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Con buen rumbo, mucho por lograr

Por Manuel Merelles

La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), sucesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía, se fijado la meta de promover la eficiencia energética en el país y fungir como órgano técnico en materia de aprovechamiento sustentable de la energía.

Hasta la llegada del ingeniero Odón de Buen, actual director General, la institución mostraba cierta irrelevancia, situación que ha cambiado de modo positivo. Foros permanentes, desarrollo de normas, atención a los temas pendientes en la agenda energética, entre numerosas acciones, hacen de la Conuee un referente sobre el tema de la eficiencia energética en México. Al respecto, el ingeniero De Buen ofrece su visión sobre la situación nacional, el impacto que presentarán las recientes reformas y lo mucho que falta por hacer.

Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo concibe la Conuee la eficiencia energética?
Odón de Buen (OdB): De manera general, en dos líneas. Hay una de tecnología que tiene que ver con regulaciones; en este sentido, la Conuee es responsable de éstas, así como de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), que hacen que los equipos que entran al mercado presenten cada vez mayor eficiencia. Contamos con 28 NOM en vigor, un sistema que involucra 59 laboratorios de prueba, avalados por la Entidad Mexicana de Acreditación, A.C.; seis organismos de certificación, que otorgan los certificados a diversos productos, y 230 unidades de verificación.

Por otra parte, existe una línea de hábitos y prácticas referentes a información, es decir, tratamos que los usuarios de energía tomen decisiones con base en un conocimiento previo, ya sea de inversión u operación. En ella se contemplan temas de sistemas de gestión de energía aplicables a grandes usuarios, manejo de información, toma de decisiones respecto del consumo energético y la eficiencia.

CE: ¿La eficiencia energética se considera un tema económico o ambiental?
OdB: En primer lugar es un tema económico, debido a que para la industria y para las empresas es un tema de competitividad. No sólo se trata de bajar costos, aunque en diversas ocasiones en el propio análisis de la manera como se consume la energía se identifican errores de eficiencia productiva que no tienen que ver únicamente con energía. Claro, tiene impacto ambiental, porque aproximadamente 90 por ciento de la energía primaria se quema y genera gases de efecto invernadero.

CE: ¿Qué posición ocupa México en el mundo en temas de eficiencia energética?
OdB: Depende de la perspectiva. Existe un estudio del American Council for an Energy-Efficient Economy que situó a México en el último lugar; sin embargo, la calificación se otorga por la intensidad de las políticas, no por la intensidad energética. Los países que nos superaron tienen obligaciones para el sector privado, metas nacionales y obligaciones de programas, que, en el caso del país, no tenemos. En ese caso, aunque se cuente con niveles de eficiencia aceptables en las industrias intensivas, no significó lo mismo.

Cuando nos comparamos con el resto de América Latina, y eso lo acreditamos en reuniones que tenemos en el contexto de la Comisión Económica para América Latina, organismos como la Organización de Estados Americanos, las organizaciones nacionales de Estados Unidos y de Alemania, nos solicitan cooperación para apoyar a países Latinoamericanos; además, revisamos los programas de regulación.

México cuenta con el sistema más robusto y más grande de normas obligatorias de eficiencia energética. Superamos por mucho a la mayor parte de los países de la región, que no cuentan con instituciones como el Fideicomiso para el Ahorro Energético (Fide). Así que, en América Latina, México se posiciona en el primer lugar.

CE: ¿México y la Conuee tienen pensado impulsar propuestas para alcanzar este tipo de obligaciones y legislaciones con las que cuentan los países desarrollados?
OdB: No, porque pensamos que, por lo pronto, no son necesarias. Recordemos los motivos de la política pública en esos países: en Europa son dependientes de energía externa, particularmente de gas ruso, por lo que existe una preocupación ambiental importante, de la que derivan compromisos de reducción de emisiones, que parte de hacerlos cumplir, aunado a la seguridad energética, tiene que ver con forzar a las industrias a cumplir metas de eficiencia energética.

En el caso de EUA, esto se relaciona más con una historia que viene desde la segunda parte del siglo XX, en el que empezaron a tener programas de las empresas eléctricas, con énfasis en aquellas que cuentan con regulaciones y mecanismos, con los cuales adquieren obligaciones de reducción de consumo que, generalmente, se asocian con una recuperación, que consiste en un pequeño impuesto que se les ofrece a los usuarios de energía, con la meta de tener fondos para financiar programas y proyectos, ya que no sólo existe la obligación, sino el aumento de tarifas, aunque sean menores.

CE: ¿Cómo afectarán las recientes reformas al tema de la eficiencia energética?
OdB: En primer lugar, permite acomodar cosas en el sentido de liberar asuntos atorados. Una acción de eficiencia energética importante es la cogeneración, que es la generación conjunta de calor y electricidad, la cual se encontraba atada por las propias reglas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Considero que, actualmente, con las nuevas reglas del mercado, con la Ley de la Industria Eléctrica, esto se destrabará y tendrá mayor desarrollo. En ese sentido es muy importante.

