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¿La seguridad es primero? El gran reto de la industria

Por Irayda Rodríguez

«Un trabajador sano es más productivo, está comprometido con su labor y con él mismo. Si un empleador le proporciona las condiciones idóneas para desarrollar su labor y mantener su calidad de vida, en un clima favorable, hará que el trabajador se comprometa aún más con sus actividades para cumplir los objetivos que tiene establecidos, por eso hay que conminar a los empresarios a que brinden centros de trabajo adecuados, para que su personal no esté expuesto a riesgos”, asegura Enrique Gutiérrez Hernández, director de Normalización en Seguridad y Salud Laborales en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Entre las condiciones mencionadas por el titular de la división, la seguridad e higiene del trabajo hacen referencia a los procedimientos y técnicas que se aplican en los centros de trabajo, a través del reconocimiento, evaluación y control de diversos agentes físicos, químicos y biológicos, que se pueden presentar en ambientes laborales y perjudicar a los trabajadores. Pero, ¿qué sucede cuando los riesgos se combinan con procedimientos deficientes y nulo seguimiento de normas de seguridad? La conjunción de estos factores deriva en accidentes de trabajo, que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) define como “toda lesión orgánica o funcional, inmediata o posterior, incluyendo la muerte; producida repentinamente en el ejercicio o con motivo del trabajo, sin importar el lugar o tiempo en que se presente y al trasladarse directamente del domicilio al lugar del trabajo y viceversa”.

Es así que la ocurrencia de un accidente de trabajo puede tener los siguientes grados de repercusión laboral, desde una incapacidad hasta la muerte, en el caso más grave:

  • Incapacidad temporal. Es la pérdida de facultades o habilidades. Impide a una persona desempeñar su trabajo por algún lapso de tiempo
  • Incapacidad permanente parcial. Es la disminución de las facultades o habilidades del cuerpo de manera definitiva, sin embargo, no pierde la posibilidad de laborar
  • Incapacidad permanente total. Es la pérdida de facultades o habilidades, que imposibilita a una persona para desempeñar cualquier trabajo por el resto de su vida

Según cifras reportadas por el IMSS, en México se registran, en promedio, 46.8 accidentes laborales cada hora. Durante 2014, 404 mil 566 personas sufrieron algún percance en su centro laboral; de este total 1 mil 314 fallecieron y 13 mil 472 personas fueron incapacitadas de forma permanente, es decir, tuvieron secuelas que les impidieron reintegrarse a sus actividades laborales; además, alrededor de 5 mil personas se enferman a causa de las labores que realizan. De acuerdo con información dada a conocer por la División de Prevención de Riesgos de Trabajo, de la Coordinación de Salud en el Trabajo del IMSS, 62 % de estos accidentes le ocurre a hombres y 38 % a mujeres, la mayoría en una edad productiva (de 25 a 29 años) y con una antigüedad de uno a cuatro años en sus centros de trabajo. Todo ello trae repercusiones, como sufrimiento físico y moral, disminución o pérdida de las capacidades físicas, disminución de su vida productiva, restricción del ingreso económico, presupuesto personal y familiar, merma de expectativas de desarrollo personal, de esperanza y calidad de vida, así como costos económicos a nivel industria, equivalentes a 3 mil millones de pesos anuales.

Para dimensionar las afectaciones que puede llegar a causar una cultura de no prevención a nivel industrial, basta con recordar dos hechos nacionales que derivaron en tragedias: las explosiones de la red de alcantarillado en Guadalajara, ocurridas el 22 de abril de 1992, debido a la acumulación de gasolina en la red de drenaje, proveniente de descargas de plantas industriales y talleres. El saldo oficial fue de 212 muertos, 69 desaparecidos y 1 mil 470 lesionados, además de la destrucción de ocho kilómetros de calles y la afectación de 1 mil 142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos. Del mismo modo, está  el recuento de la explosión registrada el 19 de noviembre de 1984 en una de las plantas de almacenamiento y distribución de gas LP de Pemex en San Juan Ixhuatepec, mejor conocida como San Juanico, en el Estado de México. Este accidente provocó la muerte de medio centenar de personas, además de un saldo de 2 mil heridos.

En este sentido, agrega Enrique Gutiérrez Hernández, entre los sectores de la industria nacional con mayores índices de accidentes están el de la construcción, con actividades que van desde sencillos trabajos de albañilería hasta grandes obras, como edificios, carreteras y puentes; seguido por las tiendas departamentales y de autoservicio y los servicios de preparación de alimentos.

