Normatividad en ciudades inteligentes
El sistema mexicano de normalización debe existir apoyado por las industrias y el gobierno, siempre bajo la premisa de que los productos y servicios consumidos cumplan satisfactoriamente con los requisitos y necesidades de las metrópolis del mañana
Por Normalización y Certificación NYCE, S.C.
Las tendencias demográficas observadas alrededor del planeta indican que, para 2050, el 85 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades. Esto representa un enorme desafío para los gobiernos de todos los países, ya que la concentración de este número de personas conlleva retos muy importantes, sobre todo en materia de logística y disponibilidad de recursos (de por sí ya escasos), por lo que no será posible superarlos sin el apoyo de la tecnología.
A nivel global se trabaja en el concepto de las smart cities o ciudades inteligentes, en las que las aplicaciones de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), evolucionan para desarrollar edificios, redes y dispositivos inteligentes. Esto con el propósito de elevar la calidad de vida de los habitantes y reducir al máximo el impacto ambiental.
Entre los desafíos que ya están encontrando soluciones mediante las aplicaciones de las TIC se encuentran:
- Abastecimiento energético
- Emisiones de CO2
- Planificación del tránsito
- Provisión de bienes y materias primas
- Prestación de servicios sanitarios y de seguridad a todos los que residan en estas enormes y masificadas urbes
Sin embargo, lo que los expertos llaman “la filosofía smart city” no será posible sin que exista un desarrollo tecnológico basado en normas y estándares internacionales que permita consolidar estos avances.
Ante este reto, organismos internacionales especializados en normalización, (como lo son la ISO, IEC e ITU) dedicaron en 2017 los festejos del Día Mundial de la Normalización (que se conmemora el 14 de octubre) a las TIC enfocadas en hacer más inteligentes a los núcleos urbanos.
Con el eslogan “las normas hacen ciudades más inteligentes”, cientos de organismos de normalización de los cinco continentes realizaron una reflexión acerca del papel que desempeñan las normas en la viabilidad de las metrópolis del futuro y la mejor administración de sus recursos.
Impacto de la normalización
Para nadie es un secreto que construir una smart city representa una tarea harto compleja, pues cada centro urbano plantea diferentes retos y requiere su propia combinación de soluciones. No obstante, existe un denominador común que simplifica enormemente esta empresa: las normas.
De acuerdo con el comunicado conjunto lanzado por estos organismos, “las normas internacionales apoyan el desarrollo de soluciones hechas a la medida que se pueden adaptar a las circunstancias particulares de una ciudad determinada”.
Así, cada norma incluye conocimientos especializados y mejores prácticas, como elementos facilitadores para garantizar la calidad y el rendimiento de los productos y servicios. Además, se encargan de impulsar la compatibilidad entre las tecnologías y ayudan a los usuarios a comparar y elegir la mejor solución disponible.
En este sentido, las normas internacionales contribuyen al desarrollo sostenible, permitiendo generar confianza para que las cosas funcionen de manera segura y en todos los niveles de las metrópolis.
Igualmente, constituyen la base para el acceso a la energía de todos los dispositivos, equipos y sistemas que utilizan electricidad y contienen electrónica, además de que apoyan las tecnologías de la información y comunicación que permiten la seguridad, recopilación, intercambio y análisis de datos.
De esta forma, el modelo ideal de una smart city se basa en los siguientes subsistemas, principalmente:
Generación distribuida: consiste en que la ciudad posea generación eléctrica repartida por el territorio, siendo el abastecimiento individualizado no centralizado (micro-generación) el más recurrente
Smart grids: alude a las redes interconectadas, las cuales poseen una circulación bidireccional de datos entre el centro de control y el usuario
Smart metering: se trata de la medición de los datos de gasto energético de cada usuario, a través de telecontadores que realizan lecturas a distancia y en tiempo real
Smart buildings: como modelo de eficiencia, los edificios deben ser inteligentes y contar con sistemas de producción de energía integrados, además de un conjunto de estrategias que les permitan tener un impacto mínimo en el medioambiente
Smart sensors: los sensores tendrán la función de recopilar todos los datos necesarios para convertyir un núcleo de población urbana en una smart city. Son parte fundamental para mantener la ciudad conectada e informada y hacer que cada subsistema cumpla con su función
eMobility: implementación del vehículo eléctrico y los respectivos puestos de recarga públicos y privados
Se infiere, entonces, que las TIC resultan indispensables para controlar las diferentes estructuras que conforman una ciudad inteligente. Un punto fundamental es que tanto los habitantes como las entidades administrativas pueden participar activamente en el control y funcionamiento de las metrópolis.
Las normas más avanzadas para las TIC El Reglamento de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización (RLFMyN) establece en sus artículos 63 al 67 la creación de Comités Mexicanos para la participación y atención de Organismos Internacionales de Normalización. De esta manera, el país establece sus puntos de vista en el desarrollo de normas internacionales.Además, como parte de las actividades de normalización, Normalización y Certificación NYCE, S.C. participa en diversos foros regionales e internacionales, a fin de contar con información de vanguardia sobre el estado del arte que guarda la electrónica, las telecomunicaciones y las tecnologías de la información en el ámbito internacional, entre los que destacan:Regionales:
Internacionales:
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