Reforma Energética: dependencia tecnológica
Por Gilberto Enríquez Harper
En el corto plazo la Reforma Energética va a impactar levemente. Los cambios impactantes vienen a mediano y largo plazo. Para el próximo año, quizás se inicie una reestructuración de CFE, se cree el Mercado de Energía o el Centro Nacional de Control de Energía se independice y tengamos la parte de planeación de expansión de la red eléctrica, a lo mejor autónoma, separada de las empresas eléctricas, pero para eso habría que revisar cómo vienen las leyes secundarias.
Sobre cómo afectaría la Reforma a la construcción y todo lo demás que se refiere a la obra en el sector eléctrico, se puede comentar que esto está en función del crecimiento económico del país (del PIB); de manera que si el PIB crece como se ha pronosticado, tengamos un crecimiento normal independientemente de la Reforma. Lo que se observará con la Reforma será la incorporación de más capital privado en el desarrollo de proyectos.
Este tipo de inversión, de capital privado, en la parte de generación ya lo había desde hace años, posterior al sexenio de Zedillo. Como la inversión privada que se tiene en las energías renovables.
Aquí hay un poco de riesgo para las empresas nacionales, porque para grandes obras se requieren de grandes capitales, sobre todo de financiamientos importantes, y hay empresas muy grandes que prácticamente traen sus propios bancos o respaldo de grupos bancarios importantes; esto las pone en ventaja en relación de empresas medianas o pequeñas locales que tienen costos financieros generalmente mayores que éstas.
En este sentido, hay riesgo para las constructoras mexicanas: van a ser subcontratadas o hacer obras pequeñas, pero las obras grandes o importantes es probable que no caigan en manos de ellos.
En el terreno de las renovables, esta Reforma sí habla al respecto, pero le ha dado mucha importancia al petróleo por su naturaleza, como parte fundamental de la economía del país, y a la parte eléctrica se le tiene un poco rezagada al segundo plano.
Yo creo que son importantes tanto una como otra desde el punto de vista de impacto. Esta Reforma realmente modificará a mediano y largo plazo mucho de lo que se tenía concebido como desarrollo energético del país.
En este momento, cosas que se han dicho no se cumplen en el corto plazo, por ejemplo que van a disminuir las tarifas eléctricas o del gas. A menos que lo hagan de manera artificial se lograrán, pero naturalmente no se pueden dar porque hay cuestiones que son económicamente naturales que no pueden ser manipuladas de forma arbitraria para lograr ciertos resultados esperados, a menos de que se tomen ciertas decisiones políticas dentro de la metodología naturalmente establecida para esto.
Con estas decisiones, México no entra en primer mundo, pues cada país tiene su propia idiosincrasia y manera de desarrollo económico. Lo que ha ocurrido en otros países que tomaron decisiones anteriores a nosotros es que han caído en una total dependencia tecnológica. La ingeniería prácticamente ha desparecido en los naciones que se han ido por ese tipo de soluciones; los grupos de ingenieros que se habían creado se han minimizado.
Lo anterior ha ocurrido en México en el pasado, pero en los últimos años se ha ido acrecentado. Con la Reforma esto se acrecentará aún más.
Por el otro lado, nos volveremos más dependientes. Eso es lo que va a ocurrir. Y no es cuestión de primer o segundo mundo, es cuestión de idiosincrasia y desarrollo del país: qué tan dependientes o independientes queremos ser, económicamente y tecnológicamente, y los países que van a la vanguardia son los que tienen tecnología, no los que son dependientes.
Esta Reforma puede ser negativa desde el punto de vista del desarrollo tecnológico y puede ser negativa desde el punto de vista de impacto de la creación de empleos de alto nivel.
Hoy más que nunca, la tecnología e ingeniería mexicanas deben estar alertas para poder competir contra lo que viene del exterior.
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Gilberto Enríquez Harper
Ingeniero electricista por el IPN. Maestro en ciencias por la misma universidad, dentro del programa de la UNESCO. Maestro en Filosofía de los Sistemas Eléctricos por la Universidad de Londres. Es profesor de licenciatura y posgrado en ingeniería eléctrica en la ESIME. Ha escrito 75 libros y 280 artículos relacionados con la ingeniería electromecánica.