México y su injustificable retraso en energías renovables
México tiene 30 años para combatir los efectos del cambio climático, según el Acuerdo de París, al cual está suscrito, sin embargo, aún se discute si debe entrar en operación una nueva planta termoeléctrica.
A un día de celebrarse el foro La urgente transición energética en México: acciones necesarias para cumplir con el Acuerdo de París, Daniel Chacón Anaya, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía (PMCE), una de las instituciones organizadoras del evento, explica que la decisión de sí continuar con el proyecto de la nueva planta termoeléctrica en Morelos es un ejemplo de que la política energética de la administración pasada estaba muy inclinada hacia el uso del gas natural. “Todas las inversiones en el uso del gas natural deberían evitarse y cambiarse hacia el uso de energías renovables”, afirma el especialista.
Considera un “pretexto” justificar la falta de inversión en este rubro con la variabilidad de las energías renovables. Asimismo, explica que las inversiones “ya se hicieron malamente”, al referirse a diversos proyectos de ciclo combinado, sin embargo, “las energías renovables son las más convenientes desde el punto de vista económico y ambiental”.
A pesar de que México es un país rico tanto en sol como en viento, todavía tiene un 75 % de dependencia de combustibles fósiles contra un 5 % de uso de energías renovables y un 25 de limpias.
Para Chacón “estamos muy atrasados, y ni por desarrollo histórico, recursos naturales o por la economía de las energías renovables -que son más baratas que las convencionales-, se puede explicar el retraso del país”.
¿Qué necesitamos que haga la actual administración para garantizar que llegaremos al 2050 con los índices que establece el Acuerdo de París? “Una declaración formal de que vamos a seguir el acuerdo de París y un programa que debe estar incluido en el Plan Nacional de Desarrollo”.
En cuanto al papel del Consejo Regulador de Energía (CRE), es relevante ya que, en palabras del vocero, “en un mercado eléctrico abierto e incluso en un mercado eléctrico monopólico no debe quedar en manos de las propias empresas energéticas la regulación de las reglas”.
Energy Management (EM): ¿Cuál es el estatus de México en cuanto a energía renovables?
Daniel Chacón Anaya (DCA): Tenemos un porcentaje de energías renovables (solar, pequeñas hidros y geotermia) del orden de 5 %. Si consideramos todo el universo de energías limpias –grandes hidros y energía nuclear–, sería 25%. Entonces, la respuesta es: estamos muy atrasados.
La transformación al uso de energías renovables tiene justificación económica ya que costarían la mitad de lo que cuestan las energías fósiles.
EM: ¿México tiene el dinero y la tecnología necesarios para esta transición?
DCA: Sí. Hay un espacio muy grande para introducir las energías renovables, eso permitiría ir haciendo cada vez más verde la matriz eléctrica del país. El hueco que ha dejado el uso de plantas obsoletas que ya deberían estar retiradas de la generación eléctrica se pretendió llenar con gas natural, pero éste es más caro que las energías renovables, además de ser importado y de generar gases de efecto invernadero. Esa no es la solución. La solución es, precisamente, llenar ese hueco con la energía solar y eólica, y, sobre todo, con geotermia y biomasa.
EM: ¿Cuánta inversión se necesitaría para lograrlo?
DCA: Si la energía generada en el país fuera 100 % renovable, el costo de la electricidad sería la mitad o menos de lo que cuesta ahora.
Las inversiones se tienen que hacer. La creciente demanda y el retiro de las plantas viejas exige hacer inversiones. Ante esa necesidad ineludible lo que se tiene que escoger es cuál es la inversión más conveniente y ahí es donde las renovables salen ganando.
EM: ¿Qué debe hacer la actual administración para lograr llegar al objetivo del Acuerdo de París?
DCA: Primero hay que renovar el compromiso del seguimiento del Acuerdo de París. Necesitamos que haya una declaración formal de que vamos a seguir el Acuerdo y la trayectoria de los 2°C, y en base a esa declaración desarrollar un programa que debe incluirse en el Plan Nacional de Desarrollo.
