Ola de inversión en energías limpias
En años recientes, algunos países desarrollados han establecido compromisos sin precedentes con el fin de impulsar el consumo de energías limpias. A la par, un núcleo de economías emergentes construye 18 por ciento más capacidad de energía renovable que los primeros, según un estudio de Climatescope. Este grupo incluye naciones como China, Egipto, Pakistán, Brasil, Chile, Kenia, Tanzania, Sudáfrica y México, entre otras
Por Redacción, con información de BNEF
En 2012, el Fondo Multilateral de Inversión del Banco Interamericano de Desarrollo, en alianza con Bloomberg New Energy Finance, desarrolló el índice y herramienta en línea Climatescope, el cual evalúa la competitividad en el mercado de la energía limpia de los países en desarrollo. Este indicador cuenta con el aval de los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido, y ofrece una representación detallada sobre la actividad en mercados emergentes de América Latina y el Caribe, África y Asia.
El último reporte, correspondiente a 2015, reflejó la actividad que concluyó con la firma del Acuerdo de París, en el que tres cuartas partes de las naciones que componen este estudio reiteraron su compromiso para reducir las emisiones futuras de CO2. Esto se suma a los otros países que, públicamente, han prometido alcanzar ciertas metas de consumo en energías limpias en los próximos años.
En la ocasión, fue dado a conocer que las naciones integrantes de Climatescope agregaron un total de 69.8 GW de nueva capacidad de energía eólica, solar, geotérmica y otras tecnologías. Esta cifra es equivalente a la capacidad instalada en Australia en la actualidad.
Como se ha observado en los últimos dos años, China ocupó el primer lugar en el ranking general de Climatescope, figurando como el país de mayor actividad, junto a naciones más pequeñas que también presentaron avances importantes en esta materia. Lo anterior deriva, en gran parte, de la marcada disminución de los costos en equipos solares, la cual está catalizando la construcción e impulsando el crecimiento de esta fuente de energía renovable.
Como señala el reporte, la inversión en energía solar en las naciones de Climatescope aumentó un 43 por ciento, alcanzando un total de 71.8 mil millones de dólares durante 2015. De ahí que las licitaciones celebradas para contratos de suministro de energía hayan demostrado que la fotovoltaica ya puede competir e incluso ganar en costo a los proyectos de combustibles fósiles en algunos países.
Sumado a los costos de la energía solar, se encuentran modelos de negocios innovadores, así como una nueva generación de empresarios que están cambiando la forma en la que se abordan cuestiones de acceso a la energía en las naciones menos desarrolladas. A su vez, nuevos actores enfocados en soluciones fuera de la red de distribución (off-grid) y de mini redes de distribución (mini-grid) están desafiando la suposición de que sólo una red de energía interconectada puede satisfacer las necesidades de los 1.2 mil millones de personas que todavía viven sin acceso adecuado a la electricidad en el mundo. Una gran cantidad de estas empresas han sido financiadas con fondos privados y recaudado más de 450 millones de dólares durante 2015.
En contraste, economías desarrolladas están acelerando el financiamiento de energías limpias en mercados emergentes. Inversionistas privados, prestamistas y bancos de desarrollo en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) representan casi la mitad de todo el capital de los países de Climatescope (excluyendo China, donde prácticamente toda la inversión fue provista de forma local). En comparación, en 2012, la suma de las naciones de la OCDE representó sólo un tercio del capital para la energía renovable en los países en desarrollo.
A la vez, las naciones con mayores tasas de penetración de energía limpia están empezando a enfrentar retos de integración. Algunas han concluido proyectos antes de que se pudiera construir una red de transmisión adecuada, mientras que otras no han priorizado la energía limpia de desarrollos eólicos o solares, sobre los de las centrales de carbón. Por ello, la mejora de las condiciones y el aumento de las expectativas se reflejará en mejores puntuaciones alcanzadas por la mayoría de los países encuestados. El estudio asigna un puntaje a los países entre 0 y 5 con base en las condiciones que han creado para fomentar el desarrollo de energía limpia. En todos, el promedio pasó de 1.14 el año pasado a 1.35, mientras el número con un puntaje superior a 2.0 saltó a diez. En el top ten internacional también figuraron Chile, Honduras, Kenia, México y Uruguay, con el mayor aumento de la puntuación. Específicamente, Chile se colocó como la primera nación latinoamericana con una inversión récord, que pasó de 1.3 a 3.2 mil millones de dólares en 2015. Con ello superó a Brasil, que en ediciones anteriores había liderado el conteo. Este es un indicador claro de que América Latina permanece a la vanguardia en el desarrollo de energías limpias, impulsando el despliegue de proyectos y la reducción en los precios de energía solar y eólica. Tan sólo en 2015 la región aseguró 21.9 mil millones de dólares en este rubro.
México, por su parte, ocupa la novena posición en el listado. Si bien hubo un notable avance en relación al año anterior (actualmente el país es el cuarto mayor destino de inversión en energía renovable, detrás de China, Brasil e India), éste no es equivalente al crecimiento que presentaron otros países de América Latina y el Caribe. Se espera que el establecimiento de las bases del nuevo mercado energético traiga consigo mayores inversiones. Una muestra de ello es que de 2006 a 2015 México recibió 17.5 mil millones de dólares para proyectos de energía limpia, y tan sólo en 2015 atrajo un nuevo récord de inversión, con 4.1 mil millones de dólares en este rubro, casi el doble que en 2014.
En contraste, durante la presentación de resultados de la Segunda Subasta del Mercado Eléctrico, el Secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell dio a conocer que 23 empresas de 11 países (incluido México) invertirán en los próximos tres años 4 mil millones de dólares para la instalación de 2 mil 871 MW de nueva capacidad instalada en energía solar fotovoltaica, eólica y otras fuentes no contaminantes. Es así que, con los dos ejercicios realizados durante 2016, se pronostica alcanzar la meta de generación estipulada para 2024, fecha en la que 35 por ciento de la electricidad en el país provendrá de fuentes más amigables con el medioambiente.
Además, “como resultado de los dos concursos de compra de energía a largo plazo para todas las tecnologías limpias participantes, se establecerán 34 empresas de generación en el territorio nacional, que en conjunto llevarán a cabo una inversión de 6 mil 600 millones de dólares, y añadirán cerca de 5 mil MW de nueva capacidad”, remarcó Coldwell.
Por su parte, el Subsecretario de Electricidad de la Sener, César Hernández Ochoa, destacó que “las subastas eléctricas se diseñaron bajo los más altos estándares de transparencia para impulsar la competencia y obtener energía más barata y limpia. Asimismo, como resultado de las dos subastas realizadas, 15 estados de la República (Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Yucatán) se beneficiarán con el desarrollo de proyectos eólicos, solares, hidráulicos y geotérmicos, lo que permitirá la creación de nuevos empleos”.
El Departamento para el Desarrollo Internacional del Gobierno del Reino Unido (DFID) enfatizó que la falta de energía confiable en los países en desarrollo limita el crecimiento económico. En este sentido, el reporte de Climatescope proporciona las herramientas necesarias para impulsar la inversión en las economías en desarrollo, a la vez de asegurar fuentes de energía limpia y renovable para los millones de personas que menos tienen en el mundo.
La clasificación de un país en Climatescope depende de varios factores, como sus políticas de inversión en energía limpia, condiciones de mercado, estructura de su sector energético, número y composición de empresas locales que operan energía limpia y los esfuerzos enfocados en reducir emisiones contaminantes. El resultado es una fuente única y completa para que los tomadores de decisiones conozcan mejor las condiciones del mercado en energía limpia en estas regiones.