Es posible que el precio de la energía baje, aspecto que afecta la rentabilidad de las medidas de ahorro de energía, porque contamos con un valor menor de los ahorros, pero no creo que sea significativo. Asociado al empoderamiento de los usuarios de energía, éstos tendrán mayor variedad de oferta energética, en particular de energías renovables; esto llevará a que dentro de la práctica de tal empoderamiento sean más cuidadosos con la forma en la que ocupan la energía. En otras palabras, habrá efectos en la redefinición de cómo las empresas, más allá de un simple contrato con CFE, contarán con información acerca de cómo consumen energía y cómo la compran.

CE: ¿Qué objetivos se tienen a nivel gobierno en relación con la eficiencia energética?
OdB: Contamos con el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (Pronase), con acciones clave, así como planes anuales de trabajo, definidos en término de volumen de actividades más que de meta energética, y programas anuales de normas, con los objetivos de desarrollo de normativas.

Por otra parte, debo decir que el presupuesto de la Conuee equivale a 100 millones de pesos al año, el cual es limitado para tener metas mayores. Lo que sí aseguro es que la rentabilidad social de esta organización es muy alta, se estima en 60 a 1; es decir, por cada peso que se invierte en la Conuee, se ahorran 60 pesos en energía.

CE: ¿Todos los involucrados están cumpliendo con su responsabilidad en eficiencia energética?
OdB: Como meta existe una serie de acciones, y en el caso de la normalización, que tiene que ver con obligaciones a características de productos, claro que sí.

El sistema de normas es bastante robusto, es la gran columna vertebral de la normalización. Ahí están activos diversos actores, particularmente la industria, los importadores, la Secretaría de Hacienda, la Procuraduría Federal del Consumidor, entre otros, alineándose a este modelo de política pública que son las normas mexicanas.

CE: A casi dos años de su administración como director de la Conuee, ¿cuáles son los principales logros y retos superados por la institución?
OdB: El primer logro ha sido sacarla del encierro en el que estaba. La Conuee había estado enclaustrada y tenía una presencia pública muy limitada; además, había desarrollado pérdida de confianza. Uno de los grandes logros ha sido convertirla en una organización presente en distintas actividades. Al tomar iniciativas de foros propios, recuperamos nuestra posición en América Latina, por lo que se nos invita a reuniones internacionales. Hemos recuperado presencia pública y también hemos retomado grandes iniciativas que en este momento se reflejan en la actividad. Los sistemas de gestión de energía, mecanismos que además de establecer una norma internacional, la ISO-50001, promueven la operación de sistemas que logran ahorros porcentuales importantes.

Asimismo, nos hemos ubicado de manera sobresaliente en un universo que es muy débil institucionalmente hablando: los municipios. Tenemos un programa que viene de la administración pasada y que hemos recuperado, debido a que no logró el éxito que se esperaba, y lo hemos revitalizado. El programa cuenta con un recurso que se entrega, por parte de la Sener, a 11 municipios por el reemplazo de luminarias. Hoy por hoy, ofrecemos asistencia técnica a municipios como Guadalajara para proyectos muy grandes de cambios de luminarias.

Nos hemos convertido en un referente técnico, particularmente para municipios donde la Secretaría de Hacienda solicita nuestra perspectiva, a fin de evitar endeudamiento innecesario de los municipios y evitar acciones fraudulentas con proyectos de ahorro de energía e iluminación, especialmente en alumbrado público.

CE: ¿Hay algún obstáculo que deba superarse y que aún se mantenga rezagado?
OdB: Sí hay y tiene que ver con normas de eficiencia energética en edificios, lo que se refiere a la envolvente. La Conuee tiene en vigor desde 2002 una norma que aplica a edificios comerciales y que para hacerse cumplir requiere la actividad de las autoridades municipales, pero esta norma no se ha podido aplicar.

Un tema más se relaciona con otra norma sobre envolventes, aunque referente a viviendas, lo que resulta muy importante para las que se ubican en zonas de clima cálido en nuestro país, que conforman aproximadamente el 30 por ciento del territorio y donde existe una norma cuya aplicación implica un costo adicional a la construcción, pero que se justifica por los beneficios de costo por operación, de confort, salud, medioambiente y finanzas públicas. Hemos tenido que renegociar la norma con diversos actores del propio Gobierno Federal, del Infonavit y de la industria de la construcción, con el propósito de hacer que esta norma entre en vigor a cabalidad.

Se identifican tres grandes sectores de consumo de energía en el mundo: transporte, industria y edificación. En México, en temas de edificación, a pesar de haber contado con acciones como la Hipoteca Verde y los subsidios a la vivienda de interés social basados en sustentabilidad, no hemos logrado que, como en países desarrollados, toda construcción nueva se sujete a una norma que implique a la envolvente de los edificios para asegurar que no tiene ganancias térmicas innecesarias que generan un mayor consumo de energía.

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