Sostenibilidad Empresarial: IGS
La doctora Isabel Studer Noguez, directora y fundadora del Instituto Global para la Sostenibilidad, detalla el desarrollo del instituto, los retos que han enfrentado y las ventanas de oportunidad que se abren para impulsar la ecoeficiencia y optimizar el sector productivo y empresarial en México.
El objetivo es llevar iluminación gratuita y sustentable a hogares de escasos recursos, que no cuentan con acceso a la red eléctrica federal.
Por Manuel Merelles / Texto y fotografías
El Instituto Global para la Sostenibilidad (IGS) fue concebido desde sus inicios como un espacio de diálogo, reflexión e investigación, que busca detonar la productividad en las distintas industrias en México, mediante la implementación de programas de capacitación y ecoeficiencia, cuyo objetivo es optimizar los procesos productivos en México. El IGS considera como parte fundamental a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en el modelo de competitividad económica nacional.
Al respecto, la directora fundadora del IGS, la doctora Isabel Studer Noguez, comparte sus expectativas en el ámbito energético, los objetivos del instituto, el desarrollo y los planes a futuro de la organización, así como su visión acerca de las recientes reformas, del papel de la iniciativa privada en la sostenibilidad y de la lucha contra el cambio climático.
Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo fue la concepción y el desarrollo del IGS?
Isabel Studer Noguez (ISN): Registramos que en el país había un componente importante en el sector privado de empresas que estaban interesadas en este tema de sostenibilidad. Nos llamó la atención que el interés fue muy grande, lo que detonó un poco la idea de crear este espacio de reflexión, investigación y diálogo, al que le dimos como nombre el Instituto Global para la Sostenibilidad (IGS). En ese momento, lo planteamos como una estrategia conjunta con la Arizona State University y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Empezamos a trabajar en muchos temas y nos dimos cuenta de que el tema de la sostenibilidad es muy amplio: temas de reforestación, conservación del agua, cambio climático, degradación del capital natural, entre muchos otros, y como bien dice el dicho, “el que mucho abarca poco aprieta”. Así que, como el trabajo que estábamos realizando con el sector privado realmente empezó a rendir muchos frutos, decidimos que la mejor estrategia para el Instituto era albergarlo en el EGADE Business School.
Las grandes empresas cada vez más están desarrollando estrategias de sostenibilidad, pero esto requiere capital humano mejor formado, que realmente esté involucrado y que tenga conocimiento de los sistemas de sostenibilidad, que son relativamente nuevos, sobre todo porque antes se consideraba como algo ajeno a las empresas; pero es un tema que debe estar bien integrado en el modelo de negocios. Actualmente, estamos trabajando con la EGADE Business School para hacer un MBA en el tema de sostenibilidad y estamos desarrollando programas ejecutivos, orientados a subsanar tal necesidad por parte del sector privado.
CE: ¿Cuáles son los objetivos del IGS?
ISN: Lo que buscamos es, primero y antes que nada, que se haga un aprovechamiento eficiente de los recursos que se utilizan en los procesos productivos y que con eso los empresarios aprendan a usar indicadores para ver de qué manera somos más productivos. Un elemento fundamental es que una vez que los empresarios se dan cuenta de todas las oportunidades que tienen para bajar sus costos, podemos introducir una cultura en cuanto a innovación y mejora continua. No necesariamente que se introduzca una nueva tecnología, sino que se mejoren los procesos continuamente; eso es innovar. Les enseñamos a los empresarios a medir para que puedan tener ese benchmarking frente a sí mismos y frente a otras empresas, y finalmente, contar con una cultura de innovación permanente y mejora continua.
Al hacerlo tenemos contemplado trabajar con las Mipymes, que son proveedoras de las grandes empresas, porque pensamos que existe esta posibilidad de generar beneficios adicionales; que no beneficiamos únicamente a las Mipymes, como tales, sino a la cadena de suministros, que son parte de los procesos de grandes empresas.
Lo anterior facilita el trabajo para llegar a las Mipymes, porque es difícil llamar la atención de los pequeños empresarios; sabemos que es una lucha constante. Al hablarles de ecoeficiencia, es su última prioridad, cuando no saben que tendría que ser la primera. Trabajar con proveedores de Walmart y Femsa no ayuda a generar este atractivo adicional a fin de atraer la atención de las empresas.
CE: ¿Cuáles son las expectativas que tiene el IGS?
ISN: Vemos al IGS como un líder en el trabajo con las Mipymes para detonar el mercado. Nuestra expectativa es que este programa que estamos desarrollando sea un programa, no de los cuatro años que nos planteamos como compromiso con el fondo multilateral de inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo, sino que sea un programa permanente, que podamos, no únicamente como asesoría a las Mipymes, no nada más trabajar directamente con ellas para detonar los mercados, sino que esto nos permita dar recomendaciones a las grandes empresas acerca de cómo involucrar a sus proveedores y dónde están las áreas de oportunidad; que nos permita realizar recomendaciones de política pública para que la Secretaría de Economía o para que la Semarnat adopten los instrumentos que sean necesarios para realmente apuntalar estas acciones de mejora en la productividad para las empresas.
CE: ¿Cómo considera que es la receptividad de la iniciativa privada hacia la idea de sostenibilidad y ecoeficiencia?
ISN: Las grandes empresas tienen una conciencia clara de que ya nos alcanzó el destino, en el sentido de que a nivel global vemos que las tendencias demográficas exigen una enorme demanda de productos y de materias primas, y se está generando un mundo con grandes restricciones en los recursos naturales que se utilizan para la producción. Estas grandes empresas ya cobraron conciencia y por eso el tema de la sostenibilidad ya es una parte intrínseca de sus modelos de negocio, vinculado con la competitividad empresarial. Empresas como Femsa y Coca-Cola han invertido mucho en la conservación del agua, porque se dan cuenta de que en un país como México el impacto del cambio climático representa cada vez un mayor problema en la disponibilidad de agua para sus procesos.
