Capitalizar la oportunidad, la clave para consolidar la smart grid en México
El panorama en México respecto de las redes eléctricas inteligentes aún es incipiente. A pesar de que la tecnología para implementarlas existe, el camino hacia su incorporación se observa lento. El ingeniero Óscar Miranda, presidente de Smart Grid México, descubre necesario que la red mexicana dé el gran paso, consciente de que la cultura y el conocimiento son dos obstáculos difíciles de superar
Por Christopher García / Bruno Martínez, fotografías
Las acciones para mejorar la eficiencia en el fluido eléctrico viven hoy una etapa de apogeo. La demanda cada día crece, a la par de la contaminación, la población y la diversidad de dispositivos para consumo y generación. Todos estos elementos plantean retos importantes para la sociedad en general.
A juicio del ingeniero Óscar Miranda, presidente de Smart Grid México, pueden superarse con el uso de tecnologías de información y comunicación. El gran problema es que se conocen poco, si bien su disponibilidad es amplia y su aplicación para hacer más eficientes las redes ha avanzado con paso firme en el mundo. Para que sea una realidad en México, es preciso aprovechar la oportunidad actual y que el propio usuario tome decisiones inteligentes.
Constructor Eléctrico (CE): ¿Qué es smart grid?
Óscar Miranda (OM): El mero concepto o grupo de ideas son diversos y se aplican a toda la cadena de valor. Hay gente que piensa en smart grid y lo primero que se le viene a la mente son sistemas con medidores inteligentes, bidireccionales, y con una mayor comunicación entre los clientes y la propia utility, o sistemas de medición en diferentes puntos de interconexión entre los sistemas eléctricos. Y están en lo correcto: eso es smart grid.
Pero también involucra sistemas de almacenamiento, procesamiento de información, análisis, y la capacidad de explotar la información de manera inteligente, ya sea para mejorar elementos del control del sistema eléctrico, darle mayor eficiencia o simplemente para tener información para tomar decisiones más certeras.
También es poder conectar fuentes renovables a las redes, uno de los principales problemas técnicos que enfrentan los grandes sistemas eléctricos para poder absorber energías que son variables en el tiempo. En otras palabras, todo lo que tenga que ver con hacer más eficiente un sistema a través de la tecnología es smart grid.
CE: ¿Cómo surge Smart Grid Mexico?
OM: Desde hace tiempo he estado explorando los temas de automatización y mejora en la eficiencia de los procesos de la industria eléctrica desde dentro. He trabajado por mucho tiempo en asuntos de tecnología de información y de innovación en la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Por la naturaleza de la organización, la innovación no ha sido fácil. Se ha hablado mucho de las redes inteligentes y se han hecho esfuerzos; pero aterrizarlos al nivel al que se han estado trabajando a escala mundial, hasta ahora, con la Reforma Energética, es cuando se ve la posibilidad real de hacerlo.
Esto nos llevó a mí y a un grupo de personas interesadas en el sector y que participan en diferentes asociaciones relacionadas con estos temas a investigar qué se está haciendo en el mundo, cuáles son las diferentes tecnologías, los diferentes procesos, los estándares, cómo lo están abordando los diferentes países.
CE: ¿Cuál es estatus al respecto en la industria eléctrica mexicana?
OM: Aquí surge un problema que se debe resolver: que el crecimiento de la industria eléctrica se separó desde sus orígenes de la industria de TI. Tiene sentido, porque el sector eléctrico se compone de sistemas que una vez en función ya no requieren modificaciones.
Las nuevas tecnologías son muy buenas, aportan beneficios, pero son muy dinámicas. Esos cambios generan ciertos riesgos en los grandes sistemas, por lo que su incorporación no puede hacerse ni de manera económica, porque los impacta masivamente, ni de manera irresponsable, pues tienes que ver los puntos específicos. De aquí la necesidad de ver lo que está haciendo el mundo.
En el caso particular de la industria eléctrica, se tiene que hacer con mucho cuidado, hay que ver en qué partes y en qué momento. Muchos de estos temas están considerados en la Reforma Energética y en la Ley de Transición Energética; en todos hay una gama de posibilidades de modernización a través de la tecnología. El tema es fomentar su crecimiento en México, pues, aunque es un país muy grande y que invierte mucho, en temas de conocimiento y de innovación va siempre muy atrás.
Cuando en Europa algunos países ya cuentan con cerca de 55 por ciento de generación mediante renovables, en México, si nos olvidamos de las hidroeléctricas, estamos en porcentajes bajísimos. En la CFE hay una proyección importante para alcanzar 35 por ciento de generación con renovables en los próximos años; se tiene el tema de reducir los márgenes de reserva para el sistema de control para el despacho de energía, la planeación para balancear la oferta, la demanda y el consumo real, pero no se dice cómo. El cómo es smart grid.
CE: ¿Cuál es el obstáculo para implementar la tecnología?
