La veta de oro del Bajío
Conformado por Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y los Altos de Jalisco, el Corredor Industrial del Bajío es uno los enclaves industriales de mayor crecimiento económico en México. Este año, además, la Coparmex anunció la creación de un Corredor Central, el cual pretende detonar el desarrollo regional mediante la integración y cooperación multisectorial de una veintena de municipios
Por Hugo León Morales
Desde hace más de un lustro, con el arribo de empresas extranjeras de los sectores automotriz y aeroespacial, las ciudades del Bajío han comenzado a descollar en los ramos de la construcción y ampliación de parques industriales. Su dinamismo económico ha sido tal que, incluso, ya compiten con las grandes metrópolis del norte de México. A esta expansión económico-industrial se le conoce como el “Boom del Bajío” o “Nuevo Milagro Mexicano”.
Según el Gabinete de Innovación Europa (Gadi), la región es uno de los motores del país y, en conjunto, concentra casi el 17 por ciento del total de la industria en México, por encima de entidades como Estado de México, Ciudad de México y Nuevo León, que representan el 13, 11 y 10 por ciento, respectivamente.
La zona, no obstante, presenta características económico-demográficas singulares. Por un lado, posee una ubicación estratégica, justo en el corazón de México, dentro de un triángulo industrial cuyos vértices son las megalopolis de Guadalajara, Monterrey y la capital de la República. Con un radio de 400 kilómetros cuadrados, aglutina el 60 por ciento de la población total del país y concentra el 80 por ciento del mercado mexicano, así como el 70 en exportaciones y comercio industrial.
Por otro, cuenta con un sistema único integrado por alrededor de 30 ciudades medianas con más de 100 mil habitantes cada una, según datos de Gadi. Las urbes principales son León, la sexta más grande de México con un 1 millón 500 mil habitantes, seguida por San Luis Potosí y Querétaro, con un 1 millón 100 mil cada una. Más abajo se ubica Aguascalientes con 750 mil personas, seguida por Celaya e Irapuato con 500 mil.
Asimismo, la zona posee una vasta red e infraestructura carretera que la enlazan y comunican con el resto del país. Una de sus principales arterias es la carretera federal 57, que une a las ciudades de México y Querétaro con San Luis Potosí y Monterrey. La federal 45, a su vez, forma parte de la Carretera Panamericana. Por el área, además, pasan dos importantes compañías ferroviarias: Ferromex y Kansas City Southern, cuyo cruce ferroviario se localiza en Celaya. También cuenta con dos aeropuertos: el Intercontinental de Querétaro, en el municipio de El Marqués, y el Internacional del Bajío, en Silao.
En este último municipio, en los límites con León, se encuentra Guanajuato Puerto Interior (GPI), un polígono industrial y smart city integrado por docenas de empresas nacionales y extranjeras. Este puerto seco se trata del centro logístico más importante de América Latina, y donde se localiza la terminal intermodal de Ferromex.
La suma de estos factores ha transformado el rostro de la región, convirtiéndola en una de las rutas de comercio internacional más importantes del mundo, pues recibe embarques provenientes de los principales puertos de Asia, que abastecen a los mercados de Estados Unidos, México y Centroamérica.
En 2014, El Bajío aportó alrededor del 29 % de la producción nacional en equipo de transporte, mientras que en 2015 llegó al 30 % – Fuente: INEGI
Un hervidero económico-industrial
Por su ubicación estratégica, la región experimenta una efervescencia industrial sin parangón, sobre todo en los sectores automotriz, aeroespacial y auxiliar. Algunas de las transnacionales asentadas en la zona son las armadoras de General Motors (Silao), Mazda (Salamanca), Honda (Celaya), Nissan y Renault (Aguascalientes), así como las fábricas de motores de General Motors (San Luis Potosí) y Volkswagen. Estas compañías, según información de Gadi, valoran la buena capacidad logística, bajos costos y alta productividad de la región, por lo que han invertido en plantas de menor tamaño, más modernas y flexibles que las existentes en otros países.
