Industria 4.0: la transformación económica del siglo XXI
Para mejorar su competitividad, las industrias deben incorporar las nuevas tecnologías de la información en sus procesos productivos. El estímulo a la digitalización, por ejemplo, abarcará desde las grandes empresas hasta las PyMEs, impulsando su crecimiento y desarrollo
Por Redacción, con información de Siemens
México es el quinto destino más importante del mundo para invertir, con un potencial notable de crecimiento, derivado de cambios estructurales que, se espera, se traduzcan en un mayor progreso y desarrollo económico. El país, en ese sentido, está listo para aprovechar al máximo todos los beneficios de la cuarta revolución industrial en marcha que está transformando el modo de producción económico de la actualidad.
“Estamos dejando de ser un país de mano de obra barata para convertirnos en un país innovador a partir de la adopción de nuevas tecnologías”, afirma Iván Pelayo López, vicepresidente de Digital Factory, Process Industries and Drives de Siemens México y Centroamérica.
Un estudio realizado por esta multinacional indica que los fabricantes del sector manufacturero registran un aumento anual en la productividad, a través de la disminución de los costos de fabricación (9.8 por ciento del total de los ingresos). Lo anterior, explica Pelayo, se logra al automatizar los procesos de producción.
Actualmente, las empresas manufactureras se enfrentan al desafío de financiar la transformación digital, en algunos casos realizando inversiones importantes. Esta liquidez es liberada para invertir en otras áreas, como las nuevas tecnologías y también para financiarlas a lo largo del tiempo, agrega el ejecutivo de Siemens.
“La digitalización tiene un impacto en las operaciones diarias, convirtiéndose en un catalizador de progreso y en la búsqueda de altos estándares de competitividad. Representa una gran oportunidad para posicionar a México en los próximos años en el grupo de las principales economías del mundo”, destaca Pelayo.
Las soluciones de digitalización no sólo están destinadas a grandes plantas de fabricación, sino también a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), que representan el 99 por ciento de las compañías del país, y necesitan moverse al campo digital para aumentar su competitividad.
Por ejemplo, México ocupa la séptima y sexta posición en producción automotriz y de cerveza en el mundo, respectivamente. Las soluciones en automatización y digitalización han permeado ambos sectores, permitiéndoles reducir costos de fabricación y aumentar su producción hasta 20 por ciento.
Impacto en la cadena de valor
Al introducir tecnología de última generación en automatización, Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y apliaciones en la nube, la industria nacional proyecta un crecimiento sustancial tanto en calidad como en productividad.
Esto abrirá nuevos esquemas para los negocios que sólo serán posibles gracias a la adopción de tecnología de vanguardia en toda la cadena, es decir, integrar todo el proceso en un solo entorno de software, comenta Jan Michael Mrosik, CEO de la división Digital Factory de Siemens.
Y es que la competitividad requiere de la inclusión de tecnología en cada uno de los cinco pasos de la cadena de producción-valor, desde el diseño del producto y la planificación de la ingeniería, hasta la producción y el mantenimiento.
“La digitalización brinda nuevas oportunidades y métodos de cooperación, modelos de negocios innovadores y maneras de agregar valor para tener operaciones más flexibles y competitivas. Es aquí donde el tema de los gemelos digitales cobra importancia, pues al perfeccionar un producto o proceso productivo paso a paso (digitalmente) antes de convertirse en uno real, se asegura la consistencia, organización y ejecución de procesos complejos”, resaltó el CEO.
El gemelo o digital twinning permite la observación y modificación de algún objeto, a fin de evitar posibles fallas o errores antes de invertir en su diseño y pasar a la línea de producción final. Gracias a estos avances en algoritmos y tecnologías de simulación, la mayoría de los productos ven la luz y comprueban su eficiencia con antelación y en un entorno similar al de una fábrica virtual.
A medida que este proceso evoluciona, no sólo se desarrollan las características geométricas de un objeto, sino también sus coeficientes de expansión, contracción y resistencia al calor, así como mejoras en su seguridad, una función que ya se prueba digitalmente en la actualidad.
Iván Pelayo asegura que esto no termina aquí, pues una vez que un producto, desde una turbina de gas hasta una instalación completa, ha sido diseñado virtualmente y su modelo físico construido, probado y operado en la realidad, se abre una nueva dimensión que revolucionará para siempre las relaciones económicas y de producción de la humanidad.
La solución, concluye, está en la convergencia entre el mundo real y el virtual; es decir, en la industria 4.0.
México y la industria 4.0
Como advierten los ejecutivos de la compañía alemana, la digitalización tiene el potencial de impulsar el desarrollo del país. A lo largo de 165 años, Siemens ha sido parte de la evolución de la industria mexicana a través de innovaciones tecnológicas en electrificación, automatización y digitalización que aceleran la tasa de producción y aumentan la competitividad.
Recientemente, México fue elegido como el primer invitado de honor latinoamericano a la feria industrial más grande de Alemania y el mundo: Hannover Messe, que se llevó a cabo a finales de abril pasado.
En este escenario, Siemens México mostró su potencial de negocios y la integración tecnológica en las principales industrias del país, como la de alimentos y bebidas, la automotriz, minera y cementara, así como tendencias que van desde la industria 4.0, digitalización, MindSphere, IoT, automatización, energía, startups, logística, medioambiente, centros de investigación y desarrollo, entre otras.
Actualmente, México ocupa actualmente el lugar 24 de 122 países en el ranking “Atlas de Complejidad Económica”, publicado por la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Esta calificación es resultado de su experiencia en manufactura avanzada. Además, el país es el décimo tercer país exportador del mundo y el primero entre los países del G20 de media y alta tecnología, en relación al porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB).
Fuente: Proméxico |