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Generación eléctrica

Son pocos los contratistas que han logrado consolidar un proyecto a tan temprana edad. Al frente de CEYSER, Uriel Santoyo ha sabido encausar su empresa hacia un rumbo definido.

“Para ser empresario, tienes que ser administrador, independientemente del conocimiento técnico requerido en el área”

Por Antonio Nieto.

Podría decirse que el ingeniero Uriel Santoyo trae en la sangre la obra electromecánica. Desde pequeño, comenzó a involucrase con asuntos eléctricos. Tal apasionamiento le generó llevar a cabo estudios en ingeniería electromecánica y administración –esta última le ha dado las herramientas para llevar a cabo la gerencia empresarial.

A sus 25 años, el ingeniero Santoyo ha sabido conjugar la experiencia y los aspectos académicos para tener mejores herramientas al frente de la obra, pero también al frente de una empresa. Reconoce a su padre como el maestro que lo ha encaminado y ayudado.

Constructor Eléctrico realizó un recorrido en una de sus obras subterráneas y platicó con él acerca de su vida, de la obra y de cómo llegó –a decir de él– al apasionante mundo de la obra electromecánica.

“Ser reconocido como ingeniero y empresario, un reto en el sector”

Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo se inició en la obra eléctrica?
Uriel Santoyo (US): Puedo decir que fui totalmente influenciado por el trabajo de mi papá, al dedicarse a las instalaciones eléctricas. Desde muy pequeño yo tuve la oportunidad de acompañarlo a diversas obras, pero, independientemente de esto, de alguna forma siempre me atrajo la rama de la ingeniería por lo que se pudo afianzar aún más este vínculo; es decir, no a todos los niños les gusta el trabajo de su papá, ¿verdad?

Yo siempre fui un niño al que le gustaba averiguar el porqué de las cosas. Al acompañar a mi papá a las obras, de igual manera me causaba curiosidad todo lo que se podía aprender acerca del funcionamiento de las máquinas, tanto con las que se trabajaba, como las que se instalaban. Éste fue el detonante para poder tomar la decisión de que quería dedicarme a las instalaciones eléctricas; lo que me llevó a estudiar la carrera de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.

Obviamente, ya que mi papá se dedica a esto desde hace muchos años, yo pude involucrarme en el medio eléctrico desde hace ya bastante tiempo, llevándolo a la par con la carrera; al momento de terminarla, pude enfrascarme de tiempo completo.

CE: ¿Cuál de tus obras consideras la más importante y por qué?
US: Pienso que el tiempo que se estuvo en la ciudad de México en apoyo a la Comisión Federal de Electricidad con el plan de contingencia del cierre de Luz y Fuerza del Centro, esta obra, por llamarla así, ya que fue más bien, como la CFE lo llama, “contingencia”, fue de gran impacto por todo lo que conllevaba; es decir, en tiempo fue más de un año de esta modalidad; en volumen de trabajo, era bastante, ya que se trataba de atender todas las fallas eléctricas de la zona. En este caso nos tocó la zona de Iztapalapa, así como el impacto social y político que representó el cierre de Luz y Fuerza y la entrada de CFE a la zona metropolitana.

CE: Describa cómo es trabajar como ingeniero, pero con la combinación también de administrador.
US: Son partes complementarias; no sólo en esta área, sino en cualquiera. Si tú vas a ser el desarrollador del negocio, para ser empresario, tienes que ser administrador independientemente del conocimiento técnico requerido en el área. Yo creo que todos los ingenieros que tienen sus propios negocios son administradores y se vuelven bastante buenos; prueba de ello son sus empresas. Yo simplemente quise estructurar un poco más estos conocimientos y no tener que aprenderlos tanto de manera empírica, por lo que decidí estudiar una maestría en Administración.

CE: ¿Cómo es tu día a día?
US: Es un trabajo nada rutinario y es algo que en lo personal me agrada. No es una labor donde ya tengas programado todo el trabajo de la semana y no esperas ninguna modificación. Aquí siempre habrá retos nuevos; no siempre son agradables, pero al final es parte de lo que me gusta. No te da tiempo de aburrirte y te mantiene activo.

CE: ¿Cuánto tiempo le dedicas a tu trabajo?
US: Creo que es una pregunta difícil para asignarle un valor [risas]: simplemente el necesario. Parte de lo que comentaba, de que no es rutinario, puede ser que me encuentre bastante cargado de trabajo y tenga que dedicarle días enteros; pero no todo es tan malo: también existen épocas en las que puedes estructurarlo todo para relajarte y tomar algunas horas para disfrutarlas como quieras.

CE: ¿Existe alguna forma o principio que sigas de liderazgo?
US: Ninguno en especial. Podría decir “dar lo mejor de ti”, pero no quiero encerrarlo en una sola frase; siempre hay mucho por aprender y mucho que dar de uno mismo, y esto se trata de no quedarse atrás y seguir avanzando. El liderazgo debe ser con respeto, con seriedad, con conocimiento.

CE: En un sector como éste, ¿qué influencia tiene la edad para el crecimiento o desempeño?
US: La edad no es un factor determinante, pero sí bastante importante. En mi caso, yo veo la juventud como una fortaleza, ya que tienes tanto la oportunidad de aprender a través de la experiencia de otras personas, como de la experiencia que uno mismo va obteniendo, y cuentas aún con un camino largo para buscar perfeccionarte y siempre autosuperarte.

