Adaptación al cambio climático (Segunda y última parte)
Después de los impactos de un evento climático se presenta gran cantidad de obstáculos que obstaculizan una reconstrucción rápida y eficaz, tales como poca capacidad de empresas constructoras, escasez de materiales, mano de obra calificada y pocos recursos financieros disponibles de inmediato.
Por Víctor Manuel López.
En este artículo se plantea la resiliencia de dicha infraestructura física básica (agua, energía, transportes y comunicaciones) y social en atención a su vulnerabilidad ante la huella del cambio climático, para lo cual habrá que referirse a la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) que propone el Gobierno Federal, y al acatamiento de la Ley General de Cambio Climático.
Vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático
La Estrategia de Cambio Climático del Gobierno de la República Mexicana (CICC, 2013) plantea como objetivos básicos la reducción de la vulnerabilidad social y el aumento de la resiliencia de la infraestructura básica ante los efectos del cambio climático, asumiendo que las características de los impactos dictarán la manera de atenderlas, así como el tipo de infraestructura por priorizar y los riesgos a los que se encuentre expuesta.
Los fenómenos Ingrid y Manuel contribuyeron a ratificar la conveniencia de priorizar la atención a la infraestructura vital o básica relacionada con agua, energía, transporte y comunicaciones que se relaciona e interconecta con el resto de la infraestructura de los sectores productivos, ecosistemas, tierras de cultivo y patrimonio cultural de cualquier nación.
Ante los desafíos que debe afrontar la adaptación de la infraestructura aludida, también se presentan oportunidades para el desarrollo innovador de tecnología dentro del marco de la utilización sustentable de los recursos naturales y en el uso dual o múltiple de algunas infraestructuras. En el ámbito de la infraestructura física, la adaptación a los impactos del cambio climático tiene al menos dos formas de respuesta: afrontar aquellos que ocurran a largo plazo y desarrollar resiliencia en esa infraestructura de cara a los eventos meteorológicos, que por definición, ocurren a corto plazo.
Se entiende que después de los impactos de los eventos climáticos existe gran cantidad de obstáculos para llevar a cabo una reconstrucción rápida y eficaz, como poca capacidad de las empresas constructoras locales, escasez de materiales, mano de obra calificada y pocos recursos financieros disponibles de inmediato.
Ante a la urgencia de restablecer la habitabilidad y normalizar la vida cotidiana de las comunidades, subyace la oportunidad de obtener beneficios a largo plazo a través de la construcción de obras que garanticen más resiliencia ante futuros desastres climáticos. Probablemente, la atención que se da a la infraestructura básica se establece al marginar a las autoridades locales por parte de las dependencias centrales o federales en la etapa de la planificación de la reconstrucción ante un impacto climático importante, lo que se decide centralmente y minimiza la participación de las comunidades directamente afectadas en tales decisiones.
Frente a esa situación, los grupos de trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) aconsejan tomar en cuenta la diversidad de medios de sobrevivencia que existen en las localidades perjudicadas por los grandes eventos climáticos, para lo que se necesita trabajar no sólo para la población, sino con la población afectada de manera que se ayude a recobrar las condiciones físicas previas al evento climático y se potencialice la resiliencia de los medios de subsistencia mediante labores con los pobladores y grupos de interés que conocen la realidad local.
Efectos del huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel en Guerrero Fotografía: Tomada de Flickr/informativoax |
Incorporación del concepto de adaptación a las políticas y toma de decisiones
Al igual que el tema de cambio climático, la adaptación es multidisciplinaria por naturaleza y, por lo mismo, compleja. Para que exista una adaptación efectiva se requiere la incorporación de políticas y de inversión financiera en el proceso de planificación y de toma de decisiones, además de que no es posible hacerlo con una solución única, ni siquiera la que pudieran representar las fuerzas del mercado. Hay incertidumbres en la oportunidad y magnitud del cambio del clima y de los vínculos entre la adaptación y el proceso de desarrollo, que se complican a la larga en el proceso adaptativo (Cimato, 2010).
Igualmente, los costos y beneficios no necesariamente se incorporan al proceso de toma de decisiones. Para que los gobiernos promuevan las acciones tempranas de cara al cambio climático, se requiere:
- Proveer a la población la información apropiada a los cambios de clima futuros y sus posibles impactos
- Establecer normas de procedimientos para cuando ocurran esos impactos
- Proponer criterios para seleccionar adaptaciones prioritarias
- Incorporar medidas de adaptación en las políticas nacionales de desarrollo y los planes de inversión públicos
- Diseñar e implementar políticas a largo plazo de protección a ecosistemas sensibles y bienes públicos (abasto de agua, protección de costas, políticas de cooperación regional, etcétera)
Derivado de su característica multidisciplinaria, el cambio climático es consecuentemente multisectorial; por lo que promover la disminución de la vulnerabilidad y la resiliencia a sus impactos a través de la adaptación está muy relacionado con las opciones de desarrollo y las acciones relativas a diversos sectores como el de la agricultura, el turismo, la energía, la salud, el agua y la infraestructura.
