Reportaje

Topolobampo II

La compañía eléctrica española Iberdrola inicia este año con la operación de la Central de Ciclo Combinado Topolobampo II. Ubicado en Choacahui, municipio de Ahome (Sinaloa), producirá energía equivalente al consumo de más de tres millones de mexicanos, es decir, 911 MW.

Por Elva Mendoza

En abril de 2016, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le adjudicó a la firma el desarrollo de las instalaciones, diseño, construcción, pruebas y puesta en servicio de la central, así como la operación y mantenimiento de la misma.

El tiempo de ejecución se estimó en 30 meses, y su configuración está conformada por dos módulos de ciclo combinado dos por uno, con un sistema de enfriamiento a través de un aerocondensador.

La compañía instaló las líneas eléctricas y la subestación transformadora para conectar la central eléctrica a la red.

Mitsubishi Hitachi Power Systems instaló dos turbinas M501J de 327 MW en la planta. Cada turbina es capaz de funcionar a una frecuencia de 60 Hz. La compañía también suministrará una turbina de vapor MHPS TC4F.

De acuerdo con la CFE, la Central requirió de una inversión de 334.5 millones de dólares y forma parte de la estrategia para sustituir combustibles caros y contaminantes, como el combustóleo y el diésel, por otros más baratos y amigables con el medioambiente, como el gas natural, para la generación de electricidad. Con ello, la planta emitirá menos óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, hidrocarburos no quemados y compuestos orgánicos volátiles.

“El objetivo de la planta es satisfacer la creciente demanda de energía eléctrica en el occidente del país”, precisó la CFE.

Desde el 2014 a la fecha, y por una inversión conjunta 3440 mdd la CFE ha licitado siete centrales de generación que utilizan gas natural como combustible

Iberdrola, que será la propietaria de la central, venderá toda la energía que produzca a la CFE, mediante un contrato a 25 años con cargos fijos de capacidad y por energía.

“Con esta nueva planta de generación, que se añade a las otras siete centrales en las que Iberdrola genera electricidad bajo la modalidad de productor independiente de energía, se refuerza la relación estratégica entre Iberdrola y la CFE, quien es el mayor cliente de Iberdrola a nivel mundial”, dio a conocer la compañía.

Desde el 2014 a la fecha, y por una inversión conjunta de 3440 millones de dólares, la CFE ha licitado siete centrales de generación que utilizan gas como combustible.

Topolobampo III

La planta de ciclo combinado es parte de un proyecto de dos etapas que incluye a Topolobampo III, adjudicada también a Iberdrola. Añadiendo una capacidad de generación de 680 MW, la segunda etapa del proyecto se construirá adyacente a la primera.

La compañía española anunció una inversión de alrededor de 400 millones de dólares. Con 766 MW, iniciará su operación en 2020. Con esta central, Iberdrola contará en México, para 2020, con una potencia instalada superior a los 10 000 MW, por lo que se colocaría como mayor productor privado de energía eléctrica del país.

Topolobampo III dará suministro de energía eléctrica a más de 2.5 millones de mexicanos, cuando esté en funcionamiento. La empresa no sólo será la encargada de la construcción, operación y mantenimiento de esta planta de generación, sino también su propietaria, vendiendo toda la energía producida a la CFE, mediante un contrato de 25 años, con cargos fijos de capacidad.

“Este acuerdo a largo plazo con CFE aporta una gran certidumbre a la inversión realizada por Iberdrola, alineando el proyecto con la estrategia de la empresa de crecer en actividades reguladas y predecibles, ubicadas en países estables y de alto rating. Asimismo, la operación le permite reforzar su relación estratégica con CFE”, refirió la compañía en un comunicado.

La central de Topolobampo III contará con turbinas de gas del modelo H01 de General Electric, uno de los principales proveedores de tecnología de Iberdrola en el sector de la generación de electricidad. Junto con la construcción de la planta, pondrá en marcha todas las instalaciones asociadas necesarias para su conexión al Sistema Eléctrico Nacional, como son las líneas eléctricas o la subestación transformadora.

