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Industria eléctrica británica

El departamento de gobierno inglés ha delegado funciones a las empresas acreditadas, lo que ha permitido elevar la calidad de las instalaciones.

En la segunda mitad del siglo XIX, Inglaterra se encontraba a la vanguardia en procesos industriales. Siglo y medio después, se preocupa por establecer un marco regulatorio para los contratistas eléctricos, con bajo costo, calidad y seguridad.

Por Christopher García.

Dentro de las distintas naciones del Reino Unido, las reglas para la construcción están dictadas por el Departamento del Gobierno Local y Comunidades (DCLG, por sus siglas en inglés), el cual se encarga de que los pormenores en cualquier edificación se cumplan a cabalidad. Muchos son los programas importantes que caen bajo la regulación del Gobierno.

Programas para la regulación
El primero de ellos, Part P, precisa que se cuente con disposiciones razonables en la instalación y diseño de instalaciones eléctricas, para poder proteger contra fuego o cualquier tipo de daño a las personas encargadas de operar, alterar o dar mantenimiento a las instalaciones. Es aplicable para viviendas con instalaciones eléctricas fijas (incluyendo jardines y áreas de sano esparcimiento en conjuntos departamentales) y afecta un gran número de las obras típicas llevadas a cabo por los contratistas eléctricos, en especial aquéllas en baños y cocinas.

Para asegurar la calidad de los productos y las instalaciones que utilizan tecnologías renovables, existe el Programa para la Certificación de la Microgeneración (MCS, por sus siglas en inglés), el cual se ha desarrollado durante los últimos tres años, gracias al patrocinio y la dirección de la industria. Cuenta con 10 grupos de trabajo técnico, encargados de elaborar los programas y estándares que promueve el MCS, los cuales se basan, a su vez, en los modelos internacionales y europeos en función.

Una iniciativa diseñada para adaptar medidas que promuevan el ahorro energético es el Acuerdo Verde (Green Deal). El programa estima una inversión de 7 billones de libras, por parte de la iniciativa privada, lo que daría origen a más de 250 mil empleos. Pretende que la instauración de medidas para la eficiencia energética en todo el Reino Unido se vuelva asequible para cualquier residente. Se elegirán algunas compañías que financiarán los costos de instalación, inversión que les será devuelta mediante la reducción de las cuentas de energía en las construcciones.

Por otro lado, Part L exige que todo tipo de edificación cuente con disposiciones razonables para el ahorro de energía y combustible, mediante el establecimiento de límites para la pérdida y ganancia de calor en elementos térmicos y otras partes de la estructura edificada, así como en tuberías, ductos, calderas, sistemas de enfriamiento y abastecimiento de agua caliente. También exige que en las construcciones se provean y pongan en marcha servicios fijos de eficiencia energética con controles efectivos y que se brinde al propietario información suficiente acerca de la edificación, sus servicios y el tipo de mantenimiento requerido para operarlo sin consumir más energía o combustible del necesario.

Programas no gubernamentales
La certificación de todas las obras que se llevan a cabo en la nación insular es una empresa descomunal que sale del alcance de los organismos gubernamentales. Por tanto, se han implementado diversos programas de acreditación para que ninguna obra se halle fuera de los requerimientos precisos. Entre tales programas, se pueden mencionar Contratista aprobado (Approved Contractor), Asociaciones de comercio (Trade Associations), Marca  confiable (TrustMark), entre otras más.

El programa que se ha tornado más eficiente es Contratista aprobado, pues todas las obras afectadas por Part P deben ser notificadas a los organismos para el control de edificaciones, quienes se encargan de realizar la inspección correspondiente; a pesar de ello, solicitar los servicios de un oficial de control de edificaciones lleva tiempo y tiene costos para el usuario. La problemática tiene una solución sumamente viable, con la cual se pretende que toda edificación se encuentre bajo los estándares adecuados: la autocertificación.

Part P Competent Person Schemes (Programas de personal competente Part P) fueron introducidos al mismo tiempo que el requerimiento para permitirles a las firmas que habían sido asesoradas y contaban con la instrucción suficiente certificar que sus propias obras cumplían con todos los requisitos demandados por los requerimientos de construcción.

Dichos Programas han logrado reducir los costos de acreditación para el usuario y beneficiado sobremanera a la industria. Las firmas autorizadas, como resultado de los proyectos, han obtenido mayores responsabilidades, pues deben respaldar la certificación que brindan con funcionalidad y ahorro adecuados.

A raíz de todo esto, surge el Consejo Nacional de Inspección para la Construcción de Instalaciones Eléctricas (NICEIC, por sus siglas en inglés), organismo regulatorio voluntario independiente de la industria de la construcción eléctrica, que se encarga de ofrecer servicios de certificación, Programas de Requerimientos para las Edificaciones, productos y soporte para los contratistas eléctricos dentro de la industria. Cuenta con 24 mil contratistas registrados, quienes notificaron 886 mil construcciones que cumplen con el Part P en el último año.

El Consejo especifica que los planes inmediatos para el sector eléctrico de la nación son asegurarse de que el Part P se lleve a cabo, sobre todo considerando los costos que implica para los electricistas, al tiempo que se intensifique el compromiso con el Part L para disminuir la huella de carbono y potenciar el ahorro energético.

De igual manera, se deben revisar continuamente los sistemas de primas (Feed-in Tariffs), como parte del apoyo al MCS, y lograr que se introduzcan los Incentivos para la Calefacción Renovable (RHIs, por sus siglas en inglés), los cuales se espera que entren en vigor para octubre de este año. Finalmente, se vislumbra la introducción completa del Acuerdo Verde, mediante una infraestructura desarrollada que facilite a las firmas privadas ofrecer mejoras para el ahorro energético.

Es evidente que las mejoras en el sistema eléctrico de cualquier nación son un proceso que lleva tiempo y esfuerzo conjunto para que realmente se materialicen; no obstante, la delación no debe ser una limitante. Los programas gubernamentales, el apoyo de la iniciativa privada y la disposición de todos los miembros de la industria son parte fundamental e imprescindible para que el calentamiento global, la seguridad humana y el ahorro energético alcancen mejores estados.
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