Por ello, es imprescindible una estrecha coordinación entre los niveles nacional, estatal y municipal como lo estipula la Ley General de Cambio Climático, no obstante, el procedimiento es más efectivo cuando está descentralizado, según experiencias internacionales (IPCC, 2012). De esas prácticas también se deduce que crear instituciones centrales encargadas de la gestión de los riesgos derivados del cambio climático no ha tenido los resultados esperados, pues una sola institución o persona no ha sido capaz de gestionar el tema adecuadamente. Al contrario, es importante reforzar los sistemas de gobierno locales existentes o crearlos cuando no existan, ya que el impacto ocurre en localidades y regiones puntuales que requieren medidas de transformación específicas.
En las próximas décadas, la convincente naturaleza del cambio climático requerirá también un cambio de actitud de quienes lo administran centralmente; por ejemplo, la incorporación de la variable de adaptación en las adecuaciones de inversión a niveles locales y sociales, para el caso de medidas de adaptación urgentes.
Reunión entre representantes de diversos estados afectados por los fenómenos naturales Ingrid y Manuel Foto tomada de Flickr/Presidencia de la República |
Conclusiones
El cambio climático ha sido estudiado, al principio y por algún tiempo, casi exclusivamente en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero y la importancia de la mitigación, por lo que la necesidad de enfrentar los impactos y las amenazas a través de la adaptación es relativamente reciente. Existe una gran demanda de información sobre cómo enfrentar la adaptación al cambio climático, pero ésta es generalmente escasa.
Las estrategias de adaptación son iniciativas y acciones para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos contra los efectos del cambio climático actuales o esperados. El concepto de adaptación al cambio climático es relevante tanto en la toma de decisiones de políticas como en la elaboración de estrategias nacionales. Muchos países, entre ellos México, elaboran estrategias nacionales con el objetivo de reducir la pobreza o planes nacionales económicos. Sin menoscabo de la mitigación, esas estrategias deberían considerar la adaptación al cambio climático, pues el concepto integra estudios, proyectos y obras de infraestructura que abonan mucho a favor de las características socioeconómicas de gran parte de la población.
Los recientes desastres relacionados con los fenómenos meteorológicos extraordinarios muestran la relativa fragilidad ambiental de México. Un primer paso para enfrentar ese tipo de impactos es el establecimiento de estrategias nacionales de adaptación que serán la base de las estrategias regionales y locales que se formularán de manera diferenciada y de acuerdo con la especificidad de cada territorio. En el caso de México, se cuenta con la Estrategia Nacional de Cambio Climático y con la Ley General de Cambio Climático, que hacen obligatorios los programas y acciones de adaptación para las autoridades federales, estatales y municipales. Sin embargo, existe un gran desconocimiento acerca del tema del cambio climático por parte de las autoridades estatales y municipales, además, se cuenta con poco personal calificado para abordar con eficacia las labores de adaptación a que están obligados por ley.
Para garantizar una adaptación efectiva, se requiere la incorporación de políticas específicas y de inversión en el proceso de planificación y toma de decisiones. Los gobiernos deben promover acciones tempranas con miras al cambio climático a través de información apropiada acerca de los cambios de los climas futuros y posibles impactos y del establecimiento de normas de procedimientos para enfrentar esos impactos.
Las posibles soluciones a los problemas identificados en la infraestructura básica de los cuatro sectores prioritarios abordados en este escrito requerirán evaluación de riesgos específicos, que estarán en función de las vulnerabilidades propias de las regiones donde se ubiquen las infraestructuras de agua, energía, transporte y comunicaciones.
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Bibliografía
Cimato F. and Mullan M. (2010), Adapting to Climate Change: Analyzing the Role of Government, Department for Environment, Food and Rural Affairs (DEFRA), London.
Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) (2007), IPCC Fourth Assessment Report: Climate Change 2007 (AR4). En internet, URL: http://www.ipcc.ch
IPCC (2012), Managing the risks of extreme events and disasters to advanced climate change adaptation, special report of Working Groups I and II of the IPCC, Cambridge University Press, Cambridge, UK, and New York, USA.
Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC) (2013), Estrategia Nacional de Cambio Climático, Visión 10-20-40, Gobierno de la República, México, D.F.
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Dr. Víctor Manuel López López
Secretario de la Comisión de Energía y Cambio Climático de la Academia de Ingeniería, A. C.