México avanza en la descarbonización del sector
Un número creciente de países está llevando a cabo acciones para hacer sus sistemas de energía más sostenibles, ya que, en los próximos años, la demanda mundial de electricidad continuará aumentando
Por Redacción, con información de Sener y Siemens
La generación de energía a nivel mundial produce cerca de 30 por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Ante esta problemática, destacó recientemente la multinacional Siemens, varios países avanzan en su “descarbonización”, México entre ellos, luego de la Reforma Energética.
Como muestra de ello, José Miguel Macho, vicepresidente de Energía y Gas de Siemens México, afirmó que “el país está experimentando cambios en la forma en que genera energía”.
Durante el Foro Internacional de Talento y Energía, celebrado en Coahuila en noviembre de 2017, el directivo subrayó que la “descarbonización económica” es un concepto que requiere un sistema integrado, óptimo en lo económico, seguro para el suministro y sostenible.
El vicepresidente mencionó que, en primer lugar, es necesaria una columna vertebral de generación estable, que será proporcionada por los combustibles fósiles en las próximas décadas. Aquí, las centrales de gas reemplazarán a las plantas de carbón, pues las plantas de gas producen mucho menos CO2 y también pueden funcionar con mucha más flexibilidad.
“Las centrales eléctricas de gas se utilizan cada vez más para compensar las renovaciones variables de entrada y para mantener la estabilidad en el sistema. Por ello, un segundo punto es que el desarrollo de las renovables se acelerará aún más, en parte porque las tecnologías se han vuelto más competitivas en los últimos años y serán todavía más baratas en un futuro, gracias a las innovaciones y la industrialización”, aseguró José Miguel Macho.
El directivo agregó que “los expertos indican que, hasta el año 2040, casi las tres cuartas partes de todas las inversiones en el sector energético serán en fuentes renovables, tendencia que será impulsada en parte por los costos de tecnología que descenderán hasta 60 por ciento”.
Por último, un tercer aspecto decisivo para la “descarbonización” es la gestión de la transmisión y distribución de energía, pues la red eléctrica se convertirá en el elemento esencial que gestione tanto la generación como el consumo.
Acuerdos para dar pasos firmes
En el marco de la reunión trilateral de ministros de energía de Norteamérica, realizada también en noviembre de 2017, el Secretario de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell, anunció el lanzamiento de la convocatoria para la creación del Centro Mexicano de Captura, Uso y Almacenamiento de Dióxido de Carbono o CO2 (Cemccus), en coordinación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El Cemccus será un centro que permita la vinculación y colaboración de entidades del gobierno, la academia y la industria, tanto nacional como internacional, con el propósito de promover el trabajo conjunto en la conformación de una visión a largo plazo, basada en el desarrollo e innovación tecnológica que permita a México “descarbonizar” su sector eléctrico e industria.
El gobierno federal financiará la creación de este Centro, mismo que realizará trabajos de investigación e innovación tecnológica, desarrollo de capacidades, estudios técnicos y financieros, así como la construcción y operación de una planta piloto de captura de CO2 en la Central Termoeléctrica de Poza Rica.
Es así que el lanzamiento de esta convocatoria representa un importante paso en el cumplimiento de los acuerdos del país ante la Conferencia de las Partes en Materia de Cambio Climático. México fue uno de los primeros en refrendar el cumplimiento del Acuerdo de París y es partícipe de diversas iniciativas internacionales enfocadas en la mitigación del cambio climático.
La Convocatoria está abierta desde diciembre pasado para la recepción de propuestas en la página del Conacyt, y se estima que el Centro iniciará sus operaciones durante abril de 2018.
Tecnología de Captura, Uso y Almacenamiento de CO2
También llamada CCUS, por sus siglas en inglés, se trata de la única tecnología disponible, actualmente, para lograr la reducción de emisiones provenientes de procesos industriales que usan combustibles fósiles, como son la generación de electricidad convencional, petroquímicas, siderúrgicas, refinerías, entre otras.
A su vez, tiene como propósito la reducción de las emisiones de dióxido de carbono generadas por dichas industrias, para evitar que estos gases sean liberados a la atmósfera, pues en altas concentraciones causan impactos adversos en el ambiente.
En general, consiste en una serie de procesos que inician con la captura y separación del CO2 de los gases de combustión; posteriormente es comprimido y transportado por medio de pipas o ductos hasta sitios geológicos que han sido identificados como seguros para contener y almacenar de manera permanente el gas en los poros de las rocas, a más de mil metros de profundidad. O bien, es inyectado en yacimientos petroleros donde es utilizado para mejorar los factores de recuperación de aceite y/o gas cuando los campos se encuentran en una etapa madura; otros usos y conversión del CO2 también pueden incluir la fabricación de diversos materiales y plásticos.