Pérdidas de energía (última parte)
Gilberto Enríquez Harper.
“Las pérdidas técnicas se relacionan con la operación de las redes y las no técnicas con la administración de la empresa”.
Una forma de determinar las pérdidas no técnicas es calculando de las técnicas en cada subsistema, en cada componente, con una sectorización geográfica o de tipo organizacional por regiones o divisiones.
En un análisis para conocer las causas de las pérdidas se puede observar que no son el problema, sino un reflejo de otros relacionados, que bien tratados conducen a las causas reales y a las posibles soluciones. Uno de ellos es el control y evaluación de las pérdidas. Es necesario conocer las pérdidas de manera más desagregada, lo que se logra con análisis de operación de redes de distribución, pues aunque es la parte donde se presentan mayores pérdidas, es la menos atendida.
Las pérdidas técnicas son inevitables, pero su magnitud se puede reducir. Su determinación, incluso a nivel teórico, resulta un problema debido a:
- La gran cantidad de información que se debe manejar
- El tamaño de los sistemas y la diversidad de elementos
- Falta de información o incertidumbre
- Naturaleza variable de la carga
- La dificultad que se tiene en la práctica para conocer con certidumbre la condición de operación del sistema y el estado de sus componentes
- La imposibilidad práctica de efectuar a costos razonables las mediciones necesarias que determinen el estado de las cargas en cada uno de los componentes
Para la estimación de las pérdidas técnicas, existen métodos que van desde las formas clásicas de cálculo y los cálculos por el método de carga porcentual, hasta la estimación de estado y los métodos neuronales. Otras técnicas están orientadas al cálculo con medidores electrónicos en los niveles de subtransmisión y distribución, correlacionados con la estimación basada en la lectura de los instrumentos de medición.
Las pérdidas, en particular en las redes de distribución, han sido tratadas con amplitud en distintas épocas y se han adoptado medidas tendientes a reducirlas; sin embargo, como en la reserva rodante de generación, en donde no hay un valor recomendable para los sistemas en forma absoluta, sólo existen referencias de comparación y recomendaciones sobre ciertos valores, lo que representa un problema económico. Las pérdidas no técnicas tienen, además, costo político por las acciones que se deben tomar:
- Reducción de fraudes mediante la revisión de las instalaciones de los usuarios
- Legalización de usuarios conectados en forma fraudulenta
- Reducción del número de usuarios que no cuentan con medidores de energía
- Programa de revisión para detección y cambio de medidores dañados
- Calibración de los medidores
- Revisión de los procedimientos de facturación
- Las acciones para reducir las pérdidas técnicas se orientan hacia la elaboración de estudios de factibilidad que consideran los siguientes aspectos:
- Construcción de subestaciones cercanas a los centros de carga o reubicación de la carga entre subestaciones
- Cambio de conductores en circuitos primarios y secundarios, con base en un criterio de conductor económico
- Revisión de transformadores para determinar la conveniencia de cambiarlos por otros de menor impedancia
- Elevación del nivel de voltaje en distribución, sin cambio en la sección del conductor
- Instalación de bancos de condensadores
- Reubicación de transformadores con criterios de cargabilidad óptima
- Reconfiguración de redes primarias para optimizar la cargabilidad de circuitos y la minimización de pérdidas
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Gilberto Enríquez Harper
Ingeniero electricista por el IPN. Maestro en ciencias por la misma universidad, dentro del programa de la Unesco. Maestro en Filosofía de los Sistemas Eléctricos, por la Universidad de Londres. Es profesor de licenciatura y posgrado en ingeniería eléctrica en la ESIME. Ha escrito 75 libros y más de 280 artículos relacionados con ingeniería electromecánica.