Energía maremotriz
El Pelamis emerge desde el fondo marino.
Apoyos Financieros o asociaciones entre estratos aparecen como el campo más firme para edificar este tipo de energía.
En todas las latitudes del planeta, las empresas se han enfocado en la generación de energías alternativas a los combustibles fósiles y en la reducción del consumo eléctrico. La fuerza de las olas se ha convertido en una fuente de energía utilizable en ascenso.
Por Christopher García.
No es un misterio que las olas del mar son generadoras de una cantidad incuantificable de energía. Basta recordar que los continentes cambian de sitio por efecto del movimiento marino y que durante los tan temidos huracanes el poder del mar se torna devastador. Investigadores del rubro, expertos e ingenieros han desarrollado tecnología que permite transformar tal movimiento en energía eléctrica útil.
Uno de los sistemas empleados para tales efectos es el Convertidor de Energía Maremotriz Pelamis (su nombre proviene de una serpiente marina que habita en aguas tropicales y subtropicales), el cual utiliza el movimiento de las olas para obtener electricidad. La flexión de las secciones cilíndricas semisumergidas por efecto de las olas es la que genera energía.
Principios y funcionamiento
Se trata de un convertidor para atenuar la energía de las olas, con un diseño vanguardista en capacidad de supervivencia. Su forma delgada y alargada logra que sea prácticamente invisible para las fuerzas hidrodinámicas, como la inercia, el arrastre o el slamming (impacto de la estructura inferior de un barco sobre superficies marinas), las cuales incrementan la carga en olas grandes.
La novedosa configuración de sus empalmes se utiliza para inducir una respuesta resonante de acoplamiento cruzado sintonizable. El control de contención aplicado a los empalmes permite elevar el volumen de la respuesta resonante en mares pequeños, donde se debe maximizar la eficiencia de captura, o disminuirlo para limitar las cargas y movimientos en condiciones de supervivencia.
Una serie de cilindros hidráulicos opone resistencia al movimiento imprimido por las olas. Los cilindros bombean aceite a través de los motores hidráulicos mediante acumuladores hidráulicos alisantes. Una vez que se bombea el aceite, los motores impulsan los generadores eléctricos para producir electricidad.
La energía de todos los empalmes se envía por medio de un cable único a un entronque que se encuentra en el fondo del mar. Diversos aparatos pueden ser conectados juntos y acoplarse en la orilla utilizando un sólo cable proveniente del fondo marino.
Desarrolladores y proyectos
La empresa escocesa Pelamis Wave Power se ha encargado de investigar y construir prototipos y distintos diseños existentes del Convertidor, el cual se erigió como la primera máquina en utilizar las olas provenientes de mar abierto para generar energía directamente a una red, cuando se conectó a la red de distribución del Reino Unido en 2004.
El primer prototipo de máxima escala fue probado en Orkney, Escocia, en el Centro Europeo de Energía Marina (EMEC, por sus siglas en inglés), entre 2004 y 2007. Tras ese evento, Portugal se convirtió en sede del primer parque de energía maremotriz, en 2008, cuando se construyó el Aguçadoura Wave Farm sobre la costa Noroeste del país, cerca de Próvoa de Varzim. El parque, con una capacidad de 2.25 MW, requirió de tres Pelamis P1, primera generación, y generó energía en julio de 2008.
El proyecto inglés
De acuerdo con informes de Pike Research, firma encargada de investigar y realizar consultas de mercado que brindan análisis profundos sobre el estado de la industria manufacturera de la energía limpia, la Unión Europea se encuentra a la cabeza en el establecimiento y desarrollo de complejos para la obtención de energía maremotriz, y continuará en ese sitio por lo menos hasta 2020.
Lo anterior puede corroborarse cuando se echa un vistazo al nuevo complejo de pruebas, llamado FabTest, que se encuentra localizado en Falmouth Bay sobre la costa Sur de Cornwall. Las instalaciones servirán para que los desarrolladores tengan fácil acceso a un sitio pronto a puerto, donde puedan probar sus distintos aparatos antes de seguir adelante y realizar pruebas con un mayor número de máquinas en las instalaciones de demostración de Wave Hub, conectadas a la red inglesa, las cuales se encuentran en la costa Norte de Cornwall.
El proyecto pretende asociar a las organizaciones académicas con las comerciales para edificar un parque de energía marina en la región. Falmouth Harbour Commissioners (FHC) y The Crown Estate firmaron un contrato de arrendamiento y obtuvieron licencia de la Organización para el Manejo Marino (MMO, por sus siglas en inglés), lo que les permitirá atar a la costa convertidores de energía maremotriz. Los sistemas serán manipulados por FHC y la Universidad de Exeter.
Expertos comentan que otro propósito del complejo es brindar a los desarrolladores un proceso de aprobación racionalizado para aparatos individuales, en un área que presenta condiciones adecuadas al contar con un fondo marino y una profundidad que no interfieren con el tránsito del mar.
Situación general
A pesar de que los desarrollos en Inglaterra ostentan muchas ventajas y proyecciones a futuro, el escenario no se repite en otras latitudes.
Según reportes de la firma investigadora, el uso de cables submarinos de alto voltaje para conectar parques de energía maremotriz en mar abierto va a la alza, lo que significa que los proyectos que utilizan cables de transmisión submarina elevarán su número de sólo 60 en todo el orbe a 350 para 2020. El crecimiento exponencial liberará una presión significativa sobre la industria manufacturera existente hasta la fecha.
El incipiente estado de la industria mundial provocará, entonces, que el continente europeo siga a la cabeza hasta el año 2020, según los cálculos de Pike Research, contando con casi tres cuartos del total de proyectos alrededor del mundo, seguido por Asia y Norteamérica en segundo y tercer sitio, respectivamente.
Si bien es cierto que la fuerza del mar representa una opción altamente viable para la industria de la energía eléctrica, la situación actual, sobre todo la de la industria manufacturera, acusa serias vicisitudes y atrasos tecnológicos que impedirían desarrollos veloces, sostenibles y funcionales a corto plazo.
Investigación, apoyos gubernamentales, particulares o asociaciones entre diversos estratos interesados aparecen como el campo más firme para edificar este nuevo tipo de energía limpia y totalmente al alcance.
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