Con las redes inteligentes nace un nuevo mercado
Ciertas empresas han sorprendido a sus respectivos sectores con negocios revolucionarios, capaces de prescindir de activos propios y de gestionar oferta y demanda para responder de forma expedita. Esto ha sido posible gracias a las tecnologías de la información. La aparición de esquemas similares se avecina en el sector eléctrico, con el crecimiento de la microgeneración y la consolidación de las redes inteligentes
Por Christopher García
Las tecnologías de la información han revolucionado el mundo. Sus posibilidades cambiaron la forma de transmitir y obtener datos, de hacer negocios y de interactuar entre productores y consumidores. ¿La clave? Sencillez en la obtención de grandes cantidades de información en tiempo real, lo cual se ha convertido en uno de los pilares de la vida y de la dinámica económica actual.
Algunas empresas han aprovechado estas posibilidades para desarrollar negocios exitosos, ofreciendo servicios en su ramo particular, a precios competitivos y cuando el usuario los necesita, con un modelo basado en ofertas de oportunidad, a las que el usuario puede responder al instante. Con ello, el mercado se ha transformado radicalmente.
La aparición de modelos equivalentes se perfila en el sector de la energía, según afirma José Gaviria, presidente y CEO de PrimeStone, empresa colombiana dedicada al desarrollo de software para smart grid, con presencia en 27 países y más de 300 clientes en este mercado. A su juicio, esto se debe a las posibilidades que ofrecen las redes inteligentes.
Evolucionar hacia redes inteligentes en la distribución y la transmisión eléctrica, con la automatización inicial de la medición (smart metering), hasta llegar a los consumidores finales, es una tendencia mundial. “Esa automatización, así como la aparición de fuentes de energía renovable, está haciendo un sistema eléctrico que va a permitir nuevas ofertas en el sector de energía, nuevas posibilidades de intercambio entre pares”, afirma Gaviria.
La autogeneración en la industria, que ya está llegando a los usuarios residenciales, permite que, con paneles solares, por ejemplo, se genere energía para consumir en sitio, pero también se entregue para consumo de otros usuarios. “Entonces, el modelo que se prevé que seguirá el mundo en los próximos 10 años es similar al que ha impactado con esquemas como Uber o Airbnb, donde hay activos productivos en el ambiente en el que se encuentran”.
Estas empresas han aprovechado las tecnologías de la información para gestionar oferta y demanda y ofrecer soluciones basadas en la dinámica entre ambas variables, sin contar necesariamente con activos propios. Al disponer de información inmediata sobre el comportamiento del tránsito en las ciudades, en el caso de Uber, se cuenta con la posibilidad de ajustar la oferta al nivel de la demanda, variando tarifas e incrementando la cantidad de activos en servicio.
“En el caso del sector de energía, si yo tengo un panel solar, puedo venderle energía a mi vecino; en un caso más real actualmente, la industria tiene autogeneración y puede no consumir toda la capacidad que montó, entonces puede ofrecerla a otras industrias”, explica el CEO de PrimeStone.
La red inteligente crea economía
Más allá de los beneficios para reducción de pérdidas, detección de fallas y prevención de fraudes que ofrecen las redes inteligentes y que han fungido como detonador en México y otros países, es en términos de mercado donde sus ventajas se potencian.
Dotar de inteligencia a la red es un primer paso e implica la transformación del sistema eléctrico, para permitir que los crecientes activos de generación puedan ser compartidos en un intercambio por los usuarios. “Para que ese intercambio se dé, se requiere que la red adquiera inteligencia y que la red de distribución permita bidireccionalidades. Smart grid se trata de eso: de un impacto grande en la red de distribución eléctrica, haciéndola más inteligente y permitiendo ese intercambio entre pares”, asegura.
Asimismo, añade que los esquemas regulatorios deben evolucionar para permitir la interacción entre los participantes del mercado. “En el mundo viene evolucionando mucho el tema de la regulación, y México no es la excepción. Vienen cambios muy grandes en la CFE, nacen agentes reguladores más empoderados. La evolución debe permitir la aparición de diferentes actores y que aparezcan los comercializadores, como ente importante, los autogeneradores y los generadores independientes, y que puedan hacer uso de la distribución y de la transmisión, que son recursos monopólicos del país”, destaca Gaviria.
En este sentido, “el país debe poner esos recursos al servicio de un mercado más abierto. Eso crea riqueza, crea mercado, crea una economía. Las regulaciones deben permitir la aparición de ese mercado. En la medida en que eso suceda, habrá enriquecimiento del mercado de energía y generará un sector económico mucho más dinámico”, añade.
A pesar de que en México la transición hacia las redes inteligentes es un tema relativamente nuevo, José Gaviria asegura que se ha asumido con mucha decisión y opina que el país se colocará rápidamente a la cabeza de los mercados de smart grid.
