General Motors obtiene premio al liderazgo ambiental
Como un referente en la eficiencia energética, General Motors se hizo acreedor a la distinción ENERGY STAR® por sexto año consecutivo. La compañía utiliza esta guía para mejorar sus instalaciones y ayudar a sus proveedores a descubrir oportunidades que hagan más eficiente el aprovechamiento de recursos
Por Redacción, con información e imágenes de General Motors
E l programa ENERGY STAR® es una iniciativa de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) que, desde hace más de 20 años ha servido como guía para el ahorro de energía y recursos económicos en pro del medioambiente. Hoy en día, es el máximo símbolo de eficiencia energética con reconocimiento a nivel mundial, que ayuda a familias y negocios a economizar millones de dólares en las facturas de electricidad y que ha logrado una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de más de 2 mil 400 millones de toneladas métricas, desde 1992.
En línea con este programa, General Motors (GM) obtuvo el premio EPA ENERGY STAR® Partner of the Year-Sustained Excellence 2017 por su sostenido liderazgo en la protección del medioambiente, a través de un alto grado de eficiencia energética. Este es el sexto premio consecutivo que la compañía ha recibido, sumándose a los 17 socios industriales del programa que consiguieron la distinción en la edición 2017.
“Para GM, la eficiencia energética representa el uso óptimo de los recursos, tanto energéticos como térmicos, durante la fabricación de nuestros vehículos y componentes automotrices, con el fin de eliminar el desperdicio en nuestras áreas operativas de acuerdo al Sistema Global de Manufactura (GMS, por sus siglas en inglés). Las metas se miden con indicadores de consumo de energía eléctrica por unidad de producción”, asegura Arnulfo Berlanga, gerente de Medio Ambiente y Sustentabilidad de GM de México.
La clave para mantener este liderazgo ambiental, afirma Arnulfo Berlanga, ha sido el compromiso de todos los niveles de la organización al integrar los proyectos de suficiencia energética en su Plan de Negocios. Así, la reducción en el uso de energía logró un ahorro de 73 millones de dólares para la firma automotriz el año pasado y evitó 388 mil toneladas métricas de emisiones de carbono, equivalente al uso de electricidad de 57 mil hogares en Estados Unidos. De igual forma, GM redujo el uso de energía en sus instalaciones de manufactura, en EEUU, en 10 por ciento por vehículo, en comparación con el año anterior.
“El modelo y referencia del programa ENERGY STAR® ayuda a reducir nuestra huella de carbono, al mismo tiempo que logra un ahorro de millones de dólares. Seguimos presentando dicho programa a nuestros proveedores para que ellos también aumenten aún más su eficiencia operativa, y así lograr beneficios financieros y ambientales resultantes de la conservación de la energía”, asevera Alicia Boler Davis, vicepresidenta ejecutiva global de Manufactura de GM.
En total, fueron 15 edificios de GM los que obtuvieron la certificación ENERGY STAR®, incluyendo el Enterprise Data Center en Warren, Michigan. Los pasillos donde se encuentra el equipo de bases de datos utilizan tecnología de enfriamiento en fila para contener, en un área más pequeña, el calor que se genera. De esta forma, es capaz de aprovechar el clima frío del estado de Michigan durante tres cuartas partes del año, para enfriar el agua naturalmente antes de usarla y disminuir el calor generado por los servidores de datos, evitando utilizar el sistema de aire acondicionado.
GM se ha propuesto reducir el consumo de energía y emisiones de carbono en 20 por ciento para 2020. Desde 2010, la compañía ha reducido ambas mediciones en 15 por ciento y, el año pasado, se ubicó en la lista global de Climate A del CDP (Sistema Global Transparencia Ambiental) como una distinción a sus acciones y estrategias para enfrentar el cambio climático.
“Reconociendo que el uso de las diversas fuentes de energía en nuestros procesos de manufactura tiene una relación directa tanto en la racionalización de recursos naturales como en la generación de contaminantes ambientales, la compañía decidió desplegar una estrategia basada en el Plan de Suficiencia de Energía (ESP, por sus siglas en inglés), desde 2001. Se busca la reducción gradual en el uso de la energía en las líneas de producción de todos nuestros Complejos de Manufactura. Esto establece las bases en una extensa estrategia de educación y consciencia ambiental a todos los niveles de nuestra organización”, puntualiza Berlanga.
Este esfuerzo, agrega, ha involucrado entre otras cosas, las asignación de los recursos humanos necesarios y técnicamente capacitados para liderar esta estrategia, el desarrollo de una estrategia integral de análisis y ejecución, pero sobre todo la implementación del ESP, el cual abarca herramientas de análisis, medición y monitoreo, que permiten establecer acciones concretas de baja inversión y, sobre todo, un gran involucramiento de nuestra gente a todos los niveles de la organización.
El Gerente de Medio Ambiente y Sustentabilidad de GM de México detalla que los objetivos particulares de cada región o nación son determinados tomando en consideración las circunstancias de desarrollo tecnológico de sus operaciones, disponibilidad energética, condiciones de mercado y aspectos normativos, entre otros factores. Por ejemplo, en el país, se trabaja con energías alternas como la hídrica, y actualmente han implementado fuentes de energía eólica y, en menor escala, solar.
“Unimos nuestros esfuerzos en todos nuestros Complejos de Manufactura con el objetivo de estandarizar y cumplir las prácticas y estrategias que contribuyen a la optimización del consumo de energéticos. Para cumplir esta meta, una parte fundamental es el compromiso de nuestros colaboradores y, en menor grado, la implementación de nuevas tecnologías”, concluye Berlanga.
Logros de General Motors
- El establecimiento de un nuevo compromiso del 100 % de energía renovable para satisfacer las necesidades de electricidad de las operaciones globales de GM, para 2050
- La conclusión de proyectos de ahorro energético de 20 millones de dólares, con un retorno de inversión de dos años
- La implementación de un nuevo sistema de administración de energía en las instalaciones de no manufactura, con un ahorro de 2 millones de dólares anuales