En el caso de las pequeñas empresas es un poco más difícil, pero realmente nos hemos encontrado con muchas sorpresas y hemos podido documentar los casos de éxito de diversas empresas que han adoptado el tema de la ecoeficiencia. Con los mismos proveedores de Walmart, que participaron en un programa de liderazgo ambiental para la competitividad, encontramos más de 100 empresas que detonaron proyectos, que los han desarrollado y donde podemos documentar los ahorros específicos y de qué manera dichos ahorros se tradujeron en ser más competitivos frente a otras empresas.
CE: Como institución académica, ¿cuáles son los retos que han tenido que enfrentar para alcanzar los objetivos planteados?
ISN: El mayor reto que enfrentamos es la posibilidad de contar con recursos, sobre todo para la investigación. El tema de la vinculación empresarial es muy fácil, porque hay una necesidad. Nosotros la hemos reconocido y tenemos una excelente relación con muchas grandes empresas que son líderes y que en materia de sostenibilidad han tenido un avance muy significativo, y con ellos tenemos una gran relación.
Otro gran reto para nosotros es cómo llegar a estas Mipymes y que, una vez que tenemos información de un universo de empresas significativo, que podamos hablar de 500, 1 mil, 2 mil empresas, cómo podemos hacer una investigación que sea aplicada a los problemas reales de esa población. Estamos comprometidos no únicamente con capacitar a las empresas, asesorarlas y desarrollar sus proyectos de ecoeficiencia: queremos realizar los análisis que nos van a permitir emitir recomendaciones específicas acerca de dónde se encuentran las áreas de oportunidad, para que las grandes empresas trabajen con su red de proveedores.
Encontrar quién desee financiar esta investigación, ése es uno de nuestros grandes retos. Que en México haya recursos para llevar a cabo investigaciones y análisis serios que nos permitan ver cómo se pueden detonar los mercados verdes en el país y no a partir de cómo vamos a hacer grandes innovaciones tecnológicas.
CE: ¿Cómo es la relación entre gobierno y academia en cuanto a mercados verdes y cooperación para la sostenibilidad?
ISN: Es muy buena. Nosotros, sobre todo en el sexenio pasado, tuvimos una vinculación muy importante con la estrategia de producción y control sustentable. Participamos de manera muy activa para asegurarnos de que las Mipymes fueran parte de la estrategia y que este programa no estuviera orientado sólo a las grandes empresas. Con la Semarnat tenemos una excelente relación y la Dirección General de Industria ha tenido un liderazgo muy importante en México y Latinoamérica en este tema; pero, en particular, nos gustaría que fuera la Secretaría de Economía la que tuviera un liderazgo importante en esta materia, porque creemos que si no es la Secretaría de Economía, no se va a mandar una señal clara al sector privado de que incluso los programas gubernamentales ya consideran el uso eficiente de los recursos como una prioridad para avanzar en la competitividad.
Para nosotros, es primordial que podamos involucrar a la Secretaría de Economía e, idealmente, a la Secretaría de Hacienda, aunque ya son palabras mayores.
CE: ¿De qué manera afectarán las recientes reformas el tema de la sostenibilidad y las energías renovables?
ISN: Consideramos que las reformas son insuficientes para dar cumplimiento a los objetivos de la Ley de Cambio Climático, por más que la retórica gubernamental dice que sí, que va a ser más limpia y que esta reforma es verde. Los certificados de energía limpia, en nuestra experiencia, pueden no ser útiles. En Estados Unidos, en algunos estados, impulsaron las energías renovables, pero después los propios certificados no sirvieron para darle continuidad al desarrollo de las energías renovables, por diversas razones, y creemos que habrá que discutirlas más a fondo.
En particular, se quedó pendiente el paquete verde. Lo que entiendo es que todavía hay toda una legislación que tiene que venir a reemplazar a la Ley de Transición Energética para el aprovechamiento de las energías renovables.
Necesitamos un marco legal, y creemos que aún existen deficiencias en ese sentido, así que esperamos que se subsane y que lo que nos dijo el senador Penchyna, de que después se definiría esa legislación, se dé. Creo que el énfasis se le da al gas natural como el combustible de la transición, y si bien no está mal en comparación con el combustóleo, cuando vemos lo que está haciendo China o nuestro vecino Estados Unidos, en particular Texas o California, en materia de energías renovables, vemos que estamos sumamente rezagados. La verdad es que creo que eso sí puede ser una camisa de fuerza que impacte a la futura competitividad nacional.
CE: ¿Algún comentario final?
ISN: Dicho todo lo anterior, creo que como se ha mostrado en muchísimos estudios, el área de eficiencia energética ofrece enormes posibilidades, sobre todo cuando vemos el sector de Mipymes. Aún sin pensar en energías renovables, las empresas tienen muchas oportunidades para mejorar sus procesos: si cambian sus motores o si tienen motores eficientes y se aseguran de que tienen un buen mantenimiento, que no tienen fugas; si en sus procesos realmente hacen el mejor uso de la energía, y existen esquemas gubernamentales que les permitan financiar estos esquemas de eficiencia energética. Sabemos que existe toda una herramienta, una batería de herramientas de política pública y de mecanismos que pueden ayudar a las Mipymes en esos aspectos.
————————————————————————————————————————————————-