La llama eterna
Lo que hace más de cinco años parecía inconcebible, hoy es un sistema que es capaz de proporcionar 99 % de la energía que se requiere en una casa habitación. Y ello, gracias a un elemento tan desprestigiado como lo ha sido el hidrógeno
Por Ángel Martínez / Fotografías: cortesía CANVI Comunicación Integral
Podría decirse que Martín Gutiérrez, fundador de una empresa mexicana que se ha dedicado al desarrollo de innovaciones ciento por ciento naturales, es un emprendedor que acepta los desafíos, a pesar de lo intrincado o sinuoso que pueda ser el camino para llegar al objetivo deseado. En este sentido, en los últimos cinco años se abocó, junto con más de 20 investigadores mexicanos de diferentes disciplinas, a desarrollar un sistema que, sin exageración, podría ser la panacea de la energía, no sólo de México, sino del mundo. Ingeniero industrial de profesión, junto con su equipo de trabajo desarrolló un sistema de generación de gas, electricidad y agua, basado en la utilización y aprovechamiento del hidrógeno, elemento que a pesar de su mala reputación (sobre todo desde el hito que significó la explosión del dirigible Hindenburg en 1937), en fechas recientes ha mostrado ser un elemento sumamente aprovechable, pero, sobre todo, rentable para el usuario final.
Sobre sus alcances, expectativas y proyecciones a futuro, Constructor Eléctrico tuvo a bien reflexionar con el hombre que asegura se estaría en presencia de lo que podría equiparse al nacimiento de la máquina de vapor.
Constructor eléctrico (CE): ¿Cómo surge la idea de este innovador sistema?
Martín Gutiérrez (MG): No fue algo al azar. Fue hace muchos años, hace más de cinco años. Mi papá se dedicaba a la instalación del ahorro de gasolina en automóviles a partir del hidrógeno, situación que a mí se me hizo muy curiosa. Lo primero que hice, entonces, fue aplicar este material en una estufa de hidrógeno, teniendo en consideración que éste es un material inflamable.
A todo ello se sumó un equipo de trabajo multidisciplinario: ingenieros petroleros, ingenieros en mecatrónica y químicos, quienes comenzaron a aportar al proyecto, el cual comenzó a madurar a través de este tiempo hasta llegar al actual sistema: una maquinaria que genera gas para boiler y estufa, que genera electricidad y que incluso puede llegar proporcionar agua, a través de captación, agua con un PH por arriba de 8. La idea es, en esencia, que un hogar pueda generar sus propios recursos energéticos.
CE: ¿Cómo está constituido este sistema, ya que se habla de que puede funcionar en diferentes sectores, tanto en casa habitación como en el sector automotriz?
MG: Tenemos tres tipos de sistemas: para hogar, para industria y para vehículos. Para los vehículos, por ejemplo, el sistema tiene que sustituirse. Lo que se hace es cambiar el tanque de gasolina por nuestro sistema, así el automóvil genera su propia energía. De hecho, cualquier usuario podría ir a Monterrey y regresar, y su carro marcará siempre lleno.
CE: ¿En todo este tiempo, cuál ha sido la mayor complicación para su desarrollo?
MG: Como todo proyecto, el hecho de formar un equipo de trabajo. Éste es un proyecto que va más allá de lo esperado. Otra situación difícil fue crear “algo que no existe”, aunque se sabe que el uso del hidrógeno tiene más de 40 años, o más. Llegó un momento en el que la información que necesitamos no era suficiente, por lo que varias veces tuvimos que basar nuestras expectativas a prueba y error, así hasta poder realizar un sistema totalmente automatizado. De hecho, hoy en día es factible utilizarlo desde un celular: checar los parámetros, ver cuánta producción de hidrógeno se tiene. Y eso hace 20 años no se podría haber hecho. Hace muchos años este tipo de proyectos hubiera sido imposible realizarlo y complementarlo con todas las herramientas que las nuevas tecnologías han facilitado.
CE: En términos generales, ¿cómo actúa este sistema?
MG: El sistema trabaja con 6 amperes a 12 volts, esa es la cantidad de energía que se necesita para echarse a andar. Este primer requerimiento lo cubrimos mediante dos celdas solares, unas baterías y un dínamo, es poca la cantidad de energía que ocupamos. Por otro lado, manejamos una electrólisis para generar el hidrógeno. Nunca dejamos que se caliente la reacción química. Siempre lo manejamos en frío para tener una buena calidad de hidrogeno. Asimismo, para generar más hidrógeno, se ocupa olivino, una piedra que genera muy buena reacción para la generación de aquél. El poder de captación de energía solar es aproximadamente de cuatro horas. Por su parte, el dínamo funciona para que, como una alternativa de funcionamiento, uno sea quien pueda proveer de energía al sistema.