OM: Hasta principios de diciembre que se publicó la Ley de Transición Energética se tocó el tema de las redes inteligentes en México con mayor profundidad. La Reforma lo tocaba en un párrafo; sólo hasta la última versión contenida en las leyes secundarias se le dedica cerca de una cuartilla.
Así, pues, lo que hace falta es encontrar el conocimiento, difundirlo, vincular a la industria y a la academia; que los estudiantes salgan con estas ideas en la cabeza; resolver el divorcio entre ingenieros eléctricos e ingenieros en telecomunicaciones. Unos dan por hecho que conectas un aparato al tomacorriente y siempre va a haber energía, con el mismo nivel de eficiencia; los otros creen que las redes de datos tienen anchos de banda infinitos, no cuentan con problemas de latencia, etcétera. El reto es hacer que caminen juntos. No es fácil, porque son paradigmas diferentes; sin embargo, en esencia, su labor es sumamente similar.
Mucho se ha hecho ya; México no está al margen. Los sistemas SCADA han avanzado, pero siguen siendo sistemas en cierto sentido monolíticos, con poca comunicación hacia afuera del entorno para el que fueron concebidos. Se usan en temas específicos de control, protecciones, voltaje, corriente, etcétera. Pero en temas de eficiencia energética no se utilizan de manera generalizada.
El objetivo de Smart Grid México es impulsar proyectos de redes inteligentes funcionales en México. Hay organizaciones mundiales que se ocupan de estos asuntos desde hace tiempo. Como mencionaba, en México, es una pena, vamos atrás en temas de innovación. En cambio, los países europeos lo tienen muy bien definido en sus legislaciones y han ido avanzando en los planes de transformación.
En EUA, que teóricamente no tendría por qué tener interés ya que tienen resuelto el tema del energético, también han ido avanzando y resolviendo el tema. Corea del Sur tiene un avance importante en una estrategia, un mapa de ruta, una visión de desarrollo industrial interno para ofrecer productos y servicios asociados con smart grid al exterior. No sólo se trata de cómo te beneficies internamente, sino que puedes beneficiar la economía del país con la exportación de conocimiento.
Para implementar mejores prácticas, estar en contacto con organizaciones internacionales que estén definiendo estándares y marcos de trabajo aceptados, nos pusimos en contacto con la Global Smart Grid Federation y suscribimos a Smart Grid México como parte de sus miembros activos permanentes. Como asociación civil, estamos captando el conocimiento, digiriéndolo para el contexto nacional y así poder difundirlo.
Por supuesto, vinculamos la necesidad con quien la puede proveer, en un contexto de mejor práctica. Hay que basarnos en estándares internacionales en los que realmente se vea si una solución es buena. Después viene el punto en el que la solución se enfrenta con la resistencia del consumidor, ya sea por desconfianza o falta de conocimiento. El asunto es encontrar el punto de contacto en la comunicación de los conceptos.
CE: ¿Hay posibilidad de que se desarrolle en México?
OM: Más que una posibilidad, existe la necesidad. Como en muchas otras cosas, si en México no nos subimos a la ola de desarrollo mundial, no vamos a tener viabilidad como país. Deberíamos verlo como una necesidad imperiosa.
En el tema de las renovables, no es fácil incorporarlas, por muchos factores y esto ha hecho que no se incorporen. Pero no podemos seguir así. No podemos enfrentar problemas y no resolverlos: tenemos que encontrar una solución. Eso va a poner en riesgo incluso la estabilidad y la viabilidad del país.
El gran problema es la comunicación básica; por ejemplo, decirle a la gente que el límite entre una tarifa subsidiada y una de alto consumo puede reducirse a comprar una televisión más pequeña o a cambiar unos cuantos focos. Esta falta de conocimiento contribuye al rezago y estamos comprometiendo nuestro futuro.
CE: ¿De quién debe ser el esfuerzo?
OM: Es un esfuerzo compartido, pero hay un esfuerzo gubernamental que no se debe descuidar. En los países desarrollados, el gobierno tiene un compromiso con los ciudadanos, pero también las leyes y la mecánica del país fomentan que los ciudadanos tengan libre empresa, que generen riqueza. Entonces, el gobierno tiene que participar como ente regulador para establecer las reglas del juego. Ya con esas reglas, impulsar que el ecosistema crezca. En México, en este y otros temas, seguimos viviendo con monopolios, aunque ya hay una Reforma. Es muy joven, pero espero que los resultados se vean en los próximos años.
CE: ¿Quién debe entrar en el juego?
OM: A veces esperamos del ente incorrecto la respuesta a los problemas. La CFE ha hecho una labor muy respetable en más de 70 años de existencia, pero su labor no es educar. El gobierno, en cambio, tiene responsabilidad con los ciudadanos y tendría que empezar esta labor, acaso a través de la CRE, la Sener, la Conuee, el Fide. El ciudadano tendría que recibir, procesar y comunicar el conocimiento que genera valor.
CE: ¿Tendría que haber mayor exigencia de la población?
