La corrupción de los clientes
Por Felipe de Lascurain
En esta ocasión hablaré de la corrupción imperante entre los ingenieros responsables de obra de los clientes y el ingeniero responsable de obra del contratista que participan en los proyectos. En principio, considero terriblemente indebido el cobro de 5 y ahora 10 por ciento del famoso fondo de garantías que se les aplica a los contratistas, el cual no se justifica, toda vez que las verdaderas garantías que se piden son las fianzas, que son de anticipo, de cumplimiento, de calidad y de vicios ocultos.
Cuando una empresa contratista termina una obra, tiene que recorrer un último tramo, el cual resulta penoso de transitar: la obtención del acta de terminación y recepción de los trabajos para los que fueron contratados, con la que se lleva a cabo el cierre del contrato o la obra. Es cada vez más frecuente que el cliente, junto con algunos arquitectos poco éticos, lleve a cabo una revisión para fincarle al contratista todos los incumplimientos que pueda y, de esta manera, cobrarle sumas estrafalarias de dinero para pagar menos mediante las penas establecidas en el contrato y así pagar una menor cantidad.
Recuerdo que alguna vez acudí con un cliente a una empresa a fin de buscar que se realizara el cierre de la obra a través del acta de terminación, recepción y entrega, por parte tanto del cliente como del contratista. Las trabas fueron tantas que no sólo nos pidieron que los invitáramos a comer, sino que nos solicitaron más dinero.
Las empresas contratistas que participan en los grandes desarrollos intervienen no porque le hayan caído bien a quien los haya contratado, sino debido a su experiencia y los resultados entregados.
Hoy en día, los clientes buscan en sus obras la seguridad de que lo que reciben corresponde a lo que pagan, mientras que el contratista sólo pide el pago de lo que acordaron. Es muy importante que el cliente no le meta el pie al contratista para que caiga o ande con la lupa viendo dónde falló, con el propósito de cobrarle penalizaciones que llevan al constructor a disminuir la utilidad que, legalmente y de manera justa, tiene contemplado en el contrato.
Para poder cotizar su trabajo, el contratista seguramente tuvo que entregar al cliente la documentación que éste le solicitaba, con lo que hoy en día no podemos dejar de ver que los costos disminuyen más y la responsabilidad y consecuencias de los abusos por parte de los clientes aumentan.
Por ello, tienen que buscar un buen asesoramiento de abogados que conozcan la parte contractual, para equilibrar la balanza que, hasta la fecha, sigue totalmente desfavorable para los contratistas, de modo que puedan llevar a cabo su trabajo con la satisfacción, el cariño y la recompensa buscada. Leamos las letras pequeñas, cuidémonos de ellas y aleccionemos a nuestro representante en campo con el fin de que verdaderamente esté al pendiente de la bitácora de obra, de sus modificaciones y problemáticas, ya que se trata del documento donde se consignan. Si no están consignadas, no las pagarán.
Espero que abramos los ojos, que nos demos cuenta de que desgraciadamente la corrupción ha permeado a diferentes ámbitos de nuestra sociedad, por lo que tenemos que luchar por romper ese mal que ya no está destruyendo a México, sino a todo el mundo. Compañeros constructores, dejemos de tener miedo de los clientes para hacer valer nuestros derechos. Mientras estén sustentados en trabajos bien realizados, con honestidad, eficacia, pulcritud y entrega, no se nos pueden negar.
Que tratemos esto es de primordial importancia, colegas constructores. De nueva cuenta les digo que la construcción es un negocio si entendemos las partes que en ella intervienen, si en lugar de vernos como enemigos, nos vemos como la mejor sociedad que podemos tener. Que tengan un excelente mes.
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Felipe de Lascurain
delascurain.consultoreslegales@e-management.mx
Licenciado en Derecho, egresado de la Universidad Iberoamericana. A lo largo de su carrera, adquirió una amplia experiencia en la asesoría a empresas dedicadas al ramo financiero, seguros, inmobiliario y construcción, tanto en su planeación como en su parte corporativa y legal.