Querétaro, por su parte, concentra gran parte del sector aeroespacial. De acuerdo con Gadi, las empresas del ramo encuentran en la entidad algunos de los costos más competitivos a nivel mundial. El estado alberga fabricantes como Bombardier, Aernnova, Ge Aeronautica, Itr, Meggitt, Safran, Elimco, Messier Services, Snecma América, R.E. Peische Co., Navair, Crio, Cessna, Honeywell, Labinal y Kuo. Por otro lado, la entidad es líder en producción y exportación de productos electrónicos y electrodomésticos, gracias a la presencia de firmas como Whirpool, Acros, Mabe, Siemens, Samsung, Daewoo, Diehl Ako, Elica, Bticino y Emz.
El Bajío, igualmente, es una de las regiones productoras de alimentos más importantes de México. Su tradición agrícola, resalta Gadi, se remonta a la época de la Colonia, y sigue viva hoy día gracias al boom de la industria alimentaria. Emplazadas en la zona están multinacionales como Nestlé, Pilgrim’s Pride, Coca Cola, Kellogg’s, Lyncott, Danone, Campbell’s, Gruma, Conagra Foods, Kerry, Bachoco, Unifoods, Gamesa, General Mills, Capistrano y Bimbo, entre otras.
A su vez, empresas especializadas en la elaboración de productos cosméticos y de cuidado personal, como Procter and Gamble y Gillette, eligieron al estado de Guanajuato para instalar las plantas de jabones y rastrillos más grandes del mundo, respectivamente. Algunas otras firmas como Avon, Colgate-Palmolive, Kimberly-Clark, Quidesa, Univex, Praxair, Petramin o Chemiplástica han emprendido acciones similares.
El sector de la construcción tampoco se queda atrás. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la construcción fue uno de los motores económicos en 2016 para la mayoría de estos estados. Tan sólo San Luis Potosí, informa el organismo, reportó el mayor avance registrado en la zona, con un alza anual de 10.5 por ciento hasta mayo del año pasado. El aumento de esta actividad industrial tampoco fue deleznable en otros estados: en Querétaro fue del 2.5 por ciento anual a mayo de 2016, mientras que en Guanajuato y Aguascalientes fue de 3.6 y 1.2, respectivamente.
Sumado a lo anterior, la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) anunció en octubre del 2016 que invertirá alrededor de 7 mil millones de dólares para incentivar el desarrollo de nuevos complejos industriales y la modernización de los ya existentes en 22 estados de la República.
Pablo Charvel Orozco, presidente de la AMPIP, indicó que El Bajío será una de las regiones que experimentará mayor desarrollo, junto a entidades como Jalisco, Nuevo León y Baja California.
Como consecuencia de la efervescencia económico-industrial que experimenta la región, algunas universidades públicas y privadas locales han reorientado su programa de estudios. Un ejemplo es la Universidad Politécnica de Juventino Rosas, ubicada en un área denominada Laja-Bajío, en Guanajuato, y que ya ofrece la carrera en Ingeniería de Plásticos y Polímeros, una licenciatura única en el país en la que los estudiantes reciben una formación especializada en el procesamiento de materiales para la industria metalmecánica, específicamente. Lo anterior gracias a que en este lugar han desembarcado varios fabricantes automotrices, cuyos productos son elaborados a base de plástico hasta en un 40 por cierto, además de metales.
El Corredor Central del Bajío
En noviembre pasado, Jorge Rafael Coffau Kayser, presidente de la Federación Centro Sur de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), encabezó la presentación del Corredor Central del Bajío, conformado por 25 municipios de ocho estados del país (Puebla, Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro, Estado de México, Hidalgo y Michoacán). Este proyecto tiene como objetivo primordial garantizar la permanencia de una política pública de atracción de inversión y desarrollo económico para la región.
Inspirado en el Corredor Central de Alcalá de Henares, en España, busca incentivar la cooperación técnica y promoción de negocios, el intercambio comercial y proyectos conjuntos.
El Corredor aglutina a más de una veintena de municipios, donde operan diez centros empresariales afiliados a la Coparmex, además de cuatro Federaciones: Bajío, Norte, Centro Bajío, Centro y Centro Sur. La intención es duplicar la cifra de atracción de inversión en ciudades como Querétaro. Otro de sus propósitos es atender asuntos de mejora regulatoria, desarrollo urbano y seguridad.
