Más autos eléctricos exigen más estaciones de recarga
Con la latente expansión del uso del automóvil eléctrico en México, la disponibilidad de tecnologías para recarga se vuelve cada vez más necesaria. En distintos puntos del país ya hay este tipo de infraestructura, con sistemas fabricados por diversas compañías. Los expertos señalan que, cuando menos, se requieren 1.5 estaciones de recarga por cada auto eléctrico en circulación
Por Christopher García / Fotografías: cortesía de GE
Hasta el año pasado, en el mundo se contabilizaba un total de 500 mil autos eléctricos en circulación; poco menos de la mitad se conducía en Estados Unidos, mientras que sólo 1 por ciento circulaba en México.
Las razones para la poca participación en el país se derivan de la falta de inversión y de la oferta insuficiente de energía eléctrica, lo que ha privilegiado la comercialización de los tradicionales vehículos de combustión. Pero las perspectivas para el auto eléctrico y sus tecnologías relacionadas son de mayor participación a corto plazo.
A mediados del año pasado, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) firmaron un convenio para promover el uso de vehículos eléctricos e híbridos y para impulsar la instalación de electrolineras (estaciones públicas para recarga de autos eléctricos) en todo el país.
Meses antes, la CFE, en conjunto con las trasnacionales Walmart, BMW y Schneider Electric, inauguró cuatro estaciones de recarga en equivalente número de tiendas Walmart. Un proyecto más lo inauguraron el año pasado la CFE y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el Monumento a la Revolución. De igual manera, distintas universidades del país cuentan con estaciones de este tipo para cubrir las necesidades de un creciente número de vehículos eléctricos.
Si los vehículos crecen, las estaciones de recarga también
Con las proyecciones de incremento de autos eléctricos en México, surge la necesidad de aumentar la infraestructura para la recarga de vehículos. De acuerdo con el ingeniero Óscar Flores, director de Ventas para GE Industrial Solutions, primera compañía que introdujo a México las tecnologías de recarga para autos eléctricos hace tres años, desde aquel primer momento se ha visto un incremento exponencial en el uso de la tecnología.
En México, según cifras del ingeniero Flores, existen cerca de 300 cargadores eléctricos instalados, de los cuales cerca de 190 son tecnología de GE. “Tenemos instalados en escuelas y centros comerciales, principalmente. Son proyectos muy específicos con centros comerciales, con privados y tenemos acuerdos con BMW, Nissan, General Motors, que son los que hoy en día están vendiendo la tecnología, para suministrar en las casas de los usuarios”.
Asegura que el radio de cargadores que se necesitan por cada vehículo en circulación es de 1.5. En otras palabras, por cada vehículo que se venda, se necesitan 1.5 cargadores: uno para casa habitación y medio a nivel público. Si se considera que el número de vehículos en circulación asciende a más de cinco mil y las estaciones, a poco más de 300, aún falta mucho para contar con la infraestructura necesaria.
En este sentido, el representante de GE afirma que hay muchos esfuerzos de las empresas fabricantes de estaciones, así como de las armadoras de vehículos, por crear esta infraestructura pública. “Como usuarios, los momentos en que más se recarga un vehículo eléctrico son en el hogar, por las noches, en la oficina o durante la permanencia en un centro comercial, es decir, cuando existen más tiempos muertos. De ahí la relación de 1.5 cargadores por cada vehículo. Entonces, el crecimiento se dará en proporción con el incremento en las ventas de vehículos eléctricos”.
Cargadores para hogares y espacios públicos
En el mercado, actualmente se dispone de distintas tecnologías para la recarga de vehículos eléctricos. Empresas como ABB, Schneider Electric, BMW, Porsche y General Electric han desarrollado sus propios modelos con diferentes características entre sí.
El director de Ventas de GE Industrial Solutions relata que el primer proyecto que hizo General Electric en este tipo de sistemas se llamó Durastation, cuya evolución es la actual Wattstation, la cual se comercializa en su versión para casa habitación y para espacios públicos y ya cuenta con tres años en el mercado.
La versión para casa habitación requiere una conexión de 220 volts para poder operar. En las tecnologías para recarga de vehículos, “Hay tres niveles de carga. El nivel 1, que básicamente es la tecnología que viene con el vehículo; el cargador nivel 2, bastante accesible porque lo puedes conectar directamente a la red en 220 volts, un voltaje disponible en todas partes, que lo hace accesible sin necesidad de hacer tantos cambios y te da la ventaja de la velocidad de recarga. En promedio, con el cargador Wattstation, un cargador nivel 2, se requiere entre tres horas y media y cuatro horas para dar carga plena”.
Este tipo de sistemas puede instalarse en cualquier casa habitación, siempre y cuando cuente con suministro a 220 volts.
