Columna

La tarifa regulada ya no es la única opción

Toda compañía tiene necesidades únicas de consumo de electricidad. No es lo mismo una planta automotriz en el centro de México que una siderúrgica en el norte, un corporativo en la capital o un complejo hotelero en el sureste.

Cada actividad económica se rige por sus propios procesos productivos, su ciclo de negocio (determinado esencialmente por la demanda de su producto/servicio) y su susceptibilidad a factores externos. Por esta razón, resulta estéril estandarizar las tarifas por ubicación geográfica y consumo de electricidad; esto no distingue necesidades específicas y, por lo tanto, tiende a la ineficiencia.

Actualmente, el suministro de electricidad para grandes consumidores funciona dentro de un esquema liberalizado de oferta y demanda entre usuarios y comercializadores. El suministro calificado implica que las empresas tienen la capacidad de decidir quién les provee la electricidad y negociar directamente la forma de compra y la estructura de los precios contratados.

Hoy, cada vez más empresas son conscientes de que el consumo de energía eléctrica es un elemento clave para su competitividad y que la liberalización del mercado les permite tener un contrato “a la medida”, y dejar de fijarse en tarifas reguladas, que por definición no toman en cuenta sus características específicas.

La clave para las compañías radica en conocer a fondo sus procesos productivos para evaluar lo que realmente necesitan, de forma que puedan pedir al mercado un traje a la medida.

En esta nueva realidad, toda empresa debe tener un gestor de energía o energy manager. Esta figura (puede ser una persona, área o compañía externa) identifica los factores prioritarios en el uso de la electricidad y esquemas de funcionamiento idóneos para el negocio, que serán utilizados en la construcción de un contrato para la compra de la energía más competitiva en el momento requerido.

Por ejemplo, puede recomendar a una compañía instalar un sistema de generación local para reducir su consumo, como paneles solares o cogeneración. Incluso puede ir más allá y complementar con sistemas de almacenamiento que le permitan arbitrar entre su generación local y lo que toman de la red eléctrica, entre muchas opciones que ya existen en el mercado mexicano.

En conclusión, una administración eficiente del consumo eléctrico en las industrias abonará a su productividad y desarrollo, haciéndolas más competitivas y rentables.

 

Gerardo Cervantes
Tiene 15 años de experiencia en el sector energético, con especialidad en el ámbito de la electricidad. Actualmente, se desempeña como Energy Manager & Commercial Officer para Enel, al frente de la comercialización de energía y productos asociados en México y Centroamérica, incluyendo la negociación y ejecución de Contratos de Cobertura Eléctrica.

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