Contratista

Nantli la más revolucionaria en su tipo

Con una inversión de 245 millones de dólares, la más grande que Nestlé Nutrición ha hecho en el mundo durante los últimos diez años, esta nueva planta de producción de fórmulas lácteas será la más potente y avanzada de su tipo en México. Para poner a este gigante en operación, la empresa Jamaica Mantenimiento e Instalaciones llevó a cabo un amplio trabajo de ingeniería

Por Irayda Rodríguez / Rubén Darío Betancourt, fotografías

Esta nueva fábrica, con sede en la ciudad jalisciense de Ocatlán, Jalisco, celebra los 150 años de operaciones de Nestlé en el mundo y será la número 17 que la compañía suiza abre en México desde su llegada en 1930.

Nantli, cuyo nombre significa “madre” en Náhuatl, tiene una extensión aproximada de 600 mil metros cuadrados y está provista de la más alta tecnología para la elaboración de fórmulas lácteas, informó la transnacional en un comunicado de prensa.

El 40 por ciento de su producción, agrega, será exportada a América Latina y el Caribe, así como a otras regiones del mundo, mientras que el resto satisfacerá las demandas del mercado interno. Su fase de ingeniería comenzó en 2013 y fue inaugurada por el presidente Peña Nieto en octubre de 2016, aunque el arranque de operaciones está programado para el primer trimestre de este año. Josué Terrones, ingeniero responsable del proyecto eléctrico de la planta de Nestlé, explica que las condiciones del terreno representaron un desafío para su construcción, debido a que anteriormente era un área dedicada a la siembra de maíz: “Esta zona es un valle, de tal modo que durante la fase de cimentación el suelo parecía muy inestable. En consecuencia, los ingenieros civiles tuvieron que trabajar en un sistema de cimentación a base de columnas para garantizar la resistencia en todo el terreno”, asegura.

Trasmisión y distribución de energía
Una vez resueltas las necesidades de cimentación, se estableció una alianza con la empresa mexicana Jamaica Mantenimiento e Instalaciones para que se hiciera cargo de la ingeniería eléctrica del proyecto. En un inicio, se ocupó de la instalación de la subestación encapsulada que alimenta de energía a Nantli; sin embargo, sus 21 años de experiencia en el sector industrial y de fraccionamientos, sumado a su expertise en obras eléctricas en alta, media y baja tensión, la llevaron a convertirse en contratista de Nestlé.

Salvador Jamaica Arreguín, Gerente General de esta empresa, comenta que instalaron una línea subterránea de 23 mil kV, una subestación secundaria de equipamiento de tableros de distribución en media tensión, transformadores, cableados y charolas, así como tableros de distribución de salida de electroductos en los cinco cuartos de control de la planta.

“Para este proyecto”, añade Terrones, “se construyó una línea eléctrica de alrededor de 8.75 kilómetros, de los cuales sólo 250 metros son subterráneos y el resto aéreos, con 63 postes troncocónicos alimentados por la CFE en la subestación Tototlán. Es un arreglo en anillo con dos alimentaciones, por lo que representa uno de los más confiables en la región”. El ingeniero agrega que elaboraron “un estudio de viabilidad, en conjunto con el Cenace para ver la confiabilidad de la zona, lo cual nos permitió colocar un alimentador sin redundante con el fin de optimizar costos”.

La fábrica, detalla Terrones, cuenta con una subestación principal de 115 mil a un voltaje de 23 mil V en media tensión, que la alimenta de energía eléctrica. Adicionalmente, hay varias subestaciones secundarias que bajan el voltaje a un nivel de 480 V para la parte de operación de motores, y a 220 y 127 V para los sistemas de iluminación o servicios generales. Para evitar la contaminación, la subestación tipo compacta está aislada de gases que contribuyen al efecto invernadero, como los SF6, informa Terrones. El arreglo está constituido por tres bahías: una de línea que proviene de la alimentación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y dos más de transformador. Cada una de ellas, explica el ingeniero, cuenta con interruptores de potencia, cuchillas desconectadoras, transformadores de corriente y de potencia. Éstos últimos son de 12, 16, y 20 MVA; el primero es redundante, el segundo cubre la demanda de energía de la fábrica y el tercero se usa como respaldo para que la operación no se vea interrumpida. Los transformadores trabajan con aceite dieléctrico, cuya fórmula contiene menos componentes químicos, una condición en materia de sostenibilidad establecida por Nestlé, explica Terrones.

Control e iluminación
La caseta de control es el cerebro de todos los componentes de la planta, donde las celdas en media tensión fungen como celdas principales para derivar a las subestaciones secundarias. Terrones indica que un tema importante fue la confiablidad y seguridad de la estación, que a diferencia de las “tipo intemperie”, está encapsulada. “Los gases SF6 están aislados de la parte metálica, además, al no estar expuesta al entorno es menos propensa a sufrir descargas atmosféricas”, señala el experto.

La estación secundaria, a su vez, tiene conectividad en media tensión, y suministra electricidad a las áreas principales donde se realizan los procesos para elaborar las fórmulas lácteas. En la parte de baja tensión, afirma Terrones, se contó con la participación del fabricante Schneider, ya que sus interruptores son los más confiables para la operación.

La empresa, además, suministró 10 tableros de distribución, ocho transformadores amorfos y cinco cuartos eléctricos que controlan la alimentación de aproximadamente tres mil motores de alta eficiencia para el ahorro de energía. “En la caseta de control hay celdas de protección para la línea de 115 mil que están coordinadas con las protecciones de la CFE, para que cuando haya un evento ambas actúen como respaldo de seguridad. También hay protección en las tres bahías y un sistema de control y adquisición de datos llamado SCADA, que se puede operar de manera segura. En cuanto a las celdas en media tensión, el ingeniero aclara que “son del modelo CTXC y están integradas por dos transformadores principales que trabajan paralelamente, aunque se determinó que funcionen de forma alternada para contar con uno de ellos en caso de emergencia. Y en cuanto a las tres celdas que corresponden a las subestaciones secundarias, en el área de procesos y servicios propios, el control fue establecido en corriente directa para poder contar con energía de respaldo”.

Bajo una estricta línea en materia de seguridad, el cableado utilizado en esta obra es libre de halógeno, ya que en una situación extrema, como un incendio, la flama no se propagaría a través de los conductores y, por lo tanto, el gas emanado no sería tóxico. Mientras que para la iluminación, la normativa establece el uso de iluminación LED y el aprovechamiento de la luz natural en varios espacios de la planta. Los equipos para iluminación exterior, por otro lado, son autónomos y alimentados por paneles solares. Nantli, asegura Terrones, representa un proyecto de autonomía y generación de electricidad a partir de paneles solares, que la distribuyen hacia todos los espacios de la planta. El 85 por ciento de la energía que utiliza es limpia y proviene de un parque eólico de Oaxaca, así como de los paneles fotovoltaicos. “El enfoque principal de Nestlé es ser una empresa socialmente sustentable, por lo tanto los contratistas deben alinearse a este tipo de tecnología. En todos nuestros proyectos en los que invitamos a proveedores, se les solicita que trabajen bajo estas líneas de seguridad, sostenibilidad y calidad”, subraya Terrones”.

Inversión:                     245 mdd

Extensión de la fábrica: 600 mil m2

Empleos generados:    250 directos y 1 mil 250 indirectos

Energías limpias:          85% de la energía eléctrica será de origen eólico y solar

Con información de Nestlé

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