UNCE

Ricardo Jiménez: Un legado para UNCE

Termina una gestión para el ingeniero Ricardo Jiménez Cataño, pero su legado dentro de UNCE queda como punto de partida. El presidente saliente estará trabajando con la Unión para seguir dando forma a un proyecto que va más allá de su presidencia

Por Redacción / Constructor Eléctrico, fotografías

E l ingeniero Cataño concluye su gestión como presidente de UNCE con números, resultados y objetivos cumplidos. Aunque concluir es un decir porque, en su incansable labor, continuará con una participación activa dentro de la Unión. En entrevista, el presidente saliente describe sus logros y sus perspectivas acerca de la industria.

El ser competitivo obliga a establecer campos de acción estrechos y definidos por empresas con el expertise específico a fin de que éstas sean rentables y sustentables. Es por eso que veo a una UNCE fortaleciéndose continuamente al paso del tiempo sin nada que la detenga”

Constructo Eléctrico (CE): ¿Qué objetivos fueron definidos cuando asumió la presidencia de la UNCE?
Ricardo Jiménez Cataño (RJC): Con la visión generada por la planeación estratégica realizada por el Consejo Directivo anterior, unida a los nuevos retos de nación que se vislumbraban, nos trazamos una ambiciosa ruta de trabajo contenida en cuatro grandes vertientes: incluyente, facilitadora, política y de servicios, mediante las cuales controlamos un abanico de líneas de acción, cuyo resultado ya podemos palpar.

CE: ¿A qué estrategias le dio mayor impulso durante su gestión?
RJC: A fin de conseguir una verdadera unidad del sector fue preciso establecer una fuerte comunicación presencial hacia cada asociado, priorizando la atención a sus objetivos y necesidades regionales. Por esto mismo era necesario darles rumbo, seguridad y confianza, estableciendo, en primer término, un manual de operación UNCE, y de la misma manera en todas nuestras actividades reglas claras que dieran certeza a un sinfín de operaciones que se fueron detonando.

Enseguida, decidimos la creación del Modelo de Certificación Empresarial UNCE (MCEU), que aplicara específicamente a nuestros agremiados para asegurar la competencia y trascendencia de nuestras empresas. El MCEU, a su vez, hizo necesaria la creación del Sistema Nacional de Capacitación UNCE, que dará soporte al cumplimiento de las necesidades propias del sector electromecánico en toda la gama de sus especialidades.

CE: ¿Cuántas asociaciones fueron creadas durante su presidencia?
RJC: Tuvimos el honor de darle formal ingreso a cuatro asociaciones: Constructores de Obras Eléctricas y Mecánicas de Baja California; la Unión de Constructores Eléctricos de Sonora; la Asociación Oaxaqueña de Constructores de Instalaciones Eléctricas y Conexos, y a la Asociación Yucateca de Constructores Eléctricos.

CE: ¿Cuáles fueron los mayores desafíos a los que tuvo que hacerle frente en el sector?
RJC: Sin lugar a dudas, el primero y mayor reto fue convencer a nuestros asociados de que de un buen trabajo en equipo depende el resultado exitoso de cualquier actividad en conjunto, más ahora que tendremos que sacar la casta para mantener nuestra patria libre y soberana para bienestar de nuestros descendientes.

Otro desafío, no lejos del anterior, consiste en restablecer la confianza en quienes se ha depositado la responsabilidad de representar los intereses del gremio, ya que los sucesos recientes de carácter nacional e internacional no apoyan gran cosa para este concepto.

CE: En contraste, ¿cuáles son las principales fortalezas de los constructores electromecánicos en México?
RJC: Una de las grandes fortalezas del sector electromecánico ha sido su adaptación al cambio. Considero que se debe en gran parte a la discontinuidad de obra que es común en nuestras empresas y, por otro lado, el vaivén que sexenalmente nos cercena. Quizá, gracias a eso los mexicanos somos conocidos mundialmente como gente versátil.

CE: En la actualidad, ¿cuál es la situación de la obra eléctrica en el país y qué asuntos hace falta atender?
RJC: El sector eléctrico nacional ha sido el más favorecido por las reformas energéticas, las nuevas formas de energías limpias y la inversión extranjera, entre otras. Éstas han detonado una actividad comercial en nuestro campo, que no recuerdo haberlas vivido, dando como resultado un cúmulo de oportunidades; es aquí donde hemos visto que hace falta fortalecer el trabajo conjunto de toda la cadena productiva ya que si bien la autoridad generó la demanda, ésta no se preocupó por hacer que las empresas mexicanas estuvieran preparadas para tomar la mejor parte, alimentando de esa manera un enorme vacío que solo puede ser cubierto mediante altos niveles de capacitación técnica, empresarial y financiera a contra reloj.

CE: ¿Qué estrategias puso en marcha para la integración de la industria?
RJC: Una de las mejores herramientas que se lograron durante esta gestión fue la creación del Comité Técnico de Planeación y Seguimiento. Con este equipo de alto desempeño se dio claridad y certeza a la consecución de los objetivos trazados, lo que facilitó el acercamiento a miembros y asociaciones afines que comparten intereses similares de crecimiento y eficiencia.

CE: ¿Cómo ha sido la relación de la UNCE con las otras asociaciones del sector?
RJC: La relación entre las asociaciones que conforman la cadena de valor del sector electromecánico está creciendo, mas no al ritmo que requiere el país; trabajamos con base en un acuerdo de colaboración conjunta, que estamos próximos a actualizarlo en función de lo que ahora demanda la agenda internacional, estimulando el apoyo entre todos en la especialidad que cada una de las partes domina.

CE: ¿Cómo visualiza a la UNCE en el futuro?
RJC: Su futuro está ligado a las nuevas formas de negocios, donde cada especialidad es mandataria en su tema. No podemos dejar de ver cómo el mercado es mucho más exigente en cuanto a calidad y precio; el ser competitivo obliga a establecer campos de acción estrechos y definidos por empresas con el expertise específico a fin de que éstas sean rentables y sustentables. Es por eso que veo a una UNCE fortaleciéndose continuamente al paso del tiempo sin nada que la detenga.

CE: ¿Cómo ha impactado a la industria la situación política y económica que vive actualmente el país?
RJC: Nuestro sector, si bien no es ajeno a la situación incierta que vive nuestro país, tampoco es de los más afectados, salvo los que dependen o dependían más directamente de los hidrocarburos y sus empresas complementarias. Confiamos en que pronto, con la reacción de los empresarios mexicanos, encontraremos por fin la fortaleza de la unidad, y que una vez aprendida la lección ésta nos asegure una mejor situación económica.

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