Enclavada en la capital neoleonesa, Conductores del Norte se ubica entre las tres mejores proveedoras de conductores eléctricos para la industria. A casi cuatro décadas de su origen, para el director General, el ingeniero Martín Quintanilla, ofrecer las herramientas, los equipos y el servicio que el cliente precisa es la mayor fortaleza de la empresa y su clave de éxito.
Productos de calidad y servicio a la medida, las principales cualidades de conductores del norte.
Bajo los principios de innovación constante, atención personal y compromiso permanente, el liderazgo de Martín Quintanilla ha logrado conducir a la empresa hasta la cima del sector de productos de aluminio. Más allá de sentirse satisfecho, Quintanilla confiesa que su naturaleza lo impulsa a no conformarse y a buscar siempre rumbos aún mejores para la empresa. Este impulso ha traído consigo el desarrollo de talento en el interior de la empresa, gente que crece a la par, respalda y se siente respaldada, y constituye uno de los pilares que la sostienen.
“Cuando le tienes cariño a la empresa donde trabajas, Buscas por todos los medios que sobresalga y que sea la primera en todo”
Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo surge Conductores del Norte?
Martín Quintanilla (MQ): La empresa nace en 1976. Empezamos con equipos fabricados por nosotros y algunas máquinas usadas que compramos en EUA y que usábamos para hacer cables de cobre, único producto que fabricábamos.
CE: ¿Cómo ha sido su desarrollo?
MQ: Al entrar a trabajar a Conductores del Norte, realizaba las funciones de ingeniero de proyectos y mantenimiento. Nos dimos cuenta de que el mercado de aluminio necesitaba más competidores. Entramos a ese mercado, con frescura, jóvenes, con ganas de trabajar, y conseguimos la certificación en 1988. Así empezamos a vender cables desnudos de aluminio.
Fuimos ganando reconocimiento en el mercado como empresa que daba tiempos de entrega muy cortos, producto a la medida y lo entregaba donde lo querían. Nos dimos cuenta de que el mercado de contratistas estaba desaprovechado, así que fuimos con ellos. Empezó a correrse la voz, porque en realidad en ese entonces no le invertíamos mucho a la imagen. Pasa el tiempo y de voz en voz llegamos a ser la tercera fuerza en México en cuanto a conductores eléctricos se refiere. La gente fue percibiendo que el mejor servicio del mercado era el de Conductores del Norte.
Intentamos darle un giro a la empresa y no vender únicamente cables de cobre y desnudos de aluminio; comenzamos a vender cables forrados de aluminio. Con gran esfuerzo, excelente servicio y calidad probada, en tres años dominamos el mercado de cables de baja tensión de aluminio forrado.
CE: ¿Qué importancia tiene la calidad y el servicio al cliente para Conductores del Norte?
MQ: La calidad tenemos que cumplirla. Es un hecho: sin calidad, no puedes salir al mercado. Así, teníamos que pulirnos con el servicio, con la necesidad del cliente. Visitamos a los clientes, vamos a las obras de los contratistas, les ayudamos con análisis para que realicen sus instalaciones más rápido, con menos costo e incluso les fabricamos herramentales que les facilitan la instalación.
CE: ¿Qué diferencia a la empresa de sus competidores?
MQ: Que somos muy flexibles. Sabemos fabricar la mayoría de los productos del mercado y los hacemos bien; los entregamos en el tiempo que el cliente lo requiere. Al cliente le interesa mucho no despilfarrar. Si quiere tres tramos de 555 metros, eso le damos. Muchas veces en el mercado se dice: “yo tengo carretes de 500 o 1 mil metros, si quieres”.
CE: ¿A qué retos se ha enfrentado para posicionar a la empresa?
MQ: Seguimos creciendo y cada vez metemos más productos al portafolio, porque vivir de un solo producto –ahora que está muy competido el mercado– es sumamente difícil.
Hemos tenido problemas porque los productos que dominábamos cada vez se vuelven más commodities y compiten con empresas trasnacionales que han entrado al mercado y se han posicionado rápidamente. Los márgenes siguen bajando; a todo mundo nos cuesta más caro la operación, la materia prima, el metal, la energía eléctrica; sin embargo, tenemos que bajar los precios porque la competencia ya no sabe competir con otra cosa.
CE: ¿Qué importancia tiene el personal para la empresa?
