Apresurar el paso hacia la digitalización
La infraestructura de la industria eléctrica en México está en su límite; el surgimiento de tecnologías digitales, la llegada de tecnologías de energía distribuida cada vez más asequibles y la descarbonización están cambiando el panorama de esta industria considerada clave en nuestro país
Fotografía superior: IoT, cadenas de bloque, industria 4.0 y las smart grids son algunas de las macrotendencias que están transformando la gestión de activos del sistema eléctrico
Por Ana Carolina Salas
“Nos encontramos en un momento trascendental de la historia de nuestro país, ya que en meses pasados se elaboró y publicó el Plan Nacional de Desarrollo, y la industria eléctrica es considerada como actividad clave para el desarrollo económico, social y ambiental del país”, afirma en entrevista para Energy Management, Hugo Gómez Sierra, presidente de la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (Caname).
Agrega que en la Cámara tienen claro que el principal reto para que las empresas sean competitivas es lograr la continuidad en los procesos de innovación.
Sin embargo, este no es el único desafío al que se enfrenta el sector energético en el país, la descentralización, digitalización y descarbonización se suman a los cambios en la conducta del consumidor, normativos, en los precios y la disponibilidad del combustible, así como a las crecientes restricciones medioambientales, sin olvidar que México tiene el compromiso de llegar a una matriz energética por medio de renovables de 35 por ciento en el 2024 y de 50 por ciento en el 2050. Hoy estamos en un porcentaje de 23.7.
Prioridades del país
“La prioridad más importante es garantizar el abasto para que el país tenga la energía requerida para su desarrollo”, comenta Gómez.
En nuestro país, según el directivo, la infraestructura es suficiente pero está en su límite, por lo que considera necesario reforzar la generación, transmisión y distribución para tener un sistema que soporte el crecimiento del país.
“Otro de los retos es que todo esté interconectado al sistema nacional para que de esta forma tengamos un sistema más flexible”, agrega la entrevistada.
Lo anterior implica fortalecer el sistema y crear plantas de generación, hacer inversiones públicas o públicas privadas, y robustecer el sistema de transmisión que, según Gómez, “ya se encuentra saturado”.
“No hay energía más limpia que la que no se usa”, comenta. Abatir el consumo energético en todos los factores del sistema la necesidad de construir nuevas plantas va a reducir y la necesidad de inversión del estado para generación de plantas también disminuye.
Sumarse a la tecnología
El desafío durante los próximos años será promover las tecnologías emergentes y, al mismo tiempo, mejorar las tradicionales para que puedan operar juntas en el sistema eléctrico mundial. Esta transformación está motivada por tres importantes tendencias: el surgimiento de tecnologías digitales, la llegada de tecnologías de energía distribuida cada vez más asequibles y la descarbonización gracias a la maduración de las opciones de energías renovables y de bajo consumo.
“En la parte del sistema eléctrico hay necesidad de nuevas tecnologías, no en el sentido estricto del sistema de transmisión y generación, sino más bien en la gestión de los activos donde hay un cambio acelerado a través de la digitalización de procesos”.
Y es que todas las tecnologías están convergiendo hacia la digitalización. “Hablando de macrotendencias como el internet de las cosas, las cadenas de bloque, las ciudades inteligentes, la industria 4.0, todas están relacionadas con el sector eléctrico”.
Gómez Sierra define a la smart grid como la convergencia de la digitalización con los sistemas eléctricos, lo cual se hace a través de los sistemas digitales e inteligencia artificial, colección de datos y la gestión de los activos eléctricos.
“Eso funciona, sobre todo, para las empresas como CFE que tienen activos en toda la cadena para gestionarlos de una forma más eficiente y para los cambios como la forma de consumo, la intermitencia, la generación distribuida, la demanda distribuida, la demanda aleatoria. No vamos a poder manejar todos estos factores que están cambiando como se hacía antes, necesitamos datos”.
Aunque, aclara, en México todavía estamos en una etapa incipiente. “Hay muchos esfuerzos teóricos, muchas pruebas piloto, pero no hay un esfuerzo nacional en relación a la smart grid, es un proceso más aleatorio porque hay otras prioridades”.
El almacenamiento, tema pendiente
Gómez Sierra señala que el almacenamiento es un gran reto de la transición energética, “sobre todo en las renovables porque son intermitentes”. De lograr superar este problema, según su visión, “se liberaría la fuerza de estas energías de manera exponencial”.
Participación de la Caname
Las nuevas tecnologías fundamentalmente tienen que ver con energías renovables. La Caname, explica Gómez Sierra, “participa en este compromiso que tiene el país de ir evolucionando gradualmente a una matriz energética menos dependiente de los combustibles fósiles”.
“Hemos desarrollado 770 normas mexicanas y 237 normas mexicanas referidas. Hemos hecho normas de eficiencia energética en motores, transformadores, alumbrado público, de tipo residencial, con la intención de reducir sustancialmente el consumo energético en todos estos productos”.
El ahorro de energía se ha promovido a nivel institucional, no sólo a través de normas técnicas. Se han creado organismos públicos como la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) y el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), junto con la implementación de programas específicos como el Cambio de Horario y el Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico.
Asimismo, colaboran estrechamente con los comités nacionales de normalización que les permiten aportar el conocimiento y talento de sus afiliados a las iniciativas de eficiencia energética del estado.
Combate a la ilegalidad
“La piratería es un tema que ha existido, existe y existirá en todos los ámbitos. Nosotros trabajamos muchísimo con las autoridades para reducir los productos que no cumplen con las características normativas que requiere el mercado. De esta forma se evita el daño personal y patrimonial y se asegura la durabilidad del producto”, afirma Hugo Gómez Sierra.
Para ello, sostiene, trabajan con la administración general de aduanas, la Profeco, los organismos normativos; en tanto que como Cámara dan seguimiento a productos apócrifos para llevarle a la autoridad los casos y pedirle que actúe.
“Es imposible parar esto, pero ha disminuido y hacemos un trabajo continuo”, puntualiza el presidente de Caname.
“La industria de manufacturas eléctricas resultará fundamental para el desarrollo de soluciones de smart grids, por ello es importante contar con un plan de desarrollo de la infraestructura requerida para su implementación, donde sin lugar a duda podemos encontrar mecanismos para construir sinergias entre el sector público y privado”:
Hugo Gómez Sierra, presidente de la Caname
Importancia del sector
El sector de manufacturas eléctricas participa con el 3 por ciento del PIB industrial y con el 0.5 por ciento del PIB nacional, brinda empleo directo a más de 195 mil trabajadores y tiene un crecimiento sostenido de más de 8 mil 950 empleos anuales. Se ubica entre los primeros 10 subsectores industriales con mejores promedios en remuneraciones vs total empleados, y están dentro de las seis industrias con mayor personal ocupado.
Gómez menciona que sus manufacturas son reconocidas por su calidad en el extranjero, lo que les permite llegar a 175 países en los 5 continentes. Para el año 2018, las exportaciones de manufacturas eléctricas sumaron 32 mil 487 millones de dólares.
“Tenemos un efecto multiplicador en 11 ramas manufactureras y 17 clases de actividad que le destinan el 13 por ciento de su producción, por lo que representamos un sector estratégico para el desarrollo de las pymes a nivel nacional, y la inversión extranjera directa captada en el sector (en promedio en los últimos tres años) fue de 476.5 millones de dólares”, finaliza.