El futuro del Corredor Industrial
Pese a los logros obtenidos por el Corredor Industrial del Bajío, todavía están por resolverse algunos desafíos que ameritan soluciones urgentes. Uno de ellos es justamente el abasto de luz eléctrica.
Junto a este tema, otro de los retos a superar es el de la disponibilidad de espacios y servicios para las diferentes compañías asentadas en la zona, sobre todo las relacionadas al sector automotriz.
En el caso de Guanajuato, la llegada de inversión extranjera, impulsada principalmente por las plantas ensambladoras, ha desembocado en una mayor demanda de espacios industriales.
Por estas razones, el Bajío debe “crear las condiciones físicas territoriales y una infraestructura complementaria”, señala el Plan maestro del corredor logístico industrial automotriz del Bajío de Tonahtiuc Moreno-Codina, académico de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
La meta, explica el documento, es desarrollar “un modelo de regionalización” para determinar la optimización de la ubicación de los emplazamientos industriales, la composición de su trazado poligonal y la ingeniería urbana a implementar en la región.
El bajío, una región de alta accesibilidad
Guanajuato Puerto Interior
Ubicado en Silao cuenta con aduana, plataforma intermodal, zona de servicios, zona franca, parques industriales y una terminal de carga terrestre y aérea
Transporte por carretera
Posee el mayor número de kilómetros de autopistas y carreteras a nivel nacional, conectadas con todas las vías y puntos principales de México y Estados Unidos
Aeropuertos
Al norte, el Aeropuerto Internacional del Bajío, que cuenta con numerosas rutas internacionales para pasajeros
Al sur, el Aeropuerto Internacional de Querétaro, consolidado como el segundo principal aeródromo de carga del país
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El corredor central y sus desafíos
Aunque El Bajío figura como uno de los núcleos para la manufactura en México, otros estados colindantes también están cobrando fuerza en el sector, que ya representa el 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según datos de la Coparmex.
Juan Manuel Ávila Hernández, Presidente del Comisión de Energía de la Coparmex en Aguascalientes, señala que la creación de un nuevo Corredor Central, integrado por ocho estados del país, responde a una lógica económica que proviene de la cadena de suministro en la que están interconectadas las empresas: “Veámoslo como el NAFTA, sería ilógico, como lo pretende Donald Trump, que Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato se quisieran separar. La industria está muy fuerte en otros estados, más allá de El Bajío, y con la integración del Corredor la proyección es subir la cifra del PIB al 7 por ciento, lo que conlleva beneficios en el mejoramiento de la infraestructura de los estados y un mejor nivel de vida para sus habitantes”, asegura Ávila.
Luego de la agitación provocada por el retiro de inversiones de empresas automotrices estadounidenses en México, Ávila comenta que “el panorama se vislumbra complicado”, dado que fue justamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte lo que detonó el crecimiento industrial.
“En caso de que se rompa el tratado como lo conocemos, esto no quiere decir que se vuelva una estructura ociosa. Hoy estamos menos apalancados con Estados Unidos porque poco a poco nos hemos diversificado, por ello la estrategia es enfocarnos en otros mercados como Sudamérica, Europa o Asia. México ha sido un campeón en establecer tratados de libre comercio, pero no ha sabido cómo aprovecharlos por completo y es evidente que la industria automotriz nacional no está hecha sólo para Estados Unidos”, indica Ávila.
En cuestión energética, agrega que la disminución en la compra de energías renovable en Estados Unidos podría convertirse en un estímulo para el sector: “Si hay excedente de producción en China, por citar un ejemplo, pueden bajar los precios de los componentes para fabricar paneles solares como los inversores, debido a la sobreoferta. Además, más del 60 por ciento del gas que consumimos proviene de Estados Unidos, y al no poder depender de un socio comercial que no está actuando como tal, lo que va a estar latente será creación de microrredes”.
Constructor Eléctrico (CE): ¿Qué sectores de la industria manufacturera han tenido mayor desarrollo en la región?
