Potencia eólica, contra niebla y montaña
El Parque Eólico PIER II es la quinta central eólica que la empresa Iberdrola instala en el país. Un polígono de 120 hectáreas alberga al parque de energía renovable, con una capacidad de generación para abastecer a cerca de 25 mil hogares del municipio de Esperanza, en Puebla
Por Irayda Rodríguez / Fotografías: cortesía Iberdrola
Las empresas nacionales y trasnacionales del sector de las energías renovables ven a México como un punto clave para la inversión. A la fecha, Oaxaca es el estado de la República que destaca por contar con el mayor número de instalaciones eólicas; se estima que, para 2028, este tipo de energía tendrá una participación de 59 por ciento en la capacidad instalada para la generación de electricidad a partir de fuentes renovables, según cifras publicadas por Proméxico.
Ante este panorama, diversas firmas han puesto en marcha proyectos, a diferentes escalas, para la generación de energías limpias; España, Estados Unidos y Alemania se encuentran entre los países con mayor participación. En México, un ejemplo de ello es el Parque Eólico PIER II, inaugurado a finales del año pasado en el municipio de Esperanza, en Puebla, desarrollo construido por Iberdrola.
«Es el primero en su tipo en el estado de Puebla. La mayoría de los desarrollos que se tienen en México están concentrados en el Istmo de Tehuantepec, una zona con un recurso ideal para esto, pero hay también la necesidad de diversificar las zonas donde se instalan este tipo de centrales. Precisamente, este proyecto, además de que cuenta con un buen recurso eólico, responde a la necesidad de diversificar”, explica Alfonso Campos Clasing, responsable de promoción de Iberdrola Renovables en México.
Infraestructura
Para el equipamiento del Parque Eólico PIER II fueron instalados 33 aerogeneradores con una potencia unitaria de 2 MW. El modelo elegido fue el G97 de Gamesa, empresa con más de 20 años de experiencia en la industria eólica mundial y con presencia en 54 países.
En conjunto, las unidades están asociadas a una red subterránea de media tensión de 34.5 kV que recolecta la energía de cada una para llevarla a una subestación elevadora, donde se incrementa la tensión a 115 kV. Finalmente, a través de una línea de transmisión de casi 4 kilómetros de longitud, se interconecta al sistema eléctrico nacional hasta el punto de conexión con la subestación situada en el municipio de Esperanza. “En lo que respecta a la central de autoabastecimiento en el municipio, nos encontramos en la modalidad de la antigua Ley del Servicio Público y contamos con 55 socios de autoabastecimiento a los cuales les estamos suministrando 200 GW al año. El suministro beneficia a cerca de 25 mil hogares y esto, a su vez, equivale a alrededor de 55 mil toneladas de CO2 que estamos evitando que se liberen al ambiente”, asegura el representante de Iberdrola.
Desarrollo y alcance del proyecto
Con una inversión total de 120 millones de dólares, la primera etapa del proyecto dio inicio en 2012, cuando se realizaron las primeras mediciones, estudios prospectivos y monitoreo para el diseño del parque eólico en un polígono de 120 hectáreas. De ahí, derivó la fase de construcción y montaje de los aerogeneradores, hasta concluir con la fase de explotación del recurso eólico, luego de que el parque fuera inaugurado en noviembre de 2015.
“Mientras más mides, la incertidumbre es menor, por lo que se buscó realizar los estudios prospectivos que, más adelante, justificarían la inversión. Con dichas mediciones se analizan variables meteorológicas importantes, como la velocidad y dirección del viento, la densidad del aire, la humedad y otros factores que están correlacionados con la capacidad que tiene el aerogenerador de aprovechar el recurso eólico. Fue un año completo de alimentar los modelos de simulación con los resultados de las mediciones y, finalmente, realizar el diseño ad hoc al micrositing, que es el detalle de donde van localizados cada uno de los aerogeneradores”, agrega.
