Sello Fide una iniciativa en crecimiento

Desde su implementación, más de 100 fabricantes lo han elegido. Mayor competitividad y ahorro energético son algunos de sus beneficios.

Más de 100, los productos que  han sido certificados.

Por  Antonia Tapia.

El sello Fide es una iniciativa impulsada por el Fidecomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide). Su irrupción en el mercado se produjo en la década del 90 y desde entonces no ha parado de crecer. Con esta etiqueta, según el Fideicomiso, se garantizan productos y equipos ahorradores, seguros y confiables. Actualmente, la aplicación de este distintivo ha sido adoptada por los principales fabricantes de electrodomésticos, iluminación y electrónica, ya que les permite sobresalir como ahorradores de energía eléctrica; además, beneficia a usuarios domésticos, industrias y comercios.

El Fidecomiso promociona dos tipos de sellos según el producto que respaldan. Por ejemplo, los equipos eléctricos o electrónicos que son eficientes, como refrigeradores, lámparas ahorradoras, entre otros, llevan el sello Fide A. En cambio, aquellos equipos y/o materiales que no ahorran energía eléctrica por sí mismos, pero que gracias a su aplicación o instalación son capaces de crear condiciones que deriven en potenciales ahorros de energía eléctrica, como pueden ser los aislantes térmicos, domos, entre otros, utilizan el sello Fide B.

Esta etiqueta ofrece diferentes ventajas. A nivel general este tipo de incentivos, sostiene el Fide, contribuye a racionalizar el uso de la energía eléctrica, con un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos, lo que impulsa la conservación del medioambiente.

En cuanto a las empresas, los fabricantes pueden usar el sello con fines publicitarios. Además, informa el Fidecomiso, las firmas que adhieran este distintivo podrán participar en los programas y proyectos que el propio organismo realiza para promocionar el uso de los productos eficientes en el ahorro de energía eléctrica.

Otra de las ventajas de esta etiqueta es el prestigio, incremento en las ventas y el acceso a licitaciones en las cuales se requiere sello Fide, como pueden ser las de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Infonavit, entre otros organismos.

En ese sentido, el ingeniero Marco Antonio Villagrán, jefe de Ventas de Gobierno, de la empresa Sola Basic, indica que este sello otorga prestigio de marca y permite participar en los proyectos licitatorios de los municipios y en aquellos de iniciativa privada de ahorro de energía.

Los usuarios también se ven beneficiados por esta etiqueta. En ese sentido, el Fide explica que al adquirir y utilizar productos identificados se podrán reducir los costos de pago por consumo de energía eléctrica. También podrán recibir financiamientos para comprar productos eficientes identificados con el sello y mejorarán la operación de sus instalaciones al emplear productos seguros y de calidad.

Al respecto, el ingeniero, de Forlighting, Isidro Ramírez explica que decidieron incluir el sello en sus productos, ya que el Fide es el único organismo que garantiza el ahorro de energía y el único que la CFE reconoce.

En sintonía, Fernando Santillán, de Assic Maquiladora, coincide con Ramírez en la importancia que tiene este sello para poder acceder a otros mercados. “Nosotros lo empezamos a incluir, ya que si se quiere entrar a los municipios, uno de los requisitos es ofrecer productos eficientes”.

Por otro lado, el arquitecto José Amor, jefe de Proyectos, de Industrias Sola Basic, afirma “que fabricar y comercializar productos que cuenten con la aprobación del Fide es garantía de ofrecer equipos eficientes, que cumplen con las disposiciones técnicas y comerciales indicadas en las diferentes normas, tanto oficiales como de desempeño, contribuyendo de este modo con el uso eficiente de la energía”.

Proceso y requisitos

El proceso de evaluación para obtener este tipo de licencia, cuya validez es de un año, en algunos casos suele ser bastante rápido. El fabricante solicita asistencia a la coordinación, entrega la solicitud y luego el Fide verifica que el producto cumpla con las especificaciones técnico normativas (ahorro energético, calidad y seguridad) exigidas. Después, por parte del Fidecomiso, se realiza una visita a las instalaciones del fabricante y, con base en los reportes de pruebas, se evalúa la solicitud de otorgamiento. Finalmente, si ésta ha sido aprobada, el fabricante realiza el pago de la licencia.

A nivel general, los productos y sistemas, para que sean aprobados, deben cumplir con ciertas normas técnicas específicas, entre algunas de ellas se destacan las NMX-J-531-ANCE, NMX-J-295-ANCE, NOM-058-SCFI, NOM-064-SCFI, NMX-J-295-ANCE NMX-J-531-ANCE ANSI C82.3 y la ANSI C78.375.

“Para que los productos accedan al sello Fide deben presentar calidad en sus componentes, ser energéticamente eficientes, cumplir con las distintas normas nacionales o internacionales que se apliquen y con lo indicado en las diferentes especificaciones emitidas por el Fide”, precisa el ingeniero Villagrán.

Por su parte, el ingeniero Ramírez, explica que los productos deben tener una eficiencia mayor al 80 y 85 por ciento y pérdidas menores al 7 por ciento del consumo de la lámpara. En su opinión, para los fabricantes, el mayor beneficio es que pueden ofertar sus proyectos en licitaciones públicas y trabajar, por ejemplo, con los municipios. Esto último no es un dato menor; sobre todo si se hace referencia a los fabricantes mexicanos que deben introducir sus productos en un mercado altamente competitivo.

Al respecto, Santillán opina que a las empresas el sello no los beneficia en mucho, a menos que el producto se lo dieran a la gente que lo utiliza en formas más eficientes. Además, resalta que, “a nivel comercial, existe una competencia desleal entre los fabricantes, ya que muchas veces se comercializan en el mercado productos extranjeros, de poca calidad, que se venden mucho más barato y que pueden causar sobrevoltaje y, sin embargo, también son certificados”.

Según datos del Fide, hasta el momento, más de 100 productos han sido certificados. De acuerdo con datos del organismo, la tarifa para obtener la certificación oscila entre los 15 mil y 23 mil pesos, dependiendo de la región en la que se encuentre la empresa y se pueden obtener descuentos, según la cantidad de familias de productos, que puede llegar hasta un 60 por ciento.

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