En materia de normatividad, la STPS establece las normas aplicables para todo tipo de empresas, sin importar su tamaño o giro, difundiendo la importancia del autocuidado al determinar las condiciones mínimas necesarias para la prevención de riesgos de trabajo y que se destinan a la atención de factores de riesgo, a los que pueden estar expuestos los trabajadores. Dichas normas se agrupan en cinco categorías: de Seguridad, Salud, Organización, Específicas y de Producto. Su aplicación es obligatoria en todo el territorio nacional. Con motivo de la Reforma Laboral, en 2012 se hicieron modificaciones a los planes de la Secretaría, se emitió un nuevo Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo que potencializó elementos hacia los factores químicos, físicos y biológicos e incursionó en factores ergonómicos y psicosociales en cuando a seguridad, éstos están relacionados con la repetitividad de las actividades que puede desarrollar el trabajador, el estrés de la vida cotidiana con factores fuera del propio ambiente de trabajo y las enfermedades derivadas de la exposición a contaminantes, bacterias o agentes agresores para el organismo, un total de 161 identificadas en la Ley Federal del Trabajo (LFT).

Normas de Seguridad

  • NOM-001-STPS-2008 Edificios, locales e instalaciones
  • NOM-002-STPS-2010 Prevención y protección contra incendios
  • NOM-004-STPS-1999 Sistemas y dispositivos de seguridad en maquinaria
  • NOM-005-STPS-1998 Manejo, transporte y almacenamiento de sustancias peligrosas
  • NOM-006-STPS-2014 Manejo y almacenamiento de materiales
  • NOM-009-STPS-2011 Trabajos en altura
  • NOM-020-STPS-2011 Recipientes sujetos a presión y calderas
  • NOM-022-STPS-2008 Electricidad estática
  • NOM-027-STPS-2008 Soldadura y corte
  • NOM-029-STPS-2011 Mantenimiento de instalaciones eléctricas
  • NOM-033-STPS-2015 Trabajos en espacios confinados

Normas de Salud

  • NOM-010-STPS-2014 Agentes químicos contaminantes del ambiente laboral
  • NOM-011-STPS-2001 Ruido
  • NOM-012-STPS-2012 Radiaciones ionizantes
  • NOM-013-STPS-1993 Radiaciones no ionizantes
  • NOM-014-STPS-2000 Presiones ambientales anormales
  • NOM-015-STPS-2001 Condiciones térmicas elevadas o abatidas
  • NOM-024-STPS-2001 Vibraciones
  • NOM-025-STPS-2008 Iluminación

Normas de Organización

  • NOM-017-STPS-2008 Equipo de protección personal
  • NOM-018-STPS-2000 Identificación de peligros y riesgos por sustancias químicas
  • NOM-019-STPS-2011 Comisiones de seguridad e higiene
  • NOM-026-STPS-2008 Colores y señales de seguridad
  • NOM-028-STPS-2012 Seguridad en procesos y equipos con sustancias químicas
  • NOM-030-STPS-2009 Servicios preventivos de seguridad y salud

Normas Específicas

  • NOM-003-STPS-1999 Plaguicidas y fertilizantes
  • NOM-007-STPS-2000 Instalaciones, maquinaria, equipo y herramientas agrícolas
  • NOM-008-STPS-2013 Aprovechamiento forestal maderable
  • NOM-016-STPS-2001 Operación y mantenimiento de ferrocarriles
  • NOM-023-STPS-2012 Trabajos en minas subterráneas y a cielo abierto
  • NOM-031-STPS-2011 Construcción
  • NOM-032-STPS-2008 Minas subterráneas de carbón

Medidas de prevención

El gran reto que enfrenta la industria es la falta de una cultura de prevención en materia de seguridad, tanto individual como colectiva. Como explica el titular de la Dirección de Normalización en Seguridad y Salud Laborales en la STPS, hay factores como desconocimiento de la actividades, la falta de capacitación, el uso de procedimientos inadecuados y obviar los equipos de protección personal que van uniendo una cadena de peligros, los cuales pueden derivar en accidentes.

El IMSS expone los siguientes puntos entre las mejores prácticas para evitar accidentes en los centros de trabajo:

  • Cumplir con el reglamento preestablecido
  • Realizar las actividades de acuerdo con los métodos y procedimientos indicados por la empresa responsable
  • Usar la maquinaria, el equipo y las herramientas manuales, eléctricas, neumáticas o portátiles, con los dispositivos de seguridad instalados por el fabricante
  • Colocar de manera correcta los materiales o productos que se procesan en el centro de trabajo, utilizando los manuales que comúnmente vienen desde fábrica
  • Mantener con orden y limpieza todas las instalaciones, mantenimiento, reparación, reemplazo o puesta en marcha, en cada área y con cada equipo, maquinaria, herramienta, entre otras
  • Utilizar el equipo de protección personal que proporciona la empresa y mantenerlo en excelentes condiciones para evitar su deterioro y hacer un uso constante de él, aún en las actividades más comunes

Este último punto es uno de los más discutidos. Como expone Mercedes Trueba, gerente General para Honeywell Industrial Safety México, a pesar de la legislación establecida, se requiere de un arduo trabajo de consciencia y ejecución en materia de equipo de protección personal. “Es un compromiso en conjunto con quienes hacen la legislación: los patrones, quienes deben de hacer la implementación; los trabajadores, quienes deben tomar concientización; y los fabricantes, quienes desarrollamos, de acuerdo con las necesidades de todos ellos, un producto para que los trabajadores estén seguros”.

