¿Cómo evitar pérdidas millonarias por falla de arco eléctrico?
El arco eléctrico es uno de los fenómenos más graves y peligrosos que puede presentarse en los sistemas de potencia. Dado que éste surge en cuestión de segundos, para un operador es prácticamente imposible ponerse a salvo.
La falla de arco es un cortocircuito que sucede entre conductores eléctricos, puede ser entre dos conductores vivos o entre uno vivo y tierra. Ésta ocurre a través de aire ionizado y se caracteriza por una explosión eléctrica debido a la velocidad, potencia, calor y presión del fenómeno.
Entre sus principales efectos están una luz intensa de radiación cegadora y quemante, temperaturas registradas de hasta 23 mil grados Fahrenheit, voltaje altamente peligroso, generación de aire caliente y vaporización de los componentes de cobre, lo que ocasiona un exceso de presión en el equipo, sonido potente y, por ende, explosiones acompañadas de gases tóxicos.
La expulsión de material incandescente puede provocar quemaduras graves, dependiendo de la distancia, voltaje corriente, duración del fenómeno y la protección con la que cuente el operador. Todo esto sin mencionar la generación de incendios y daños severos a los equipos y objetos aledaños.
Ante este suceso, las afectaciones para una empresa, en cuestión de pérdidas humanas y de mobiliario, llegan a ser tan grandes que la recuperación podría tomar años. En el caso de las plantas de manufactura, por ejemplo, los daños que un incendio provoca en las áreas de bodega y producto terminado tienen consecuencias monetarias considerables. Inclusive hay algunos casos en los que las plantas difícilmente pueden retomar a la operación y desaparecen del mercado.
La realidad nos muestra que la ausencia de un sistema de protección no implica un ahorro sino todo lo contrario. El objetivo primordial de una protección contra falla de arco es brindar máxima seguridad al personal, así como reducir el daño de las instalaciones al mínimo. Entre más veloz sea el tiempo de respuesta del sistema, menores serán las pérdidas que produzca la falla de arco, la reparación será más rápida y el periodo sin suministro de energía eléctrica también disminuirá.
Schneider Electric es pionero en la protección contra arco eléctrico, mediante el sistema de protección VAMP, ya que cuenta con cerca de 15 mil sistemas en funcionamiento y 300 mil sensores ópticos en servicio en empresas de electricidad, petróleo, minería y metalurgia. Para estas compañías, salvaguardar la continuidad del servicio y lograr aminorar los tiempos de interrupción ayuda a evitar pérdidas millonarias por fallas eléctricas; esto sin mencionar la reducción de la prima de riesgo que se debe pagar a las aseguradoras.
Esta tecnología de detección temprana disminuye significativamente el tiempo que le toma al relevador abrir el interruptor en respuesta a la falla, lo que reduce el riesgo y peligro de este fenómeno. Para que esto suceda, el sistema cuenta con sensores ópticos que miden la luz, a diferencia de la tecnología tradicional centrada en la corriente eléctrica. Así, la falla es detectada con prontitud para brindar una respuesta al problema en menor tiempo.
Al ser un sistema simple y eficiente que protege las barras de media tensión, y es aplicable en equipos de baja tensión, se convierte en una solución muy rentable, ya que puede ser instalada en aparatos existentes, por lo que no será necesario reemplazarlos para incrementar la seguridad de los mismos.
Enrique González Haas
Ingeniero Mecánico Electricista, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es Presidente y Director para Schneider Electric México y Centroamérica.