En este sentido, que la medición sea inteligente es el punto de partida para poder tener intercambio de energía, para tener energía bidireccional, para entender los consumos, para hacer ofertas de energía por picos, por valles, para entender la calidad de energía que se está entregando, para disminuir las pérdidas”
Pero la red inteligente no puede considerarse como la respuesta a todos los problemas; en sí, se trata sólo de una herramienta. El resultado depende de lo se realice con ella, si bien las aplicaciones son de posibilidades muy grandes. Por ejemplo, describe Gaviria, “en California, uno de los estados más avanzados en este tema, uno puede ver cómo los consumidores tienen posibilidades con la smart grid de la siguiente manera: la compañía eléctrica ofrece, en ciertos picos y valles de energía, la posibilidad de que los consumidores tengan un retorno monetario si consumen un nivel de energía X o Y; en otras palabras, la compañía suministradora les devuelve dinero por mantenerse en un nivel mínimo para poder ofertar esa energía en otro sitio”.
Por ello, vislumbra posibilidades infinitas alrededor del comercio real y de lo que una red inteligente puede ofrecer como información al mundo. “Es un tema económico importante, porque en la medida en que se quieran disminuir los niveles de pérdida en siquiera un punto, es una cantidad de energía importante, con lo que se convierte, además de en un valor económico, en un valor ambiental, pues estamos haciendo un uso más eficiente de la energía”.
Destaca que aunque el mayor impacto es sobre las pérdidas y sobre el uso racional de los recursos, “porque ya sé cómo consumo, dónde están mis mayores fuentes y puedo administrar mi demanda y mi oferta”, los jugadores pueden administrar y entender bien sus consumos, al tener información en tiempo real y tomar acciones. “Al tener la medida y patrones de consumo, se pueden ofrecer portales de información para que el usuario entienda cómo y dónde consume, cuáles son los momentos en los que más consume para disminuir y hacer planes para usar sus recursos de manera eficiente”.
Todo ello impacta directamente sobre los compromisos que las naciones han adquirido en términos ambientales y de transición hacia fuentes de energía optimizadas, de los cuales México no está exento. “El mundo, como vimos en la pasada cumbre de París, tiene que ir hacia generar energía verde, energía amigable con el medioambiente. Eso está generando muchos proyectos de autogeneración de energía, tanto en las industrias como en los hogares. El uso racional de la energía es imperativo en este momento para la humanidad. Tener una red inteligente va a permitir utilizar de manera eficiente esos recursos y vamos a tener muchos activos de energía dispersos”, pronostica Gaviria.
A su juicio, México tiene una economía enorme, cuya importancia es mayúscula en el mundo, y su acercamiento a la smart grid es indispensable para el uso eficiente de todos los recursos, tanto de la demanda como de la oferta. “En su oferta está rápidamente cambiando hacia las energías verdes. El presidente Peña Nieto lo dijo en la pasada cumbre de París: México tiene retos importantes para ir hacia las energías verdes en los próximos años y lo va a hacer. La oferta de energía en México, sobre todo en lo que respecta a la eólica, está cambiando la oferta radicalmente”.
Pero insiste en que ciertos aspectos de la smart grid generarán actores diferentes en el mercado e, incluso, mercados. Pone como ejemplo los centros de medición que ofrecen sus servicios a diferentes agentes del mercado en economías más avanzadas. “La smart grid va a ser un medio para la aparición de modelos de negocio diferentes. Uno muy claro es la gestión de la medición”.
Llegar a estos esquemas no parece tan lejano. Con la transformación del mercado eléctrico mexicano y su apertura a la participación de la iniciativa privada en cada proceso, la aparición de entes enfocados en la gestión del consumo tardará muy poco en suceder, si bien el proceso implica la consecución de ciertos objetivos.
Para Gaviria, el mundo tiene posibilidades infinitas al contar con información, donde la smart grid es un medio para capturar mayor valor. “México, por el tamaño de su economía, por los recursos energéticos que tiene, por su demanda energética interna, está llamado a convertirse en un mercado con posibilidades importantes en el tema de las redes inteligentes”.
Riesgos de las redes inteligentes
Las tecnologías de información y comunicación (TIC) conllevan distintos tipos de retos. En términos operativos, el principal se vincula con la seguridad en el manejo de información y protección de datos, para garantizar la confidencialidad del usuario.
No obstante, se tiene una ventaja, acota el CEO de PrimeStone: “como internet ya es maduro y ya conocemos su impacto, no será nuevo para los usuarios absorber este tipo de tecnologías, porque son parte de nuestra vida diaria”.
Respecto de la infraestructura para garantizar la disponibilidad de la información, se sabe que debe crecer a la par que crecen las necesidades. “El manejo de la red inteligente va a implicar la aparición de centros de datos confiables y robustos, que habrán de manejar información importante del día a día y que deberá ser tratada como de misión crítica. Entonces, los puntos por reforzar son los centros de datos y las redes de telecomunicación y, por supuesto, los medidores inteligentes”, advierte.