Así pues, este sistema pasa a unas celdas de nuestra manufactura, ahí se hace la electrólisis con una celda seca, de acero inoxidable, además de mezclarse con sosa, vinagre, olivino y demás elementos que generan el hidrógeno; éste pasa a un compresor que es el corazón de todo el equipo. No se puede utilizar otro tipo de compresores por la delicadeza del hidrógeno, pues se sabe que genera reacciones con aceites, con aluminio, con cobre, es por ello que todo el sistema tiene que ser de acero inoxidable. Cabe destacar que el sistema cuenta con varios arrestaflamas, así, en dado caso de que haya alguna explosión, estos matachispas sirven para que la flama no se expanda.
Tratamos de cubrir la seguridad ante cualquier evento; por ello, el sistema cuenta con algunos sensores, cuando el sistema detecta una temperatura variante, éste activará un desfogue de hidrógeno.
El equipo que tenemos no almacena hidrógeno, o lo almacena a pocas libras de presión. Por ejemplo, mientras que en otros sistemas manejan grandes presiones, el nuestro tiene una presión máxima de 30 libras, esto es, la cantidad de aire que tiene una llanta de carro.
Entonces, el sistema produce el hidrógeno, y cuando detecta que va a 10 o 15 libras, vuelve a activarse su generación. Una vez que tenemos el hidrógeno, sólo basta definir hacia dónde se quiere enviar: a una estufa, a un boiler, etcétera.
CE: En términos generales, ¿cuáles son las ventajas reales que ofrece?
MG: Las mayores ventajas, sin duda, son, por un lado, el costo que implica la instalación de este sistema, y, por el otro, el ahorro energético que representa. Podríamos decir que una instalación para casa habitación ronda los 50 mil pesos. Pero, en cambio, se habla de un ahorro del 99 por ciento en gas y electricidad por tiempo indefinido. Además, es un sistema que prácticamente no necesita mantenimiento.
El manejo del hidrógeno tiene, en la actualidad, los mismos riesgos que cualquier otro combustible; incluso, un gas como el LP podría ser más peligroso, ya que es un gas que puede ocasionar una explosión expansiva. Por el contrario, el hidrógeno se prende y se consume, ésta es otra de las ventajas que ofrece.
El objetivo es beneficiar a la población, dejar la dependencia de los combustibles fósiles y que todo ello también pueda traducirse en beneficio para el medioambiente.
CE: ¿Cómo ha sido la recepción de este sistema en el país?
MG: Ha sido muy buena, de hecho ya estamos trabajando con empresas para instalar calderas con particulares; con la Organización de Industriales de Masa y Tortilla se ha tenido acercamientos para implementar nuestro sistema en sus máquinas, a fin de reducir el consumo de gas y electricidad.
Lamentablemente, a lo largo de la historia también ha habido muchos charlatanes, que han afectado la credibilidad del uso del hidrógeno; de hecho, gente nos ha querido tratar de señalar. Hemos sido cuestionados sobre las leyes de la termodinámica o nos han preguntado si es necesario almacenar grandes cantidades de hidrógeno. Sin embargo, estamos tan seguros de nuestro sistema que nos hemos acercado con la ONU para afianzar nuestro compromiso. Es importante ver que sí funciona. En el sector automotriz, en 2017 queremos empezar a comercializar el sistema para vehículos, pues ya se han firmado acuerdos con algunos países para su desarrollo. Del mismo modo, creemos que la Reforma Energética será un aliciente.
CE: ¿Cuáles son los planes en el corto plazo?
MG: Nosotros separamos las moléculas de oxígeno e hidrógeno, en ese sentido, nos falta hacer investigaciones para ver los campos de acción de ese oxígeno, el cual puede ser ocupado en hospitales. Prospectamos la implementación de hidrógeno en otros aparatos. Por ejemplo, vamos a presentar un dron que nunca tenga que bajar al suelo, puesto que funcionará también con hidrógeno.
No obstante, aunque todavía hay mucho tabú en el tema, creemos que la única forma de que esto sea una realidad es a través de la presencia, de que los sistemas se instalen y confíen en ello.
El mayor incentivo que tiene un ingeniero es poder ver su obra funcionando. Nosotros no lo hemos hecho con malas intenciones, es un proyecto muy noble que pretende transformar el mundo.
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Con presencia en China
Las intenciones del empresario mexicano por implementar su promisorio sistema han llegado, incluso, hasta China. En septiembre pasado tuvo la oportunidad de ser seleccionado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para representar a México en el Young Entrepreneurs Alliance (G20 YEA), celebrado en China. Ahí pudo convivir con empresarios e inversionistas a través de los diferentes aforos y plataformas para networking que se presentaron.
“Este tipo de eventos nos permite ampliar nuestra visión de negocio, plantear nuevas propuestas y crear más espacios de trabajo, cooperando con el crecimiento de las economías de nuestros países. Nos permite beneficiar con nuestra labor a la mayor cantidad de personas posible. Uno de los resultados más importantes que tuvimos, además de los contactos logrados, fue la apertura para empezar a producir en China algunas partes del sistema sustentable que lidero, acelerando el proceso y ampliando así la cobertura a nivel mundial”, comenta Martín Gutiérrez.
El Summit G20 2017, se llevará a cabo en Alemania y el ingeniero continuará trabajando para estar presente y poder continuar creando puentes que tracen mejores oportunidades para su sistema.