Gestión de activos en el sector de las renovables
Con la integración del Internet de las Cosas, el análisis del Big Data y una infraestructura digital sólida en la nube, hoy en día es posible integrar y representar todos los datos técnicos y financieros de los parques energéticos
Por Redacción
El contexto actual de cambio climático, aunado al aumento de la competencia dentro del mercado de las renovables, obliga a los inversores del sector energético a desarrollar nuevas formas para incrementar la eficiencia en la producción y el consumo de energía, limitando el uso de las fuentes fósiles y reduciendo los precios a lo largo de toda la cadena de valor agregado.
De acuerdo con cifras dadas a conocer por Kaiserwetter, empresa dedicada a la gestión integral de activos de parques eólicos y solares, las energías renovables registraron en el último año un avance de 24.5 por ciento en la producción de electricidad en todo el mundo.
En este escenario, China es el mayor negociante, con el 32 por ciento del total, seguido de Estados Unidos (19 por ciento), Reino Unido (10 por ciento), Japón (6 por ciento) y Alemania (5 por ciento). Lo más importante es que esta energía se generó a un costo mucho más bajo, en comparación al año anterior.
En el caso de México, como detalla el Reporte de Avance de Energías Limpias de la Secretaría de Energía (Sener), al cierre del primer semestre de 2017, el país generó el 20.82 por ciento de su electricidad mediante fuentes limpias. Al 30 de junio de 2017, la generación alcanzó 33 mil 274.31 GWh, lo que refleja un crecimiento del 8.79 por ciento con respecto al primer semestre de 2016.
Sin embargo, tal como señalan diversos estudios, la digitalización es clave para la transición energética hacía las renovables, así como para garantizar el alcance de energía segura y sostenible a todos los países y mercados.
“México y Estados Unidos son dos naciones con mucho avance en energías renovables. En términos de infraestructura, hay más participación por parte de los fondos de entidades como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y fondos privados. Especialmente, creemos que México comienza a mostrar una dinámica muy atractiva, por eso buscamos ir de la mano de plataformas que nos permitan realizar la supervisión de los activos y conocer cómo optimizar la gestión de las empresas del sector”, asegura Rodrigo Villamizar, director de estrategia en América para Kaiserwetter.
Invariablemente, este camino apunta a la transformación del sector hacia la llamada industria 4.0, en la que la gestión de activos energéticos tradicional, con la correlación de información técnica y financiera, se combina con la integración de todos los procesos y datos en una plataforma digital protegida contra manipulaciones.
Así, la digitalización y el Internet de las Cosas (IoT) representan la oportunidad de extender el valor intrínseco de los parques energéticos, maximizar el retorno de la inversión (ROI, por sus siglas en inglés) en las renovables, minimizar el riesgo de las transacciones e impulsar el alcance global de la energía sostenible, mediante el estudio inteligente de la información.
Por analizar un caso, luego de los procesos de subasta de energías limpias en Alemania, la vasta competencia en el mercado requirió de una notable disminución de costos de operación y mantenimiento para las empresas productoras, pues los ganadores de estos ejercicios son aquellos que pueden garantizar los precios más bajos en la venta de energía.
“La mejor manera para una compañía de reducir sus costos era a través de la gestión de los datos, éstos son el nuevo petróleo. Mediante una plataforma digital se busca recabar toda la información de los parques de energías renovables; ésta se analiza utilizando el Big Data, con el fin de optimizar la producción y reducir los gastos”, explica Hanno Schoklitsch CEO de Kaiserwetter.
Junto con una infraestructura sólida, el IoT permite la adición de datos desde prácticamente cualquier lugar del mundo, además de realizar análisis de las desviaciones a partir del pronóstico de la información para determinadas condiciones meteorológicas, crear simulaciones predictivas o señalar activos con bajo rendimiento en tiempo real. Esto hace que sea posible producir energía, controlar el rendimiento y gestionar carteras de activos renovables pertenecientes a distintas fuentes como eólica, solar, hidráulica, geotérmica, biomasa y gas natural.
Como agrega Schoklitsch, las mediciones incluso permiten conocer el estado de desgaste de los equipos de una instalación, con el fin de anticipar cualquier situación que pudiera afectar la producción de electricidad. Una plataforma digital es una solución end-to-end, la cual facilita que los directivos consulten toda la información en las pantallas de sus dispositivos de manera compacta, transparente y en tiempo real.
“Poder comparar la producción con radiación solar o la velocidad del viento, permite conocer si el parque está produciendo a su máxima capacidad en función de las condiciones climáticas. Esto sólo se logra con gestión de datos al momento. Lo hacemos no sólo para la producción, sino por el calentamiento que pueden sufrir las máquinas y para anticipar incidentes. Todo esto es esencial para reducir los costos, ya que lo más caro en el mantenimiento de un parque son las reparaciones”, indica el CEO de Kaiserwetter.
Al respecto, Rodrigo Villamizar señala que para este proceso los datos son recopilados por medio de sensores y personal propio de la empresa, a fin de almacenarlos en la nube. “La gran ventaja es que esta información la reciben los ejecutivos del proyecto a través de su teléfono móvil. Así pueden saber si se está presentando algún problema o si todo marcha de acuerdo con lo planeado. Una plataforma para la gestión de activos es una herramienta muy versátil y útil que sintetiza toda la información y la convierte en un usuario de mando que agrupa el lado técnico, económico y medioambiental”, expone el directivo.
Por ejemplo, en el caso de un parque solar, una plataforma como Aristóteles, desarrollada por Kaiserwetter, no sólo mide la parte técnica, también se ocupa de la parte financiera e inclusive regulatoria. En una segunda etapa, se incorporan variables capaces de arrojar resultados acerca del efecto que tienen las inversiones y puesta en marcha de parques de renovables en la huella de carbono del planeta.
De esta manera, las empresas de energía, los inversores, los bancos y las aseguradoras pueden simplificar sus estructuras empresariales y concentrarse en su negocio, reemplazando prácticamente las funciones de los departamentos de Controlling. El resultado se traduce en ahorros considerables, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de la presión a nivel de costos debido a los cambios en la ley de energías renovables y a los ajustes en el sector internacional.
“La Reforma Energética en México ha logrado que se haya abierto el mercado a la inversión extranjera. El hecho de que haya una gran cantidad de proyectos de energía renovable en marcha, no sólo en el papel, sino que ya existan varios construidos y terminados determina que el eje Nueva York-México sea nuestro primer campo de trabajo, y lo vemos con mucho optimismo. En el país se están haciendo esfuerzos en un área que hace un par de años no existía por las condiciones de restricción hacia la inversión extranjera. Ahora podemos ofrecer una plataforma que hace que las inversiones se cumplan de acuerdo con los objetivos que se han planteado”, concluye Rodrigo Villamizar.