunitaria y esquemas de micropagos, IluMéxico ha logrado instalar más de 3 mil sistemas solares fotovoltaicos unifamiliares en 11 estados de la República Mexicana. Así, han brindado a comunidades sin conexión a la red eléctrica nacional acceso a fuentes de energía.

Rodrigo Moreno Pérez, coordinador de Marketing Social y Comunicación de IluMéxico, detalla los alcances, logros y retos superados para consolidar un proyecto que busca, con un esfuerzo conjunto entre comunidades rurales del país, instituciones académicas, gubernamentales e iniciativa privada, llevar iluminación y electricidad a comunidades del país que carecen de suministro.

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Constructor Eléctrico (CE): ¿Qué es IluMéxico?
Rodrigo Moreno Pérez (RMP): IluMéxico es una empresa social que provee servicios de energía eléctrica por generación solar a comunidades rurales y urbanas del país.

CE: ¿Cómo surge el programa?
RMP: La idea del programa surgió en 2009, pero se construyó en 2010. Fue una iniciativa de siete ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y un ingeniero de la Universidad Iberoamericana, quienes creamos el primer programa de sistemas solares de IluMéxico. Nos inscribimos al premio Santander de innovación empresarial, el cual ganamos y nos ofreció los medios para implementar el piloto.

Lo que producimos tecnológicamente es un generador de carga que funciona para sistemas solares. Llevamos a cabo el primer controlador piloto, llamado Prometeo, y lo implementamos en el primer programa piloto en Veracruz, con lo que vimos que el modelo era replicable. Así incrementó nuestro conocimiento y comenzamos a participar en más convocatorias con Gobierno e iniciativa privada.

CE: ¿Cómo funciona el programa?
RMP: El programa tiene cuatro pilares principales. El primero es el desarrollo de tecnología mexicana a partir de Prometeo, que se adapta a sistemas solares; el segundo es la participación comunitaria, en la que trabajamos con la comunidad para explicarles lo que significa la tecnología solar. Uno más es el programa de microcréditos o microfinanciamiento para las comunidades, debido a que nos percatamos de que es muy importante que la gente pague por su sistema, ya que además de que lo hacen suyo, a nosotros, como empresa, operativamente nos funciona mucho mejor.

Este costo es subsidiado; se trata de créditos que se saldan en un año mediante pagos mensuales. El costo es muy bajo, oscila entre 150 y 200 pesos, y el sistema, después de ese tiempo, ya es de ellos. Es decir, están gastando, aproximadamente, lo mismo que destinan para comprar velas, diesel o cualquier medio de iluminación, lo cual puede resultar nocivo, a diferencia de si optan por tecnología solar y focos.

Posterior a los microcréditos, desarrollamos un modelo de servicio y mantenimiento llamado IluCentros: sucursales rurales de IluMéxico. En ellas colaboran personas de las regiones donde se implementan los sistemas, a quienes llamamos ingenieros comunitarios. En dichos lugares se incentiva la formación de empleo, ya que ellos son, también, quienes mejor conocen las zonas y pueden dar servicio y mantenimiento. Si algo está fallando con algún sistema, son capaces de arreglarlo sin ningún problema.

Asimismo, nos encontramos en constante trabajo con la comunidad, lo cual es primordial para nosotros. No se trata únicamente de llegar y darles un sistema; eso no funciona. Es necesario trabajar con ellos, ofrecerles capacitación y dar seguimiento para que la gente vea que estamos ahí.

Por otro lado, realizamos encuestas y modelos, cuyos resultados mostraron que el hecho de que, en una comunidad, los habitantes tengan que recorrer cierta distancia para comprar velas, baterías o conseguir diesel implica un costo, y lo que pierden al no poder trabajar, también. Al considerar lo anterior, la gente comprende que los beneficios del sistema son cuantiosos, al no tener que cubrir esos gastos.

La parte de desarrollo social viene desde explicar qué es el ahorro y qué es un crédito. Se trata de dar a conocer cómo funcionan los modelos y de ofrecer a las comunidades herramientas para que más adelante cuenten con un crédito más grande.