Asimismo, expone que hay diferentes riesgos en las actividades de trabajo de la industria, se pueden tener riesgos, por ejemplo, en las manos (incluso registran el índice más alto), “después vienen los pies y de ahí se empiezan a derivar más riesgos: partículas suspendidas (en donde necesitamos de protección ocular o respiratoria), actividades en donde se realizan trabajos en alturas (donde vamos a necesitar un equipo que mantenga a las personas suspendidas de alguna instalación para poder realizar un trabajo seguro) o donde el ruido puede ocasionar hipoacusia o sordera”. En ciertos sectores, los trabajadores tienden a obviar el equipo de protección personal. Aunque las reglas de seguridad determinen su uso obligatorio, no utilizan guantes o casco, por incomodidad, lo cual los expone a riesgos incluso fatales. En este sentido, Mercedes Trueba manifiesta que los fabricantes están haciendo uso de la tecnología para desarrollar productos destinados a la experiencia final del usuario. “Un equipo de protección personal tiene que estar enfocado a la ergonomía, si no te queda bien, si es pesado, incómodo, si no tiene un buen desempeño, la gente no lo va a usar, va a decir ‘por años he hecho esto y no me ha pasado nada, no lo requiero’”.

Causas de los accidentes por electrocuciones registradas en 2015
Trabajos de mantenimiento (albañilería, remodelación, herrería, soldadura, pintura, plomería, carpintería) 72
Accidente (tocar accidentalmente instalaciones eléctricas o hacer arco voltaico) 56
Trabajos de mantenimiento en empresas 9
Robo de energía eléctrica 6
Trabajos de instalaciones eléctricas (o mantenimiento) 11
Poda y seccionamiento de arboles 3
Reparación de aparatos electrodomésticos 2
Fuente: Secretaría de Protección Civil CDMX

Cuando se trabaja con electricidad

Como señala el ingeniero Javier Armando Oropeza Ángeles en el libro Seguridad Eléctrica, la electricidad ha tomado un papel fundamental en las actividades del hogar y el lugar de trabajo, por ello es indispensable que todas las personas conozcan los peligros a los que están expuestos con el manejo de instalaciones eléctricas y equipos electrónicos. Sobre esta base, tiene que desarrollarse la cultura de la seguridad, donde la prevención al realizar trabajos con dispositivos energizados no debe verse opacada por la confianza para hacerlo. Esta cultura de seguridad eléctrica debe adquirirse mediante la capacitación teórico-práctica en los lugares de trabajo, para tener consciencia sobre los riesgos eléctricos a los que se están expuesto, qué medidas de seguridad deben tomarse, qué equipo de protección utilizar, cómo comprobar la ausencia de tensión y cómo llevar a cabo otros procedimientos de seguridad, con la finalidad de evitar accidentes y fatalidades.

Quienes trabajan con energía eléctrica están expuestos a riesgos latentes que deben identificarse, entre ellos están el fuego, las descargas eléctricas, los relámpagos y explosiones del arco eléctrico, la luz intensa, el ruido concentrado y los daños a la piel por los campos magnéticos y el plasma. Estos factores pueden provocar accidentes que deriven en episodios de caídas, quemaduras, electrocución, lesiones causadas por el contacto eléctrico y daños en los ojos y oídos por el relámpago de arco. “También hay que considerar que el simple contacto con la electricidad puede ocasionar caídas en diferentes alturas. Si una persona tiene contacto con la energía mecánica que puede ser transmitida a través de las máquina, la descarga tiende a impulsarlos y provoca desequilibrio en altura”, agrega Gutiérrez Hernández.

El titular de Normalización en Seguridad y Salud Laborales de la STPS afirma que la seguridad y el trabajo tendrían que ser un modo de vida para México, logrando que tanto empleadores como trabajadores hagan consciencia de que la forma en la que se protegen en el trabajo y, en específico, en cualquier área de riesgo tiene que ser la misma que en el hogar, pues “la salud y la seguridad son un derecho y un deber para todos”.

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