Columna

Las oportunidades del TLCAN 2.0 para la manufactura

En junio, se llevó a cabo el evento Fastener Fair 2018, en el que ofrecí una conferencia magistral titulada “TLCAN 2.0: Oportunidades para todos”. En ella hablé de los posibles escenarios para México ante la nueva versión de uno de los tratados comerciales más importantes en la región, pues, realmente, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) implica una representación de una región trinacional con tantas dimensiones que va más allá del comercio entre tres países: tiene que ver con la forma de vida, la cultura, la educación y con muchas otras cosas más.

En este sentido, el TLCAN es sumamente benéfico para todas las naciones involucradas; sin embargo, el gran desafío en términos de la renegociación es que los interesados logren ponerse de acuerdo en los temas más importantes.

Igualmente, es clave que, en México, los negociadores digan qué estamos dispuestos a aceptar por parte de Estados Unidos y qué no, lo mismo para Canadá. Eso va a permitir un avance más rápido.

Otro desafío muy interesante y positivo es el sector digital. Cuando se creó el TLCAN, a principios de los 90, no existía el internet tal como lo conocemos y no había un comercio en línea tan importante.

En este punto es posible lograr acuerdos positivos para todos los países, puesto que entrar a una página de internet que vende cualquier cosa en Canadá, pedirlo y que llegué a México en dos o tres días es algo muy favorecedor y, a su vez, son las condiciones que el TLCAN ha creado.

Después están los desafíos externos, y que realmente son desafíos políticos que observo en dos planos. El primero es la situación política posterior de las elecciones, en la cual podría suscitarse un choque con la visión de Estados Unidos.

Éste es el segundo plano al que hago referencia, y en el cual hay un discurso por parte del presidente de EEUU en contra del TLCAN. Pero, al mismo tiempo, parte de su administración ve la necesidad de continuar con él, ya que afectaría a muchos sectores de todos los países participantes.

Ante la renegociación, las manufactureras mexicanas seguirán como hasta ahora, lo que responde, esencialmente, a que la manufactura de la región está en el territorio nacional.

Aunque, si surgiera un desacuerdo en las negociaciones y no existiera ya un tratado entre México, EEUU y Canadá, tendríamos la premura de empezar a buscar otros socios comerciales que quizás ya les están comprando a países manufactureros como China, por ejemplo.

Fundamentalmente, se vería una crisis en la manufactura mexicana; a pesar de ello, el comercio internacional no terminaría, habría un periodo de ajuste y un escenario en el que se tendría que actuar para proteger a ese sector.

Afortunadamente, México ha establecido acuerdos con la Unión Europea y otro muy importante con Japón, además de que es parte del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC).

Sin duda, voltear a diferentes partes del mundo y establecer acuerdos donde no los hay sería positivo, pero también aprovechar los que ya existen, que se crearon en la primera década de los 2000 y pareciera que han quedado en el olvido. Es necesario reactivarlos y verlos como un medio por el cual México salga adelante, con o sin el TLCAN.

 

Sebastián de Lara
Internacionalista del ITAM, con amplia experiencia en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue secretario de la delegación de México ante la Cumbre de la Sociedad de la Información y presidente del Foro de la Juventud para Cambio Climático de la COP16. Actualmente es socio de The Back Room, presidente del Consejo de Waterrower MX, representante de NXT Energy Solutions y socio director de NAVPOL (Navegación Política).

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