OM: Para la población en general, lo que no te pega en la bolsa no te preocupa. Respecto del microempresario, el industrial, el suministrador de energía, con el panorama tras la Reforma, comenzarán a implementar tecnologías de smart grid, porque les generará valor.
No es un tema sólo tecnológico, sino que es de idiosincrasia. Algunos sociólogos colaboran con nosotros en la asociación y nos ayudan a entender la dinámica que se presenta en este contexto: ¿por qué tenemos tantas pérdidas de energía, por ejemplo?
México es el país en el que mayor cantidad de energía se pierde. En 2014 se registró 17 por ciento de pérdidas. Un aspecto importante es que las pérdidas técnicas son altas, pero las no técnicas son escandalosas; todas relacionadas con usos ilícitos. ¿Cómo se cambia? Con cultura, con educación, con concientización y dando incentivos a la gente. Si no le dices cómo ahorrar y su factura eléctrica le llega altísima, muy probablemente pondrá un diablito.
CE: En lo que respecta a la inversión, ¿de dónde debe venir?
OM: La inversión va a ser privada. La Reforma Energética abre un camino enorme para el capital. Si me preguntas qué me gustaría: que la inversión fuera mexicana. Pero si no hacemos nada, la inversión será extranjera y seguiremos viviendo “la Conquista”.
No estoy en contra de la globalización y de que consumamos productos tecnológicos de alto nivel extranjeros cuando no los tenemos; pero si hay cosas que podemos hacer aquí, debemos fomentarlo.
CE: ¿La apertura al libre mercado será un detonador positivo?
OM: Completamente. Ojalá permita el establecimiento de empresas nacionales en el tema. Es una gran posibilidad. El tema es, ¿lo aprovechamos positivamente o seguimos generando dependencia hacia el extranjero?
CE: ¿Cuál es el mayor obstáculo por superar?
OM: El conocimiento. Todo el sector de energía en México tiene un enorme déficit de recursos humanos: no hay suficientes ingenieros ni se están preparando suficientes. Vamos a tener que importar mucho capital humano en los próximos años.
CE: Se dice que la industria eléctrica es más tradicional, se le dificulta cambiar…
OM: Completamente. Le cuesta trabajo, pero se está transformando. La mayor parte de los sistemas eléctricos en todo el mundo se desarrolló a finales del siglo XIX, principios del XX; con ritmo acelerado, sólo hasta 30 o 40 años antes de la Segunda Guerra Mundial y se estabilizaron en la década de 1970. La arquitectura básica de los sistemas eléctricos es la misma, los equipos son los mismos. La vejez de los equipos en todo el mundo está obligando a cambiarlos. Al tener que cambiar equipo viejo por nuevo, ¿metes equipos con las mismas tecnologías viejas o aprovechas para introducir mejor tecnología? Es una coyuntura que tenemos que aprovechar en México.
CE: ¿Habría que renovar los sistemas existentes?
OM: No necesariamente. La parte dura de la red eléctrica sigue siendo la misma; se trata de incorporar elementos de medición, sensores, comunicaciones y sistemas. A nivel doméstico, industrial o comercial, sí hay mucho que incorporar.
CE: Hay un movimiento fuerte respecto de las renovables domésticas. En la regulación de la oferta y la demanda, con la generación distribuida, ¿qué tanto es necesario contar con una red eléctrica inteligente?
OM: Todo lo que hablamos son cosas duras y reales que se están suscitando en el mundo. Hay personas que dicen: “Eso de las renovables es una tontería porque el petróleo no se va a acabar. Cuando menos va a durar tanto tiempo que nuestros nietos y bisnietos lo seguirán teniendo. Es más complicado extraerlo, está más profundo, hay que implementar métodos más costosos”. De acuerdo. Pero se tiene que dar una transformación de dentro hacia afuera. En muchos años, las grandes generadoras serán cosas antiguas. Como cuando teníamos locomotoras: se fueron apagando.
La microgeneración crecerá de manera orgánica. Hoy no es tan eficiente y es costosa, pero esto cambiará con el tiempo. Se va a transformar la manera de hacer las cosas a nivel doméstico. Acaso no tendremos que tapizar la azotea con paneles fotovoltaicos, porque serán más compactos y eficientes; a lo mejor podremos aprovechar mejor el calor, podremos almacenar, las utilities tendrán mejor definido el intercambio de energía, habrá sistemas de financiamiento. Esto irá evolucionando y cambiando, y la industria se va a sacudir con todo esto.
Hay un concepto, más allá del de red eléctrica inteligente: la red eléctrica ideal, que hoy es una utopía. Se trata de una red con tanta inteligencia que puede conectar cualquier carga o fuente de generación en el lugar y en el momento que sea, de las características y tamaños que sean. Eso sería una verdadera smart grid. Hoy estamos lejos de eso. Pero el futuro tendría que ser así. Para llegar ahí tiene que haber un usuario inteligente, informado, cultural y socialmente más avanzado. Pero esa también es responsabilidad de todos. Tiene que haber un México así.