CE: ¿Cuál es el mayor reto al que te has enfrentado?
US: Yo creo que el hecho de ser reconocido como ingeniero y como empresario. Como comentaba, a pesar de que yo siento mi edad como una fortaleza, no es algo común encontrarse gente de mi edad al frente de las empresas. Formar esa imagen es el reto principal.

CE. ¿De qué manera ha influido tu padre en el crecimiento de la actual empresa?
US: Mi padre, ¿qué te puedo decir? Es mi ejemplo a seguir, mi mentor. El crecimiento se lo debo a él, tanto en el aspecto moral como en el aspecto técnico, ya que es él quien siempre me guía y me ayuda a corregir los errores, además de que me alienta a seguir en los momentos difíciles.

CE: ¿Qué es lo que haces para que tu nombre hable por sí solo?
US: Dentro de la Asociación de Constructores Electromecánicos del Centro de México, yo formo parte de la Mesa Directiva, donde mi padre preside, pero soy independiente. Los trabajos van de la mano, pero cada quien es independiente en funciones.

CE: ¿Qué le dirías a los contratistas jóvenes que están empezando?
US: Que es un sector que te deja muchas gratificaciones; que no se desesperen en sus inicios, y no sólo a los contratistas jóvenes, sino a los estudiantes: que se involucren más en el área eléctrica.

CE: ¿Cómo has mantenido este proyecto?
US: Con esfuerzo y consistencia. Los retos, como el trabajo en exceso, las presiones, no existen horarios en esta labor… A la mayoría de la gente no le gusta, pero a mí sí me agrada mucho este ramo.
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Alimentación kilométrica bajo tierra
La obra subterránea es uno de los dominios de CEYSER, pues llevó a cabo una línea de 2 kilómetros para energizar un fraccionamiento de 4 mil casas. El espacio en el cual fue construida, una suma de retos y soluciones.

La excavación teledirigida no sólo es una tendencia, sino una necesidad.

La ciudad de Querétaro crece rápidamente. Sus necesidades de construcción obedecen al crecimiento demográfico y a la consecuente expansión territorial. Es menester en este aspecto, contar con alimentaciones eléctricas que cubran las demandas de este próspero estado.

Bajo un yermo terreno al Oeste de Querétaro, un trayecto de cables y ductos recorre 2 kilómetros para alimentar un fraccionamiento que requiere de un suministro particular y más seguro. Se trata de una zona residencial de 4 mil viviendas que estará conectada a un seccionador, donde tendrán dos alimentaciones: una de El Campanario y la otra ya existente.

La obra que realizó CEYSER –empresa contratista de obra subterránea– consiste en una alimentación que sale de la subestación El Campanario al fraccionamiento. Se trata de un alimentador a cielo abierto, con un banco de ductos de seis vías para albergar dos circuitos. Por ahora se aloja un circuito y queda una ductería para un circuito a futuro; esto tiene un tubo de polietileno de alta densidad de 4 pulgadas para lo que lleva Comisión Federal de Electricidad (CFE) de señal y fibra óptica.

La Comisión alimenta al fraccionamiento de otra subestación, pero está muy saturada. El cliente está pagando su alimentación exclusiva de El Campanario. La razón de que llegue a un seccionador es porque si presenta fallas un circuito, se puede alimentar desde otro lado. Además, como está dirigido desde la CFE, puede ser modificada desde la estación central de mando. De esta manera, se quedan dos alimentaciones, pero sólo una es la principal, aunque es casi imposible que se presenten fallas.

El terreno que se trazó tuvo ciertas complicaciones, pues éste es muy duro (tipo 3) y hay que cavar con distintas herramientas. En total, se sumaron a este trabajo 14 personas de obra y dos encargados; más ocho electricistas que empezarán a cablear una vez que termine la obra civil.

En el trayecto, se encuentran tres tramos donde cruzan carreteras –principales vialidades– que se tienen que hacer con perforación direccional a una profundidad de 3 metros para librar las instalaciones de teléfonos, de gas natural, de cable. Se está cruzando (por excavación bajo tierra) el Bulevar Fray Junípero (una avenida principal de mucha fluidez vehicular) a una profundidad de 2.20 metros con la misma cantidad de ductos y la misma cantidad de vías.

Este tipo de excavación subterránea teledirigida es una tendencia, pues los trabajos que se llevan cabo con perforaciones direccionales no son obstáculo en la superficie y además reducen gastos, ya que no se invade el suelo público y no se destruyen calles que después se tendrán que reconstruir  y tampoco provocan viabilidades saturadas.

Esta máquina funciona con una punta sensor que perfora y manda una señal. Un detector por encima de la tierra recibe la señal, cuya información es la profundidad y distancia. Para mayor seguridad, se hace un sondeo con las dependencias correspondientes para detectar línea de fibra óptica, gas natural y agua potable. Todos otorgan sus trayectorias y así ya se calcula.

El tiempo de ejecución es de dos meses para la obra civil y luego 30 días más para hacer el cableado. Como es una trayectoria muy larga, este tipo de cable viene de 500 o hasta 1 mil metros de distancia. Comisión Federal lo secciona en tres partes: una de 900 metros y dos de 600 metros aproximadamente.

A pesar de que hay varias líneas áreas, esta alimentación se decidió subterránea por razones obvias, pero sin duda la seguridad es una de las principales; además, de ser ya exigencia de la Comisión y del mismo fraccionamiento. Respecto de la seguridad se tomaron en cuenta medidas de señalización, tanto de vialidades como en el cableado. En los sitios donde hay registros o se está realizando obra, se colocan conos o cintas que indican trabajo en operación; en las intersecciones de línea teledirigida, también hay indicadores de obra en los caminos carreteros.

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