El gigante español

En México, Iberdrola dispone de varios proyectos de generación de energía en construcción, los cuales suman alrededor de tres mil millones de dólares de inversión. Construye tres nuevas plantas de ciclo combinado; noreste (Escobedo), noroeste (Topolobampo II) y El Carmen, y dos cogeneraciones denominadas San Juan del Río y Altamira.

Además, desarrolla 325 MW de capacidad eólica, con dos proyectos, PIER (220 MW) y Santiago eólico (105 MW), ubicados en los estados de Puebla y Guanajuato.

La compañía ibérica también construye, en México, sus dos primeras centrales fotovoltaicas a gran escala. Estas plantas, que disponen de una potencia conjunta de 270 MW, son las de Hermosillo (100 MW) y Santiago Fotovoltaico (170 MW), situadas en los estados de Sonora y San Luís Potosí, respectivamente.

Presente en México desde hace dos décadas, cuenta con 6 000 MW ya en operación, lo que equivale a dar servicio a más de 20 millones de mexicanos.

Desde 2015 desarrolla la construcción de la central de ciclo combinado noreste, en Nuevo León, que obtuvo mediante una oferta de inversión de 374 millones de dólares. En el 2016, logró adjudicarse la central de ciclo combinado noroeste o Topolobampo II, también en Ahome, Sinaloa, por 334 millones de dólares.

Productores independientes

En entrevista con Energy Management, Miriam Grunstein, consultora de empresas energéticas públicas y privadas, señala que el modelo de Productor Independiente ya no existe, pues éste “correspondía a un momento en que la generación no estaba totalmente liberada. Conforme a la Reforma Energética, ahora son proyectos de generación”.

La también académica asociada del Centro México del James Baker III de Rice University, destaca que, hasta el momento, los proyectos de producción independiente, los que han existido antes de la reforma de 2013, no eran competitivos en términos de precio: “El mismo gobierno de Peña lo reconoció, por eso se decía que se necesitaba mayor competencia”.

La investigadora agrega que “lo ideal para este país es multiplicar los generadores para obtener un clima de competencia que realmente baje las tarifas eléctricas”.

Según Grunstein, los contratos que se firman para las licitaciones de CFE carecen por excelencia de competencia porque hay un monopsonio, un único consumidor que es CFE, por lo que es necesario preguntarse si el modelo es eficiente.

Al respecto, la experta en temas energéticos y profesora externa del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), destaca que antes de asumir la dirección de la CFE, Manuel Bartlett, advirtió que los contratos con la iniciativa privada serían revisados. No obstante, la Central e Iberdrola “han hecho poco ruido” es un indicio de que los proyectos por el momento se mantienen. “Iberdrola fue de los primeros generadores de producción independiente. Yo, francamente, no los veo nerviosos”, asegura Grunstein.

Echar atrás Topolobampo, refiere la académica, significaría generación escasa y tarifas altas, “un incentivo perverso para el subdesarrollo, puesto que siempre que tienes algo escaso se vuelve más caro y el usuario sufre, el industrial y el doméstico. Una gran parte de la tarifa que paga el usuario final está compuesta por la generación”.

Sobre la participación de la firma en el mercado mexicano, destaca que la presencia de la compañía española es avasalladora porque además de que hay poca competencia, “Iberdrola fue de los primeros inversores en el país, ya conocen la manera de hacer negocios en México, ya se sienten cómodos, se sienten bien y les ha ido bien, entonces siempre están más que dispuestos para concursar”,

Otro de los factores que la han llevado a esa posición es que, en este momento, México no representa un país muy atractivo para la inversión debido a la incertidumbre del nuevo gobierno, añade la especialista.

Impacto regional

Aunque asegura que el proyecto era necesario en la zona del país, Miriam Grunstein refiere que será necesario esperar a que esté en marcha para ver si resulta beneficioso o no para el desarrollo de la región, así como para los usuarios en términos de tarifas bajas. “Habrá que esperar a que comience a operar la Central y a ver las medidas que toma la nueva administración. Ojalá sean racionales y bajo criterios de comercialidad y eficiencia”, concluye.

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