Hitachi Automotive Systems: suministro energético de calidad
Enclavada en el Parque Industrial de Santa Rosa Jáuregui, en Querétaro, la planta de la marca nipona necesitó de la mejor ingeniería para su suministro eléctrico. La empresa regia SEPSA consiguió dar abasto energético seguro.
Por Redacción / Bruno Martínez, fotografías.
En 2012, debido a la detonación de la industria automotriz en México y particularmente en un punto del Bajío como polo de desarrollo para este segmento de mercado, los japoneses apostaron por el territorio nacional como una fuente benéfica para sus negocios. El porcentaje que tuvo como incremento esta industria nipona fue de 255.
Una de estas empresas recientemente inauguró su planta: Hitachi Automotive Systems, firma productora de componentes y partes necesarias para el ensamble de las unidades automotrices.
Confianza. La empresa nipona dejó en manos de SEPSA el suministro, pues ésta cumple con todos los estándares de calidad |
Con una inversión de 110 millones de dólares, es una de las plantas más grandes establecidas en Querétaro. Además, el coloso generará alrededor de 500 empleos a mediano plazo. La planta fabrica principalmente suspensiones y cáliper para frenos, con una producción aproximada de 400 mil piezas mensuales.
Las empresas japonesas destacan por siempre buscar a los mejores proveedores, amén de la calidad que demandan para sí mismos. Por tal motivo, una de las empresas seleccionadas para desarrollar los trabajos de media y baja tensión fue Sistemas Eléctricos de Potencia, S.A. de C.V (SEPSA).
La empresa, cuyo líder es un connotado empresario en el gremio eléctrico, Héctor Sánchez, dejó una impecable obra, donde el suministro eléctrico asegura eficiencia y continuidad.
Hitachi Automotive Systems requirió una demanda inicial de 12 megawatts de energía eléctrica para su primera etapa, por lo que era necesario construir una subestación eléctrica de potencia de 20 MVA. Para ello se eligió tecnología de punta, como es el perfil bajo de una subestación encapsulada en gas SF6 (hexafloruro de azufre) y una línea de alta tensión del tipo subterráneo aislado en 115 kV.
Cerebro. El metal-clad permite controlar y lanzar las diversas líneas de abasto |
SEPSA, empresa regiomontana, entregó un proyecto llave en mano (turn-key project), el cual incluyó gestión, asesoría y trámites ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), diseño e ingeniería conceptual y de detalle, construcción de obra civil y electromecánica, pruebas y puesta en servicio.
Se logró completar exitosamente dicho proyecto en coordinación con la CFE como suministrador. En febrero de este año, se energizó la planta y con ello se aseguró que durante los próximos años Hitachi cuente con energía.
Proyecto
El licenciado Héctor Sánchez, líder de SEPSA, comparte la manera en que se desarrolló la obra, sus implicaciones y los retos sorteados.
Primero y antes que nada, se genera un vínculo de confianza, con una relación muy profesional, tratando de establecer bajo esta premisa de estándares diferentes que México se rige por un estándar y una normativa que hay que seguir para que el suministrador nacional, en este caso la CFE, autorice el proyecto correspondiente para hacer posible la conexión a la red nacional.
Imponente. Enclavada en la Ciudad Industrial de Querétaro, la planta de Hitachi es de las más grandes del sitio |
Conversión. El paso de la línea aérea al tendido subterráneo requirió el despliegue de alta ingeniería |
Esta relación, en general, crea un vínculo de mucha confianza y muy profesional, para evitar cometer errores durante el proceso. Una vez que se tiene el cabildeo y la definición de los requerimientos para cubrir el estándar en México, lo siguiente es hacer la ingeniería conceptual general y la ingeniería de detalle que requiere cualquier proyecto eléctrico.
Más tarde, se inicia el proceso de adjudicación mediante una licitación que se abre para diferentes proveedores, en el cual participamos y salimos adjudicados con el proyecto. Iniciamos básicamente todos los estudios técnicos, como estudios de coordinación de protecciones, cortocircuito, mecánica de suelos, resistividad del terreno, memorias de cálculo del sistema de tierras y las memorias técnicas propias de la ingeniería.