El 80 por ciento de las casas habitación en México cuenta con una conexión a 120 volts; para hacer el cambio a 220, se requiere un trámite muy sencillo con la CFE. Una vez que se tiene el servicio a 220 volts, hay que llevar un alimentador para la estación y hacer la conexión como cualquier equipo eléctrico, no se tiene que conectar ningún equipo adicional”
Además, destaca que el sistema cuenta con diversas protecciones para el usuario y para el equipo cuando se encuentra conectado; “por ejemplo, si existe mala calidad de energía o picos de voltaje, la estación cuenta con protecciones internas para la seguridad del vehículo, el usuario y la propia casa”. La durabilidad del equipo está estimada en 100 mil operaciones, que, en tiempo, dependerá del uso que el usuario le dé.
La versión para uso público está diseñada para conectarse directamente a la red de la CFE y ofrece características importantes para la gestión del consumo. “Esta tecnología cuenta con conectividad directa con el usuario y con el administrador de la estación. Como administrador, tienes la oportunidad de entrar a un software que te permite administrar a tus usuarios, dar acceso vía tarjeta RFID o mediante la creación de cuentas en la aplicación Wattstation Conect. Esto le permite al usuario conectarse con la estación y al administrador visualizarla, así como hacer algún cargo o poner tarifa eléctrica para el fluido”.
¿Cuánto cuesta instalar una estación de recarga en casa?
La inversión es uno de los elementos que los usuarios más consideran al adquirir una nueva tecnología. Con frecuencia, dicha inversión suele ser más elevada que lo que las opciones tradicionales exigen, debido, casi siempre, a que la nueva tecnología ofrece características mejoradas o inexistentes en previas versiones.
Para instalar una estación de recarga tipo Wattstation en una casa habitación, el ingeniero Flores señala que “tiene un costo de entre 9 mil y 15 mil pesos, dependiendo de la versión, lo cual responde a lo que necesite el usuario. Una de las versiones ofrece conectividad con el usuario, que le permite saber cuánto está consumiendo y decidir cuándo le conviene más conectar su automóvil para recarga. El costo de la instalación depende mucho de las condiciones que se tienen en el sitio. Si ya cuenta con suministro a 220 volts, la inversión es mínima. En otras palabras, la inversión total, ya considerando la instalación, puede ir desde los 10 mil, hasta los 40 mil pesos, dependiendo de las características con las que cuente el sitio y las modificaciones que se tengan que realizar”.
De la aceptación a la expansión tecnológica
Como en toda nueva tecnología, la inversión inicial suele ser una limitante. Un ejemplo reciente es el caso de las lámparas LED, cuyo elevado costo significó una barrera inicial para la diseminación de la tecnología, si bien se ha superado ese primer momento.
En este sentido, el representante de GE recomienda, para tomar una buena decisión, siempre evaluar el costo total de la inversión. “El uso de un vehículo eléctrico tiene muchas ventajas, no sólo un ahorro en el consumo, porque es más barata la carga eléctrica que la gasolina; hay otros costos, que dependen de cada marca, pero tienes un menor costo de mantenimiento y una durabilidad mayor del vehículo. Todos estos costos asociados, a largo plazo, hacen más rentable al vehículo eléctrico”.
A su modo de ver, estos elementos son los que han marcado la tendencia de crecimiento que ha registrado México en el último par de años, “porque si haces un análisis sólo basado en el costo inicial del vehículo, el de combustión es más barato; pero con el análisis completo de consumo, durabilidad y mantenimiento, el costo final total del vehículo eléctrico es mucho menor”.
Sin embargo, la afluencia de vehículos en México sigue siendo escasa. Una de las estrategias que han implementado los gobiernos para fomentar el uso de mejores tecnologías es el financiamiento. “Hoy en día, no existe de parte del Gobierno ningún incentivo para autos eléctricos. Las armadoras han buscado constantemente que se pueda dar. En Estados Unidos, por ejemplo, se ofrece un incentivo del 7 por ciento del valor del vehículo sobre impuestos al usuario y, en infraestructura, si es para casa habitación, hasta de 50 por ciento del valor, mientras que si es pública, hasta de 30 por ciento, tanto del cargador como de la instalación”, describe Flores.
A nivel privado, el director de Ventas de GE relata que la empresa a la que representa, en conjunto con General Motors, cuenta con una flotilla de 50 vehículos eléctricos distribuidos entre sus empleados, con el fin de promover el uso de esta tecnología y medir su viabilidad en nuestro país. “Hacemos estudios en conjunto con General Motors de todos los factores que implica tener un vehículo eléctrico y es información que utilizamos para promocionar con nuestros usuarios, el sector público y el privado, y que se vea que es una tecnología viable”.
En su experiencia, conducir un automóvil eléctrico es sumamente agradable. “Al estar tan vinculado con este sector, he tenido oportunidad de manejar diferentes tecnologías, y son tecnologías muy diferentes a lo convencional. Desde que te subes. No generan ruido; el arranque, la potencia, la velocidad que te puede dar un vehículo es ampliamente diferente a la de un vehículo normal. Se tiene la percepción de que tres horas de carga es demasiado, pero cuando ya lo utilizas y realizas tus cargas en tiempos muertos, resulta mucho más conveniente que tomarte 20 minutos en la gasolinera”.