Cogeneración: por autonomía energética
Por Irayda Rodríguez / Fotografías: cortesía de MAQSA
Chihuahua sostiene una sólida presencia en la industria manufacturera, la cual, de acuerdo con las cifras incluidas en el Programa Sectorial 2010-2016 del estado, representa 50 % de la producción de la región. En este rubro, destacan la fabricación de accesorios y aparatos eléctricos, de equipo y material para uso médico y de prendas de vestir, además de contar con una fuerte participación en la agroindustria, especialmente en la producción de embutidos y carnes frías. Sumado a ello, ofrece grandes ventajas competitivas en materia de industria por sus condiciones geográficas, convirtiéndola en una zona apta para producir energía a través de fuentes renovables.
Como parte de este dinamismo, empresas como Grupo Bafar están buscando la forma de consolidar la infraestructura de sus parques industriales, con el fin de responder a las necesidades del mercado nacional e internacional. Con un enfoque de mejora continua, Bafar, la empresa mexicana dedicada a la elaboración, distribución y comercialización de carnes frías) está próxima a inaugurar una central de cogeneración para abastecer su planta en Chihuahua. El objetivo es satisfacer la demanda energética de la planta a través del autoabastecimiento.
El proyecto está a cargo de MAQSA, distribuidor exclusivo de la marca Caterpillar en Chihuahua, Durango y La Comarca Lagunera, a través de su filial española Caterpillar Energy Solutions.
La meta de MAQSA y Grupo Bafar
La solución Llave en Mano desarrollada por MAQSA consiste en un proyecto de generación de dos pasos. Se basa en la combustión de gas natural para suministrar energía eléctrica a la planta y en la recuperación de los gases calientes y el agua de enfriamiento del motor para obtener la energía térmica requerida en el proceso de enfriamiento, a fin de rentabilizar los costos. “Éste es un proyecto único en su tipo en México, el primero en la parte de cogeneración para producir frío bajo cero, porque estamos aprovechando tanto los gases de escape como el agua de enfriamiento de los motores. Esto representa un referente importante, ya que contamos con un departamento de ingeniería con más de 10 años de experiencia y tuvimos que preparamos en el asunto de la cogeneración, al desarrollar una especie de capacitación in-house. El proyecto tuvo tres etapas, durante aproximadamente 16 meses: la conceptualización de la ingeniería básica y de detalle, la parte de construcción en obra civil y estructura y, posteriormente, la etapa de suministro de instalación y equipamiento. Nos encargamos del diseño, la ejecución y la puesta en marcha. Ahora nos encontramos en la fase de interconexión, esperando los últimos permisos para arrancar la central”, explica Paulo Barbosa, director del área Industrial y de Energía en MAQSA en Chihuahua.
El proyecto es muy ambicioso por la parte de frío, así que enfrentamos el reto de transportar el amoniaco hacia la central, así como el manejo y dimensionamiento de los equipos por su tamaño”
La nueva central ocupa cerca de 4 mil metros cuadrados entre obra civil y mecánica. Para el plan de cogeneración, se instalaron dos motores Caterpillar de combustión interna a gas natural, de 4 MW cada uno. Los equipos de alta tecnología trabajan a 900 RPM, con una eficiencia eléctrica de 43 %, y una eficiencia total del sistema de cerca de 80 % (según la metodología de la CRE) para generar máximo hasta 8 MW de potencia, así como aprovechar los gases calientes y agua de enfriamiento del motor para producir alrededor de 750 toneladas de refrigeración.
Cada uno cuenta con un sistema de sincronía y tableros de control y potencia. A la lista se suman dos transformadores: uno de 10 MVA y otro de 1.25 MVA para servicios auxiliares, un chiller de absorción de amoniaco, torres y condensadores evaporativos, así como equipo de bombeo.
La ambicionada eficiencia
Como explica el director del área Industrial, Caterpillar está destinando muchos recursos para desarrollar proyectos que permitan aprovechar, mediante la cogeneración, los subproductos de los equipos para lograr una mayor eficiencia en el consumo eléctrico del sector industrial.
En este sentido, Grupo Bafar se beneficiará por partida doble al dejar de consumir energía y eliminar los costos de suministro. Para MAQSA, éste es un logro mayúsculo. “Estamos seguros de que este tipo de proyectos se puede replicar en empresas del giro, ya sea alimentario, de trasformación, industrial o maquilador que tengan altos consumos de energía y que requieran, también, algún subproducto en su proceso, como agua fría, vapor, agua caliente o, incluso, temperaturas bajo cero. Es un tema muy atractivo para las empresas que tienen que operar las 24 horas sin detenerse, que requieren procesos térmicos dentro de sus áreas de producción y operación”.
En ese sentido, agrega, la nueva planta se mantiene en línea con la nueva Ley de la Industria Eléctrica que “exige a todos los grandes consumidores (usuarios calificados), a partir de 2018, que 5 % de su electricidad se cumpla a través de CEL y, para 2024, el porcentaje de consumo de las plantas deberá provenir en 35 % de energías limpias. Desarrollar un proyecto de cogeneración industrial por sí solo otorga CEL con base en la metodología que tiene la CRE. Las empresas que saben de estos proyectos podrían tener un costo de energía competitivo y, además, generar sus propios Certificados para cumplir con los requisitos legales”.