Columna

Mapas de Ruta Tecnológica de energías renovables

La Ley de Transición Energética (LTE), que entró en vigor desde diciembre de 2015, define los instrumentos de planeación de la política nacional de energía en materia de fuentes limpias y eficiencia energética, pero también formaliza la creación de los Centros Mexicanos de Innovación en Energías Limpias (CEMIE).

El objetivo de estos centros es promover la investigación y el desarrollo de tecnologías de energías limpias, así como construir capacidades en estas materias en la comunidad científica del país. La LTE también indica que los CEMIE deberán desarrollar, proponer e implementar “Hojas de Ruta (…) que permitan el óptimo aprovechamiento de las fuentes de Energías Limpias disponibles en el territorio nacional”.

Por ello, la Secretaría de Energía (Sener), a través del Fondo de Sustentabilidad Energética, ha preparado los llamados Mapas de Ruta Tecnológica (MRT) para distintas tecnologías renovables, habiendo publicado a la fecha los del biodiésel, biocombustibles sólidos, bioetanol, energía del océano, solar fotovoltaica, solar térmica, eólica y geotérmica. Estos mapas pueden consultarse y descargarse del portal oficial de la Sener.

En particular, el propósito del MRT geotérmico es identificar los principales obstáculos para el uso sustentable de la energía geotérmica en México de ahora hasta 2030, de tal manera que se pueda utilizar como un instrumento para definir proyectos y políticas para su mejor aprovechamiento.

La visión del documento es aumentar la capacidad geotermoeléctrica instalada en el país en unos 750 MW adicionales para ese año, lo que representa un incremento de alrededor de 75 por ciento con respecto a los 980 MW actuales. Lo anterior es resultado del consenso entre reputados especialistas en la geotermia, provenientes de la comunidad académica, el desarrollo tecnológico, la industria y el gobierno, alcanzado en una serie de talleres realizados en junio y julio de 2016.

El MRT en geotermia incluye también diversas acciones estratégicas y actividades específicas, actores relevantes y plazos estimados para ejecutarlas, con el fin de instalar 750 MW en los poco más de 12 años que restan para llegar a 2030.

Esto, sin duda, es todo un reto para la Comisión Federal de Electricidad y para el resto de la industria geotérmica nacional, si se considera que la capacidad geotermoeléctrica de México se fue construyendo poco a poco a lo largo de 45 años, desde que en abril de 1973 se instalaron las primeras dos unidades en el campo de Cerro Prieto, en Baja California.

Es decir, el país pasó de casi cero a 980 MW en 45 años, pero la meta ahora es pasar de esos 980 a unos 1 mil 730 MW en menos de la tercera parte de ese lapso. Por supuesto, no es una meta imposible, sobre todo si se considera que Turquía ha logrado sextuplicar su capacidad geotermoeléctrica en sólo cuatro años, al pasar de 167 MW en 2014 a poco más de 1 mil a la fecha.

 

Luis Carlos Gutiérrez Negrín
Ingeniero geólogo egresado de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del IPN, con más de 30 años de experiencia en el tema de la geotermia. Trabajó en la Gerencia de Proyectos Geotermoeléctricos de la CFE. Actualmente es director de Geocónsul, S.A. de C.V., coordinador de Difusión y Negocios del CeMIE-Geo, miembro del Grupo Director del Proyecto GEMex y editor de IGA News.

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