CE: ¿El programa está pensado únicamente para comunidades rurales?
RMP: La meta de IluMéxico es erradicar la pobreza energética y que en 20 años a ninguna vivienda en México le falte luz. Por ese motivo, siempre pensamos en las comunidades rurales; éste es nuestro modelo de créditos, microcréditos, trabajos comunitarios, etcétera. Sin embargo, mientras crecemos, nos percatamos de que también existe una necesidad de ahorro de energía en todas las zonas del país, urbanas o rurales. Por tal motivo, desarrollamos sistemas para viviendas, industrias y empresas.

Nuestro modelo principal y el que nos impulsa es el de las comunidades rurales; aunque con la venta de los sistemas privados grandes se apoya el programa de tales comunidades.

CE: ¿En qué lugares se ha implementado el programa?
RMP: En 11 estados del país. En los que hemos tenido mayor presencia son Veracruz, Guerrero, Campeche, Oaxaca, Chiapas, Querétaro, Baja California Sur, Tabasco, Puebla, Distrito Federal y Quintana Roo.

CE: ¿Por qué eligieron la energía solar entre todas las fuentes de energía renovable?
RMP: Uno de los problemas de llevar energía a las comunidades es que existe una larga distancia entre ellas. Puede haber una comunidad en la que únicamente hay cuatro casas, separadas cada una por 100 metros. Un sistema solar, al ser más pequeño, es más fácil de transportar.

CE: ¿Tienen pensado utilizar otro tipo de generación de energía en el corto plazo?
RMP: Por ahora no. Estamos enfocados en la energía solar.

CE: ¿Tienen contacto con instituciones académicas o gubernamentales?
RMP: Muchísimo. Desde el principio, tanto las instituciones educativas como las gubernamentales han sido muy importantes para IluMéxico. Tenemos trabajos con la UNAM, con la Universidad Iberoamericana, con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, con tecnológicos que nos ayudan a encontrar a los jóvenes que trabajan con nosotros y con la Universidad del Valle de México, con la cual hemos ganado premios, entre otros.

En cuanto al gobierno, en 2011 tuvimos un proyecto bastante grande con la Secretaría de Energía, que al principio fue pensado sólo para Veracruz, pero que con nuestro modelo logramos llevarlo a Guerrero y Campeche. Igualmente, hemos tenido contacto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que nos proporcionó los fondos para desarrollar el controlador de carga.

En México no había un controlador que tuviera las características para cubrir las necesidades de la gente. Cabe destacar que las personas no necesitan la luz a máxima potencia todo el tiempo, por lo que nosotros dotamos de tres intensidades al sistema. De tal manera, cumple las funciones de un controlador y de un dimmer, según lo requieran.

Al mismo tiempo, le agregamos un puerto USB, porque a pesar de que la gente no tiene servicios, su medio de comunicación más inmediato es el teléfono celular. Antes tenían que ir a un centro o a una comunidad cercana para cargar su celular; con el controlador, ya lo pueden hacer desde sus hogares.

Asimismo, hemos tenido contacto con el Instituto de Investigaciones Eléctricas de Cuernavaca y el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol).

Actualmente, con el gobierno de Oaxaca se desarrolla un proyecto que empezó con 104 viviendas, se amplió a 800 y se va a ampliar de nuevo a un total de 3 mil. Igualmente, hemos colaborado con empresas socialmente responsables, como Schneider Electric y Energizer.

A0CE0042075CE: ¿Cómo se financia el programa?
RMP: Al principio fue con muchísimos premios, convocatorias y subsidios, como Sener Iniciativa México, en 2011, en el cual ganamos el cuarto lugar, lo que nos proporcionó cierta solvencia. Desde entonces, en los IluCentros se genera un flujo en el que ofreces servicios a la gente y ella te reditúa. Al mismo tiempo, tenemos inversiones y coinversiones; las principales son coinversiones con el gobierno y las empresas. Por ejemplo, en Oaxaca, el gobierno subsidia parte de la producción de los sistemas y de la operación, mientras que nosotros contribuimos con la parte de desarrollo y logística, con lo que los sistemas disminuyen significativamente sus costos, característica que los hace más accesibles.

CE: ¿Cuáles son los principales retos a los que se han enfrentado durante el desarrollo de IluMéxico?
RMP: Han sido varios; el principal es el financiamiento. Todas las empresas y las start-up siempre van a buscar que en el proyecto no inviertas más de lo que estás recibiendo, es la razón por la cual también mudamos a la parte de inversión.