EM: ¿En qué posición están ustedes con respecto a la termoeléctrica de Morelos?
DCA: Hay una tendencia por construir plantas a base de gas natural; este proceso se llama ciclo combinado. Años atrás se empezaron a construir una gran red de gasoductos, un número muy grande de plantas de ciclo combinado. La construcción de la planta de Morelos se acaba de terminar y apenas va a comenzar su operación, pero existen más plantas que se están construyendo en algún lugar del país en este momento que van a producir energía eléctrica muy cara y que para que recuperen su inversión necesitan permanecer en operación 30 años, tiempo durante el cual, no sólo van a producir energía el doble de cara de las energías renovables, sino que van a emitir una gran cantidad de gases de efecto invernadero, lo cual nos aleja del cumplimiento de las metas de París.
El hecho de que esa planta opere es un ejemplo de que la política energética –no de esta administración, porque se construyó en la administración pasada–, estaba muy inclinada hacia el uso del gas natural.
EM: ¿Qué piensa de los argumentos a favor de que opere la termoeléctrica?
DCA: Un argumento en contra de las energías renovables es que son intermitentes. Sí, es cierto, pero nosotros solo usamos un 5% contra un 35, 40% que utilizan países como Alemania, que tiene la mitad de la irradiación solar que tenemos nosotros. Con esto podemos ver que, en nuestro país, las energías renovables pueden avanzar sin necesidad de medidas extraordinarias que compensen su variabilidad. Ese es un pretexto para no hacerlo. Tenemos mucha cancha para meter energías renovables.
EM: Aunque el argumento más fuerte es la inversión que ya se hizo…
DCA: La pérdida ya está ahí. Ya invertimos malamente el dinero, ¿esa mala inversión justifica que estemos operando una planta y pagar recibos de gas cada mes a un precio muy alto durante 30 años? ¿estamos dispuestos a pagar el doble de lo que sería si tuviéramos energía gratis del sol y del viento? Creo que no sería justificación el hecho de haber invertido malamente en su construcción.
Ese es el tipo de decisiones que se tienen que tomar.
De entrar las renovables, las plantas de combustibles ya no van a poder competir; su planta de gas se va a quedar inutilizada.
EM: ¿Qué papel juega el Consejo Regulador de Energía (CRE) en el apoyo a las energías renovables y limpias para alcanzar los objetivos de París?
DCA: La CRE es un órgano necesario y común en muchos países. En un mercado eléctrico abierto, e, incluso, en un mercado eléctrico monopólico, no debe quedar en manos de las empresas energéticas la regulación de las reglas. Es como dejar en manos de los jugadores de futbol la interpretación de las reglas del partido, para eso se tiene un árbitro que no responde a los intereses de ninguno de los equipos. La Comisión Reguladora es eso, un árbitro que aplica las reglas, que produce las reglas con independencia para tomar decisiones no sesgadas.
Es fundamental, en un país que tiende a tener un mercado eléctrico eficiente, que alguien vele por la seguridad en el suministro de electricidad y porque los costos sean los más bajos para los usuarios.
EM: ¿Y el futuro del petróleo?
DCA: La parte petrolera no me preocupa mucho. El uso más importante del petróleo –hasta 80% a nivel mundial– es para alimentar vehículos.
En un tiempo muy corto vendrá un cambio transformacional en los vehículos: van a dejar de consumir hidrocarburos y van a ser eléctricos; van a ser mucho más baratos de operar y de adquirir y, por ende, va a terminar el uso del petróleo. Ese cambio va a ocurrir en aproximadamente en 10 años.
El destino del petróleo está escrito.
Numeralia
- 5 % anual es el crecimiento de la demanda eléctrica en el país
- 75 % de la energía se produce por combustibles fósiles
- 5 % de la energía se produce por medio de las renovables
- 2050 es el año que fijó el Acuerdo de París para lograr el objetivo de limitar el incremento de la temperatura global.