Con la NOM no se juega
Además de poner las reglas comerciales claras entre los fabricantes, las normas ofrecen seguridad y calidad en una industria tan vital como la eléctrica
Por Gerardo López López
Nosotros compramos productos, usamos servicios o trabajamos con sistemas, ya sea por necesidad o por gusto. Sea como sea, satisfacemos dichas exigencias y, muchas veces, por no decir todas, pasamos por alto la información que nos da la etiqueta del producto o el empaque, y no se diga el instructivo, razón por la que sobran piezas en los productos armables.
Pero ¿te has puesto a pensar para qué sirve esa información? o ¿te has tomado el tiempo para leer por curiosidad qué dice?, lo importante para ti es que solucione tu problema o necesidad.
Hay que tomar en cuenta que primero está tu seguridad. En este sentido, todos los productos que consumes deben ser seguros y deben evitar daños a la integridad física del usuario y a sus bienes, es por ello que deben cumplir con regulaciones de seguridad para poder comercializarse, en este caso, en México.
Dichas regulaciones garantizan que los productos que se fabrican en nuestro país, así como los que provienen de otras naciones, sean seguros, pero ¿cómo se comprueba que los productos son seguros?
Para ello, el gobierno mexicano a través de sus diferentes secretarías, de acuerdo con su especialización, crea Normas Oficiales Mexicanas mejor conocidas como NOM.
Estas normas establecen las especificaciones mínimas a cumplir para garantizar la seguridad o desempeño, además son de carácter obligatorio. Todo producto que se comercialice a nivel nacional debe cumplir con una NOM.
Hay dos tipos de normas, claro puede haber más, pero las principales son:
- De seguridad, las cuales se encargan de que el producto, proceso o servicio, sea seguro para los usuarios y sus bienes
- De desempeño, garantizan que los productos, procesos o servicios cumplan con su uso destinado, en otras palabras, que realice la función para la cual se creó
Ya tenemos las especificaciones a cumplir, ahora, ¿cómo sé que los fabricantes están cumpliendo? Bueno, para poder evaluar las NOM, existen laboratorios acreditados por la Entidad Mexicana de Acreditación (ema) que, de acuerdo con la Ley Federal de Metrología y Normalización, “reconoce la competencia técnica y confiabilidad de los organismos de certificación, de los laboratorios de prueba, de los laboratorios de calibración y de las unidades de verificación para la evaluación de la conformidad”.
Estos laboratorios evalúan los productos, procesos o servicios, por medio de pruebas bajo la NOM correspondiente y emiten un informe de resultados. Dichos informes se presentan en un Organismo Certificado del Producto (OCP), al igual que el laboratorio debe estar acreditado por la (ema), organismo que tiene la competencia para “asegurar que un producto, proceso, sistema o servicio se ajusta a las normas…” y emite un certificado de conformidad con la Norma Oficial Mexicana. Hasta este momento el fabricante, comercializador u otro actor, puede comercializar su producto, proceso o servicio en el país.
¿Qué puede pasar?
Después de todo el proceso de certificación, antes mencionado, tienes la certeza de que tu producto, proceso o servicio es confiable. Eso es lo que las empresas serias quieren ofrecer a sus clientes: seguridad y confiabilidad, pero… ¿Qué pasa cuando compramos productos piratas o de dudosa procedencia? Entiendo que muchas veces lo hacemos por los precios, pero a larga nos puede salir muy caro.
Si en algún momento compramos un producto pirata, en primera instancia es ilegal, ya que la persona que te vende ese producto está falsificando una obra intelectual.
También, podemos comprometer nuestra seguridad, ya que estos productos no están probados con un laboratorio acreditado ni, mucho menos, certificado, debido a que se fabrican con materiales y componentes de muy baja calidad, los cuales tienen una gran posibilidad de falla, lo que puede provocar un riesgo de choque eléctrico o riesgo de incendio.
Otro factor importante es que no cumpla para lo que fue creado; no tiene mucha duración y falla rápidamente, provocando que, si eres un consumidor responsable, hagas válida la garantía, pero, de verdad, espero que encuentres a la persona que te vendió el producto y, más aún, que se haga responsable. Si no pasa lo anterior, tendrás que comprar un producto nuevo, el de un fabricante serio, el cual esperaría que compraras. Entiendo que te puede salir un poco más caro, pero sabes que te garantiza seguridad y desempeño. Recuerda el dicho: “¡lo barato sale caro!”
A grandes rasgos, es así como funciona nuestro sistema de certificación nacional, que su nombre oficial es el Sistema Mexicano de Metrología, Normalización y Evaluación de la Conformidad (SISMENEC).
Este sistema nos permite que todas las empresas jueguen con las mismas reglas. También, que todos los productos, procesos o servicios que se importan o entran a nuestro país cumplan con estas regulaciones, con el fin de proteger a la población, a la economía y al mercado nacional.
Gerardo López López
Professional Services Supervisor & Standardization Leader en Acuity Brands.