Juan Manuel Ávila Hernández (JMAH): Sin duda, el automotriz. De 2008 a 2015 este sector creció tan sólo en Aguascalientes un 49 por ciento, mientras que el sector primario tuvo un alza del 26 en el mismo periodo. En otros estados como Guanajuato, Aguascalientes o Querétaro, el tema agrícola y minero ha cobrado un gran empuje, pero nosotros nos mantenemos como una región manufacturera. Además, la gran fortaleza de Nissan está aterrizada en Aguascalientes, con tres plantas, una de ellas es la más grande del mundo. Las otras firmas japonesas están asentadas en Guanajuato y Querétaro. Este último estado tiene un desarrollo muy fuerte en el tema aeroespacial; Bombardier hizo una de las mayores inversiones del mundo en la zona.
(CE): ¿A qué responde este crecimiento sostenido, además de las ventajas geográficas que ofrece el Corredor?
(JMAH): Es innegable el dinamismo social y gubernamental debido a una serie de estrategias más encaminadas a la atracción de inversiones. Por ejemplo, ahora que está en boga el tema del NAFTA los proyectos de gobierno se han establecido a largo plazo. Desde que se planteó la plataforma industrial de México para integrarse al Tratado siempre se tuvo ese objetivo. Ha habido un seguimiento a las políticas de gobierno, independientemente de la alternancia, y se ha mantenido la misma política industrial con la participación de la sociedad y el empresariado.
(CE): Ante el crecimiento del área industrial, ¿la demanda de energía ha aumentado? De ser así, ¿qué medidas deben tomarse para garantizar el suministro?
(JMAH): En el caso específico de Aguascalientes, de 2008 a 2015, el consumo eléctrico creció 22 por ciento. A diferencia de otros estados como Querétaro y Guanajuato, nosotros no somos generadores de electricidad, y si homologamos los tres estados tenemos un déficit eléctrico del 60 por ciento al corte de 2016. Sin embargo, gracias a la Reforma Energética, esta situación ha cambiado porque luego de las dos subastas de largo plazo realizadas en 2016 van a aterrizarse algunos proyectos en Aguascalientes y Guanajuato. Éstos van a producir más energía y nosotros vamos a empezar con la ventaja logística. A finales de mes, se dará a conocer un ferropuerto de hidrocarburos y logística, el primero en el país. Vamos a tener una terminal de almacenamiento y reparto donde los gasolineros del país podrán rentar capacidad para tener un suministro independiente al de Pemex y comprar gasolina a empresas extranjeras.
(CE): ¿Qué otras medidas deberán ejecutarse para garantizar el suministro en la región?
(JMAH): En Aguascalientes están aterrizando seis proyectos de cinco empresas, y en la modalidad de generación distribuida estamos hablando de 16 mil a 20 mil puntos de interconexiones dispuestos en todo el país. En la calle es evidente la cantidad de paneles solares que hay en las casas y comercios, ya que la tecnología solar ha sido la más colocada en ambas subastas. Con tanto sol que hay en México sería ilógico pensar que no habrá crecimiento. Esto revertirá la tendencia de la región de ser importadora de electricidad e incluso convertirse en una exportadora. Vamos a ser estados verdes con energía más limpia y económica.
(CE): Se habla de El Bajío como un frente común para el desarrollo económico, ¿con qué asociaciones y empresas han hecho alianzas para lograr este objetivo?
(JMAH): Principalmente con organizaciones de la sociedad civil para lograr más participación ciudadana. Hemos hecho agendas conjuntas con ellas y con los gobiernos locales para impulsar diversas iniciativas, como una reforma al transporte público. También se creó el comité anticorrupción, donde el primer fiscal nombrado durante esta administración fue elegido a través de un proceso público. Así obtenemos un gobierno más participativo con una sociedad igualmente participativa, cuyo resultado será un mayor desarrollo.
(CE): ¿Qué oportunidades y desafíos representa para los contratistas el auge de infraestructura?
(JMAH): Representa una oportunidad, sin embargo, no hay una proveeduría local tan alta como debería, aunque es un fenómeno que esperamos que se vaya dando con el tiempo. Dependencias como la Secretaría de Energía, de Economía y la de Desarrollo Económico en los estados tienen programas, a nivel general, para impulsar a los proveedores de la industria eléctrica.