Nuestra juventud ha sido un factor importante, pero lo fuimos enfrentando y finalmente demostramos que tenemos la capacidad y que podemos lograrlo.

El capital humano también es relevante. Entramos en un círculo en el que necesitamos gente, aunque para contratar gente necesitamos dinero, y para generar dinero necesitamos el capital humano.

La parte del voluntariado ha sido imprescindible, hemos contado con muchos voluntarios de varios países, como Brasil, Alemania, Holanda, Estados Unidos y, por supuesto, México. Ellos son muy proactivos y tienen la gran disposición para ayudar al programa. Programas de servicio social de muchas escuelas también nos han ayudado. La parte de capital humano, en el sentido de encontrar en nuestras sucursales a quienes realmente puedan tener la visión que buscamos, ha sido un reto y un objetivo importante.

Creemos que las habilidades las pueden tener todos; sin embargo, es de vital importancia que sean empáticos, que conozcan del proyecto y que analicen el potencial que tiene determinada zona. Por lo tanto, todo lo anterior ha sido un gran reto y continuamos implementando procesos para que sea más fácil y viable; pero esto sigue en transición.

A0CE0042076CE: ¿Cuáles son las zonas que se han mostrado más receptivas al programa?
RMP: Todas las personas de las comunidades a quienes les hemos explicado los beneficios deben ser los primeros en contar con la apertura para recibir el programa; si esto existe, lo demás es más sencillo. Es imprescindible generar confianza.

Lo cierto es que cada zona cuenta con sus particularidades; por ejemplo, Guerrero es un poco más complicado por las condiciones orográficas que maneja; presenta gran cantidad de montañas, pero la gente ya está tomando consciencia de la necesidad de contar con energía eléctrica en sus regiones. En Campeche, por otro lado, hay mucho sol y los habitantes saben que el sistema les funcionará; no obstante, ahí también nos encontramos con otros problemas, porque en temperaturas tan altas es posible hallar más fallas. En el caso de Chiapas es tema se relaciona más con una cuestión de ideologías que están presentes en diversos grupos de la región. Si comparamos los ambientes rurales con los urbanos, el rural en ocasiones suele ser un poco más receptivo al programa.

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Con tres intensidades, el sistema está pensado para cubrir las necesidades de las actividades de los usuarios

CE: ¿Cómo funciona el controlador de carga y cuáles son sus beneficios?
RMP: Es un controlador de carga, en el cual el panel absorbe la energía solar y la convierte en electricidad. La carga pasa a otro controlador que dirige la electricidad a una batería y a los focos. Al mismo tiempo, el sistema está diseñado para que sea muy visual: tiene focos LED que indican si algo no funciona o si está cargando, lo que ha sido muy benéfico, porque mucha gente en las comunidades no habla español, así que era importante hacer algo para que visualmente pudieran manejarlo y detectar su operación correcta.

Por otra parte, maneja tres intensidades. La primera potencia es al 40 por ciento de iluminación de los focos, lo que, con la batería totalmente cargada, permite aproximadamente 80 horas de luz continua. La segunda potencia es de intensidad media; ésta les durará 10 horas como máximo si se cuenta con la carga total de la batería. Finalmente, se encuentra la potencia total, pensada para utilizarse en la noche para estudiar con los niños, para el trabajo de artesanos o actividades productivas.

La potencia de los focos es de 3 o 6 watts, dependiendo del sistema, y son de luz fría, lo que los hace muy brillantes.

CE: ¿Cuánto tiempo se necesita para cargar completamente la batería?
RMP: Aproximadamente, cinco horas.

CE: ¿Cuáles son las expectativas del proyecto a corto plazo?
RMP: Llevamos aproximadamente 3 mil 500 sistemas; es decir, 18 mil personas ya disfrutan de los beneficios del sistema. Pero en México son 600 mil viviendas las que aún no la tienen, así que reiteramos nuestro objetivo de lograr que en 20 años no exista una sola vivienda que no cuente este servicio.

Tenemos planes de abrir un número mayor de IluCentros, entre 50 y 100 en el mismo lapso de tiempo, así como de generar muchos más empleos. El proyecto continúa creciendo y necesitamos seguir desarrollando los modelos para alcanzar nuestras metas.

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