Una vez que el cliente lo autoriza y el proyecto conceptual es avalado por una unidad verificadora, donde es un técnico el encargado de aprobar que se ha cumplido con la NOM, también requerimos el visto bueno de la CFE, e iniciamos el proceso de adquisición de cada uno de los equipos que integrarán la subestación eléctrica: subestación encapsulada, transformadores, tableros de media tensión, cable de potencia, cable desnudo para sistema de tierra y una serie de adquisiciones, además del acopio correspondiente para el proyecto. Después arrancamos con la obra civil, que es básicamente un proceso de cimentaciones y bases para recibir el equipo: la caseta de control, la periferia a través de una barda, etcétera. Más tarde instalamos y montamos los equipos, la obra electromecánica, pasando, a través de una completa coordinación entre nuestro cliente y la CFE, a la etapa de prueba operativa de puestas en servicio, que en este caso son equipos especiales de alto desempeño y que requieren pruebas igual de especializadas, como inyecciones de alta tensión, que son pruebas con un equipo capaz de inyectar hasta 170 kV, junto con la subestación encapsulada, para probar todos sus componentes.
Los cables de potencia se sometieron a pruebas de hasta 115 mil V, que resultaron exitosas y garantizan que el equipo cumplirá con el trabajo requerido |
Posteriormente, se realiza una prueba a cables de potencia de hasta 115 mil V. Una vez que resultan satisfactorias, se inicia la coordinación con la planta para sustituir la alimentación provisional que inicialmente se proyectó, para pasar a las instalaciones definitivas y que la planta cuente con el servicio eléctrico en la capacidad contratada con la CFE.
Una vez energizada la subestación de la planta, hacemos una entrega administrativa, un libro final con todos los manuales, planos y aquellos documentos de uso especializado, que son las licencias para los sistemas de automatización.
Al entregar estos documentos, prácticamente el contrato se finiquita, se cierra, y quedamos como parte del valor agregado de la empresa: revisar por un periodo de entre tres y seis meses el comportamiento de los equipos y esperar hasta un año para dar mantenimiento, como parte del servicio posventa, y garantizar que, durante el proceso, la garantía se mantenga en línea respecto de los suministros que fueron nuestra responsabilidad.
Una vez que se tuvo la definición de los requerimientos de la obra para cumplir el estandar en México, se procedió con la ingeniería conceptual general y la ingeniería de detalle que requiere cualquier proyecto eléctrico
Precaución. En el sitio se cuenta con herramientas especiales para la apertura y cierre manual de la subestación |
Sistemas nipones de calidad
Una de las solicitudes del cliente, como parte de sus requerimientos y especificaciones, es tratar de utilizar tanto como sea posible productos fabricados en Japón. Existe un acuerdo de las inversiones extranjeras de origen japonés que tratan de buscar la manera de apoyar a su propia industria. La subestación encapsulada, con un costo de más de 1 millón de dólares, y un transformador de potencia son de origen asiático. Parte de sus especificaciones se trajeron desde Malasia; en el caso del transformador, de Taiwán, pero en ambos casos de marcas propias de los fabricantes japoneses.
SEPSA buscó cubrir los requerimientos solicitadaos y mantener en su esquema la mayor parte de origen japonés. Los demás componentes, como tableros, equipo misceláneo y aquello que conlleva la realización del proyecto, todos son de origen mexicano.
Obligada. Cada equipo instalado en el lugar cuenta con su respectiva puesta a tierra |
El ingeniero Héctor Sánchez describe que uno de los retos más importantes fue emplear los equipos de medición y los transformadores de potencial y de corriente de origen asiático para que la CFE los utilizara como parte de la medición fiscal. En ocasiones, no compaginan las normativas de otros países con las de México; sin embargo, los japoneses pudieron cumplir con dichas especificaciones y finalmente la subestación quedó conectada, sin necesidad de agregar equipos externos o adicionales que estarían expuestos a la intemperie, lo que garantiza que toda la subestación quedara encapsulada en gas SF6.
Otro reto fue asegurar al cliente que tuviera un suministro redundante; es decir, de dos fuentes de CFE, al aprovechar la infraestructura de la Comisión y evitar que se pudiera generar, como un costo adicional, un cuadro de maniobras en alta tensión, situación que al final también resultó exitosa y les ahorró cerca de 750 mil dólares.
SEPSA ha trabajado de la mano con la Secretaría de Energía y la Secretaría de Economía para apoyar la inversión en México, de modo que japoneses, coreanos, chinos, canadienses y americanos, principalmente, logren entender los requerimientos especiales que se tienen en México por ser prácticamente un solo suministrador de energía eléctrica.
La empresa tiene como diferencia importante un departamento técnico jurídico que conoce a la perfección la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, sus reglamentos generales y asociados, y aquéllos que tienen que ver con aportaciones a la CFE. Con ello, logran tener la capacidad, no sólo técnica de realizar el proyecto, sino la legal de negociar las mejores condiciones para la inversión en el país.
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