Prevención para líneas de producción en México
Los principales sectores en nuestro país necesitan protegerse contra fallas de suministro de energía y fluctuaciones en la red que pueden conducir a la inactividad de equipos, pérdida de datos o hasta daños permanentes que se traducen en miles de pesos desperdiciados
Por Redacción, con información de Grupo Hosto
En la actualidad, sociedad, empresas e industrias dependen de un suministro continuo de energía eléctrica y, en caso de que este se vea interrumpido por periodos considerables o constantes, se pueden producir pérdidas cuantiosas, tanto para las compañías que suministran electricidad como para todos aquellos que la consumen.
Las alteraciones de voltaje pueden poner en peligro las ejecuciones de equipos eléctricos y electrónicos necesarios para la producción en todos los sectores importantes en nuestro país, lo cual suele costarle a las empresas y usuarios millones de dólares al año. Tan sólo, de enero a agosto de 2017, en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se registraron pérdidas equivalentes a casi 24 mil millones de pesos.
Estas fluctuaciones traen como consecuencia un futuro incierto para las empresas, así como bajas en el personal o inclusive el cierre de la misma. Así, Grupo Hosto, compañía mexicana dedicada a la industria energética, propone las siguientes soluciones para disminuir las pérdidas millonarias por cortes de suministro eléctrico:
- Revisar el cableado de la empresa, a fin de anticiparse a desperfectos en el sistema eléctrico y así evitar fallas
- Instalar paneles solares: a pesar de que el costo de la inversión puede parecer elevado, es un sistema que no contamina y representa una fuente de energía constante
- Dar mantenimiento preventivo a los equipos: es más valioso tener en buen estado los equipos antes de que ocurran fallas que puedan provocar algún corto eléctrico
- Implementar un sistema de energía ininterrumpida (UPS, por sus siglas en inglés): este punto es uno de los más importantes, pues se encarga de proporcionar alimentación eléctrica continua y de calidad en todo momento, con tecnología rotativa que es resistente a las sobrecargas y perturbaciones eléctricas
En este sentido, los sistemas deben contar con soporte de altas cargas y minimización de pérdidas, reducción de fallos y protección contra futuros cambios en la carga, así como funcionamiento independiente en todas las circunstancias como apagones parciales, interferencias de baja frecuencia, caídas breves de tensión, sobretensiones, etcétera.
Lo anterior, además de mejorar la calidad de la alimentación, permite el cien por ciento de cargas no lineales y aislamiento bidireccional de los armónicos entre la carga y el suministro. Por esto, los UPS han dejado de ser aspectos necesarios en los sistemas informáticos, para convertirse en requerimientos indispensables en aplicaciones de gran tamaño y alcance.
Por ejemplo, debido a su alta eficiencia, el crecimiento en el uso de UPS en el sector industrial ha sido notable, pues se requieren soluciones que sean altamente confiables y capaces de adaptarse cómodamente a cualquier perfil de carga, configuración del sistema o requisito de conducción.
Sin embargo, no es preciso sólo limitar esta preocupación únicamente a las fallas provocadas por la red eléctrica, ya que muchos de los inconvenientes que originan errores importantes y detenciones de los sistemas que los UPS alimentan son causados por los propios usuarios y debido a esto es que es necesario asegurar la energía.
Por último, otro de los factores importantes es que las soluciones sean amigables con el medioambiente, sobre todo hablando del proceso industrial y la energía que este implica. En todo el mundo, los fabricantes buscan maneras de conservar su compromiso ambiental gracias a la eficiencia e, incluso, están adoptando tecnologías que utilizan la energía cinética almacenada de un volante en lugar de baterías.
En este contexto, la Comisión Internacional Electromecánica (IEC) ha establecido estándares para diferenciar los distintos tipos de UPS y los métodos para medir su desempeño. Estas normas sirven actualmente para la implementación de los estándares nacionales, europeos y norteamericanos, y son además la base de las especificaciones técnicas en propuestas a nivel mundial. A su vez, las normas del IEC han sido adoptadas también por CENELEC, el Comité Europeo de Estandarización.