MQ: Lo más valioso que tiene Conductores del Norte es su gente. Tengo más de 25 años en la empresa, y casi toda la gente que conocí al entrar sigue siendo empleado de la compañía. Tratamos de desarrollarlos. Muchos de ellos contaban con estudios básicos y ahora ya cuentan con alguna ingeniería. El desarrollo de talento en nuestra organización es importante, porque cuando el personal se siente identificado con la empresa, no necesitas andar tras de ellos: ya tienes una persona que te ayuda y no una persona que tienes que cuidar.
CE: ¿Cómo define el liderazgo?
MQ: Nosotros tenemos un lema de toda la vida: “Nadie es mejor que todos juntos”. El trabajo en equipo es esencial. Todo lo que sucede en cada área lo conocen en las demás. Tenemos un plan estratégico, que trasladamos hasta los operadores; nace de un análisis de mercado y va y termina con el operador.
CE: En cuanto a responsabilidad social, ¿qué medidas considera la empresa?
MQ: Hay algo en lo que hago mucho énfasis: nuestra planta está en una comunidad muy cerca de Monterrey; la mejor herencia que la gente puede dejarle a sus hijos dentro de esa ciudad, que sigue creciendo, es una empresa sólida y fuerte, que le dé trabajo a sus hijos. De hecho, ahora, muchos de los hijos de los hijos ya trabajan con nosotros. Es algo que nos llena de orgullo: ver que la comunidad se desarrolla y crece a la par de la empresa.
Tenemos muchas estrategias de responsabilidad social que van ad hoc con el crecimiento y con querer ayudar a la comunidad; no obstante, algo intangible es eso: estamos haciendo una empresa en la cual el papá entró como operador, pero el hijo entra como ingeniero. Ésa es la clase de cultura que estamos desarrollando. Es muy importante que vayas a las escuelas y des pláticas, que te acerques a la comunidad, que conozcas sus necesidades y veas la manera de participar en su desarrollo. Todo con la finalidad de formar familias de bien.
CE: ¿Cuál considera su mayor logro como director de la compañía?
MQ: Ser líderes en el mercado en México en cables de baja tensión de aluminio. En todos nuestros productos hemos logrado liderazgo nacional. Nuestra mejor publicidad es el servicio, que el cliente nos busque como solución para sus problemas.
CE: ¿Cuáles son los principales productos que ofrece al mercado?
MQ: Contamos con una gran variedad de productos de cobre: cables para construcción, cables controles, cables para bomba sumergible, cables portaelectrodos, por mencionar algunos. Ésa es una de nuestras principales ventajas. Tenemos un portafolio muy grande, en el que, si llega a caerse una familia de productos, hay otros que seguimos fabricando. El aluminio es nuestro fuerte, por lo que la gente nos conoce, y somos de los mejores fabricantes que hay en el mercado.
CE: ¿Dónde se colocan en cinco años?
MQ: En aluminio somos el primer lugar y se escucha muy fuerte porque tenemos competidores muy grandes y que respeto mucho; pero creo que Conductores del Norte, englobando metal, cobre y aluminio, puede colocarse entre las tres primeras fuerzas del mercado.
CE: ¿Cuál es su mayor aporte para el crecimiento de la empresa?
MQ: El entusiasmo, el cariño que le tengo. Además, soy muy inquieto y siempre ando buscando cosas nuevas. Buscar hacer el bien, a la larga, siempre te va a ayudar.
CE: ¿A qué retos se ha enfrentado como director de la empresa?
MQ: El reto más fuerte es generar utilidades. Que tu cliente y proveedor ganen con tu producto y servicio es una cadena de beneficios que le hace bien a la economía y al entorno. Debes entusiasmar a tus clientes a que sean mejores, a que crezcan. Los clientes son los mejores promotores de tu marca. Debes cuidarlos, tratarlos bien, aprender de ellos y asesorarlos cuando es necesario.
CE: ¿Qué significa Conductores del Norte para usted?
MQ: Es servicio, flexibilidad, trabajar de acuerdo con las necesidades de los clientes. Hay que fabricar lo que el cliente necesita, no lo que quieres vender. Cuando alcanzamos las primeras 60 toneladas, hicimos unos pollos asados y nadie tenía coche; éramos aproximadamente 25 personas. Ahora no caben los coches en los estacionamientos. Nunca estaremos conformes, siempre querremos más. El estado natural del hombre es ser inquieto y considero que yo lo soy aún más. Nunca voy a estar conforme. Como cuando tienes un hijo, quieres que se desarrolle y sea exitoso; cuando le tienes cariño a la empresa en la que trabajas, buscarás por todos los medios que sobresalga y que sea la primera en todo.
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