Una luz para la economía
Con la entrega de 39 millones 799 mil 447 lámparas ahorradoras, para sustituir los focos incandescentes, el programa Ahórrate una Luz benefició a más de 7 millones 959 mil mexicanos, quienes ahora pagarán menos en su recibo de electricidad y harán un uso más eficiente de la energía
Por Redacción / Fotografías: cortesía del FIDE
A partir del primero de enero de 2015, los focos incandescentes de 40 y 60 watts dejaron de comercializarse en las tiendas y supermercados del país. Gracias a esta medida se completó el retiro gradual de estos productos, marcado en la Norma Oficial Mexicana NOM-028-ENER-2010 Eficiencia Energética de focos para uso general, que estableció la salida del mercado de los de 100 watts en diciembre de 2011 y de los de 75 watts en 2012.
Para apoyar la economía de la población en esta conversión tecnológica, se impulsaron varios programas para sustituir los focos incandescentes por ahorradores, ya que estos últimos consumen hasta 75 por ciento menos energía y duran 10 veces más.
De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), como resultado de esta transición, las familias están logrando hacer un uso más eficiente de la energía, lo que se ha visto reflejado en la disminución del monto de sus facturas de luz.
Asimismo, la Secretaría de Energía (Sener) puso en marcha el programa Ahórrate una Luz, operado por el FIDE y que contó con la participación de Diconsa en la entrega final a los beneficiarios de un paquete de cinco Lámparas Fluorescentes Compactas Autobalastradas (LFCA). Para recibirlo, los usuarios debieron acudir a la tienda Diconsa más cercana a su domicilio, con su identificación oficial, recibo de luz y un foco viejo para hacer el canje.
Ahórrate una Luz inició en 2014 y continuó hasta 2017, con base en un padrón de beneficiarios proporcionado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cual clasificó a los usuarios del servicio de energía eléctrica en tarifa doméstica (tarifa 1, 1A, 1B, 1C, 1E y 1F) que viven en localidades menores a 100 mil habitantes y que no recibieron focos en programas anteriores.
Además de reducir el consumo electricidad por concepto de iluminación, a través de este programa se buscó fortalecer la seguridad energética del país al disminuir el consumo doméstico. “Durante el primer año originó un ahorro equivalente a dos y media veces el horario de verano, mientras que la inversión de 860 millones de pesos para su operación se recuperó en menos de un año”, explica el director general del FIDE, Raúl Talán Ramírez.
Además, la estrategia ayuda a contribuir al cuidado del medioambiente, mediante la disminución de gases contaminantes emitidos a la atmósfera, con los siguientes beneficios:
- Un ahorro de energía anual de 2 mil 714.63 GWh y de 691.05 MW en la demanda
- 3 mil 83 pesos anuales menos para el gasto familiar (0/1.135555 $/kWh precio medio Tarifa doméstica, sin considerar la tarifa de alto consumo, para noviembre de 2017)
- 6 mil 321 millones de pesos anuales en eliminación de subsidios
- Un diferimiento de inversiones en capacidad de generación de energía eléctrica por 8 mil 435 millones de pesos
- Se evitará la combustión de 3 millones 772 mil 962 barriles de petróleo al año
- Se impedirá la emisión a la atmósfera de 1 millón 232 mil 444 toneladas de dióxido de carbono equivalente al año
Este programa social, aseguró el director general del FIDE, fue un gran acompañamiento para los cambios en materia de normatividad que condujeron a la sustitución de los focos incandescentes en el canal rural, hecho que facilitará la futura adopción de otros productos, como las lámparas LED. “Estamos muy satisfechos con los resultados, ya que Ahórrate una Luz representa el mayor ahorro posible de energía eléctrica en el país”, concluyó.