De igual forma, uno de los puntos focales del proyecto fue la evaluación del impacto ambiental, alineada a la normativa vigente en el territorio nacional. “México tiene una regulación muy importante en este sentido, lo que nos permitió presentar ante las autoridades nuestras proyecciones y, en contraparte, la autoridad, en este caso la Semarnat, contestó los estudios con resultados y solicitudes directas a los inversionistas y empresas involucradas. Tenemos mucha experiencia en ese sentido, ya que Iberdrola cuenta con muchos parques instalados en México. Nos fijamos mucho en ese aspecto, porque el cuidado del ambiente tiene una visión muy ligada a esto, no solamente con su fin, que es la generación de energía limpia, también con su propia coexistencia en el medio en el que se encuentra”.
Para la construcción y puesta en marcha del Parque Eólico PIER II, Iberdrola trabajó estrechamente con el grupo P.I. Mabe, como socio inversionista, compañía poblana líder en el sector textil y de productos de higiene personal. De igual forma, los gobiernos local, estatal y federal otorgaron el respaldo jurídico para la ejecución de la obra, a la par de organizaciones como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Energía (Sener). “Es importante reflejar este punto porque el Gobierno siempre ha apoyado este tipo de generación de energía; incluso, durante el desarrollo de este proyecto, nos enfrentamos a la transición y adopción de la nueva ley, por lo que fue muy importante la interrelación con cada uno de ellos”.
Diseño a la vanguardia
A nivel constructivo, tanto la orografía como las condiciones climáticas de la zona en la que se construyó el parque eólico representaron una situación interesante para la obra, según explica Alfonso Campos. “El terreno se localiza entre los estados de Puebla y Veracruz, punto en donde se genera un choque térmico que produce una gran cantidad de neblina. Esa fue la mayor dificultad que enfrentamos para la construcción del parque; sin embargo, lo subsanamos poniendo medios deconstructivos necesarios para recuperar los plazos. Tal es así, que acabamos antes de la fecha objetivo de la entrada en operación comercial”.
Por la parte geográfica, debido a las condiciones del terreno, una de las grandes cualidades del Parque Eólico PIER II es su diseño. Este fue proyectado a través de una innovadora técnica de supercomputación, para la que se empleó el sistema de Simulación Eólica de Alta Resolución (Sedar), desarrollado por el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona. El máximo aporte de este método fue que permitió ubicar los generadores en los lugares con mayor potencial de producción energética. Con esto, el Parque Eólico PIER II se convierte en la primera infraestructura en su tipo que marca un precedente para Iberdrola, compañía que aplicará esta técnica para el diseño de instalaciones eólicas que presenten una situación orográfica compleja.
“La generación de energía por fuentes renovables tiene un gran nivel de trabajo de manejo de la incertidumbre. El viento es un recurso intermitente que se rige por variables meteorológicas y la única forma de modelarlo es estocásticamente. Además, éste fue un proyecto de montaña a mucha altitud, a más de 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar, que requirió un esfuerzo importante para su procesamiento. Debido a que los modelos actuales de software tradicional sugieren zonas muy llanas; en su lugar se empleó un supercomputadora para realizar estos diseños”, explica.
Iberdrola en México
Para contribuir al crecimiento del segmento de las energías limpias, Iberdrola ha apostado por México, sobre todo ahora que el marco jurídico está evolucionando con la Reforma Energética, impulsado por la instauración de los certificados de energías limpias. “Dentro de lo que contempla la Reforma Energética nacen muchas oportunidades. La transición abre la posibilidad de que las energías renovables se disparen cada vez más y se abra este mercado, aunque ya llevamos mucho camino recorrido en este ramo. La zona del Istmo de Tehuantepec se ha venido desarrollando en los últimos 12 años, se han construido parques en otros estados y, ahora, el parque eólico en Puebla está indicando que hay condiciones para que se construyan proyectos de este tipo. Otros mecanismos, como las subastas de largo plazo, también permitirán afianzar y echar a andar el mercado energético en el segmento de energías renovables, particularmente asegurando que los inversionistas tengan visibilidad en el ingreso de sus transacciones”, concluye.