Una relación bilateral fortalecida entre México y Alemania
La nación germana reconoce a México como una potencia emergente y ha encontrado en él a un aliado estratégico con una economía complementaria. Como explica en entrevista el subdirector de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria, se observa amplia viabilidad de que el sector energético atraiga mayores inversiones, en el futuro
Por Irayda Rodríguez
La relación mercantil entre México y Alemania se da en el marco institucional con la Unión Europea (UE). Según información dada a conocer por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), “ambos gobiernos mantienen un firme compromiso de trabajar en la consolidación de una relación política dinámica, teniendo como base el Acuerdo Global México – UE y los objetivos del diálogo birregional América Latina y el Caribe – Unión Europea (ALC-UE), así como el G20”.
Como resultado de la solidez de este nexo, las experiencias de inversión y establecimiento de compañías germanas en el territorio nacional, y a la inversa, han sido fructíferas. De acuerdo con las palabras pronunciadas por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, durante la Cumbre de Negocios México-Alemania, realizada en el marco de la feria industrial Hannover Messe en abril, el comercio entre los dos países sumó casi 23 mil 400 millones de dólares durante 2017, es decir, 31 por ciento más que en 2016.
El presidente agregó que “en los últimos cincos años, la Inversión Extranjera Directa de origen alemán superó los 10 mil 200 millones de dólares”. Con estas cifras, Alemania se ha posicionado como el tercer socio comercial de la nación mexicana a nivel mundial, sólo después de Estados Unidos y China, y el primero entre los integrantes de la Unión Europea.
Este panorama ofrece grandes ventajas para el surgimiento de más negocios bilaterales. En medio del impulso a las energías renovables derivado de la Reforma Energética, las oportunidades para México en este rubro son importantes, sobre todo ante el crecimiento de la energía solar y eólica en todo el territorio. De esto habla en entrevista Andreas Müller, subdirector de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria (Camexa).
Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo describiría la relación comercial entre México y Alemania?
Andreas Müller (AM): Para las empresas alemanas, el mercado en México es sumamente importante como un lugar de inversión y promoción. Tenemos valores compartidos, pues somos dos países que se dedican a la producción industrial y creemos que la globalización es un beneficio para ambos, que se puede participar en la misma creando reglas, trabajando en conjunto y en donde Alemania disponga la tecnología para los procesos de producción. Es este conocimiento que le estamos transmitiendo México, y también ofrecemos apertura para que las empresas alemanas conozcan los grandes avances en el país.
CE: Hablando del sector energético, ¿cuál sería el interés de las compañías germanas en participar en proyectos de inversión en México?
AM: A raíz de la reforma tan profunda que se ha hecho a este sector, sin duda hay mucha posibilidad de negocio para el empresariado alemán, principalmente en la parte tecnológica porque, incluso, las empresas más grandes de hidrocarburos de Inglaterra u Holanda usan tecnología alemana. Que las compañías alemanas hayan entendido este cambio tan profundo es muy importante, aparte el tema de las energías renovables siempre ha sido primordial.
Existe una alianza México-Alemania, a nivel gubernamental y empresarial, para acompañarnos y aprender mutuamente, pues Alemania también está en una reforma, en un cambio de estrategia para salirse de la energía nuclear y buscar las energías renovables. En ese sentido, México también puede aprender mucho de la experiencia de Alemania que tiene ya 15 años en ese trabajo. Existe esa apertura para escuchar e intercambiar puntos de vista y se ha visto que esto es benéfico para ambas partes.
CE: ¿Podría platicarnos un poco de la experiencia alemana en el aprovechamiento de energías renovables?
AM: En esos 15 años que mencioné de la transición, que se tuvo aquí en Alemania, hubo muchos subsidios hacia las energías renovables y eso llevó a que los habitantes instalaran paneles solares en los techos de sus casas. Aunque aumentó el uso de la energía solar, se afectó a la industria que estaba subsidiada y no se preparó a largo plazo. Esos son casos que pueden analizarse y no necesariamente replicarse de la misma forma. Además, México tiene el gran beneficio de que de un panel solar puede obtener el doble beneficio que Alemania, pues la ubicación del país germano implica menor radiación solar. Igualmente, tienen grandes posibilidades para la energía eólica, ya que hay vientos espectaculares en el sureste de su país.
CE: De las fuentes renovables, ¿cuál tendría mayor oportunidad para realizar acuerdos comerciales entre ambos países?
AM: Lo que se ha observado en las rondas de subastas de la Secretaría de Energía es que la energía solar ha tenido mucho éxito y precios muy competitivos. Aunque han sido empresas italianas las que han resultado ganadoras, de todas formas, la tecnología alemana siempre está dentro de esos proyectos y también nos beneficia de cierta forma. La energía eólica ha sido un tema de los españoles por mucho tiempo, pero Siemens compró a Gamesa, así que ya hay una presencia alemana; Enercorp es otra empresa alemana que está buscando entrar más fuerte en el mercado de las renovables en México.
CE: ¿Encuentran otra área de oportunidad en el sector?
AM: Por supuesto. Para Alemania es sumamente importante la eficiencia energética, hay que buscar ese aprovechamiento de la energía antes de buscar cómo producirla y, en ese rubro, se cuenta con muy buenos ejemplos y metodologías. Nosotros, como la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria, estamos apoyando como un puente junto con la Cooperación Alemana para traer esas nuevas técnicas e implementarlas en el país. Igualmente, estamos trabajando con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía [Conuee], con otros organismos empresariales mexicanos. Por ejemplo, con los parques industriales trabajamos para usar las tecnologías que llevan a la implementación de sistemas de gestión de eficiencia energética y que generan una mejora continua. Ese es el primero y el más importante, desde el punto de vista de Alemania, para llegar a las metas de reducción de emisiones que han establecidos los gobiernos.
CE: Finalmente, ¿qué mensaje mandan a la inversión alemana la transición de gobierno en México y la renegociación del TLCAN?
AM: Obviamente esto conlleva cierta incertidumbre que quedará clara cuando se dé a conocer a quién haya ganado las elecciones y cómo va a implementar sus políticas públicas. De todas formas, el sector privado sigue avanzando y las inversiones continúan en sectores como el químico o automotriz. El intercambio de negocios entre Alemania y México ha crecido muchísimo en los últimos años y México es el mayor socio comercial de Alemania en Latinoamérica. En temas de infraestructura o del sector salud, donde también hay muchas empresas alemanas, es probable que haya un freno; no obstante, es natural a cualquier cambio de gobierno. No es nada excepcional y se tiene que esperar hasta que la nueva administración esté establecida con las nuevas políticas y las empresas van a buscar cómo accionar frente a esa situación. Por ahora, compañías como Bosch anunciaron el establecimiento una nueva planta en México y Volkswagen está aumentando su producción. Asimismo, hay expectativa de qué va a pasar con el NAFTA, pero, en general, las empresas alemanas seguirán apostando por México.