El éxito, imposible sin la familia
El trabajo del contratista implica asumir la responsabilidad de enfrentar retos permanentemente, pues la industria cambia y el trabajo se especializa. El ingeniero José de Jesús Torres, director General de Electrificación Aplicada, S.A. de C.V., tiene plena consciencia de ello y ha estado dispuesto a encararlos durante toda su carrera como mejor sabe hacerlo: con capacidad y fuerza.
Por Christopher García / Bruno Martínez, fotografía.
Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo fue su primer acercamiento a la industria?
José de Jesús Torres (JJT): Al salir de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, donde estudié Ingeniería Mecánica Eléctrica, me entrevisté con el ingeniero Manuel Anaya, de CFE, para trabajar en la División Sureste, en una línea llamada “Juchitán-Arriaga-Chiapas”, de 115 kV y 144 km. Al día siguiente de mi entrevista, el 7 de agosto del 1978, me trasladé hacia Chiapas para empezar a trabajar.
CE: ¿Cuánto tiempo lleva en el ramo?
JJT: Desde 1978 hasta el día de hoy. El 23 de junio de 2001, tomé la decisión de dedicarme a la construcción eléctrica, como iniciativa privada. Ese año, decidí renunciar a la Comisión Federal de Electricidad, con la intención de conformar una empresa propia. Un año después, se logró constituir Electrificación Aplicada, S.A. de C.V.
CE: ¿Cuál ha sido su experiencia en la industria?
JJT: La industria de la construcción eléctrica implica un compromiso muy grande con tu trabajo. Esta me ha dado grandes satisfacciones, pero también momentos de incertidumbre.
CE: ¿Cuáles son los mayores retos a los que se ha enfrentado?
JJT: Cada obra tiene una característica particular que te lleva a afrontar retos. Uno de ellos, en el 2005, fue iniciar los trabajos subterráneos con perforación horizontal dirigida para una línea de 69 kV. Fue un reto porque nunca habíamos trabajado con esta tecnología. Una vez que fue asignado el contrato, tomamos la decisión de adquirir una maquina con todo y su equipo complementario, incluyendo personal capacitado para operar este equipo.
Otro reto fue la conformación de mi equipo de trabajo que, gracias a la suma de esfuerzos y voluntades de las áreas administrativas, técnicas y operativas, en comunión con la dirección, hasta hoy hemos tenido éxito en todos los objetivos trazados. La vida del constructor está llena de logros. Uno de los mayores es haber permanecido vigente como una empresa fuerte y capaz a lo largo de todos estos años. En lo personal, mi familia. Nada habría sido posible sin su apoyo.
CE: ¿Qué experiencias ha obtenido al dirigir una compañía?
JJT: La experiencia de administrar los recursos humanos, materiales y económicos para que la empresa sea rentable. Ser un empresario abarca muchas áreas, no solo lo técnico, también lo administrativo.
CE: ¿Cómo combina el aspecto familiar con el laboral?
JJT: La construcción es un trabajo muy demandante, pero siempre debes darle importancia a lo fundamental, que es la familia. Por fortuna, cuento con la ayuda de mi hijo en la empresa. Juntos hacemos que las cosas funcionen mejor.
Creo que en las actvidades como contratista, lo que más se sacrifica es el tiempo de calidad que se debería pasar con la familia. Por tal motivo, aprovecho al ciento por ciento la convivencia que podemos tener juntos.
CE: ¿Aproximadamente cuántas obras ha realizado como contratista y cuál le genera mayor orgullo?
JJT: En el transcurso de todo este tiempo hemos llevado a cabo alrededor de 320 obras, entre las que se encuentran obras de baja y media tensión, líneas de 115 kV, 400 kV, 230 kV, aéreas y subterráneas, subestaciones y trabajos de alumbrado público.
Definitivamente, la obra que me genera mayor orgullo es la Subestación Guadalajara Industrial. La magnitud de esta obra trajo muchos retos y englobó varias áreas en la aplicación de la ingeniería civil y electromecánica.
CE: ¿Cuáles son los principales problemas que observa en la industria?
JJT: La actividad económica es fundamental para este sector, y en últimas fechas ha existido una gran falta de inyección de recursos para la obra de infraestructura por parte del Gobierno, que afecta directamente a la construcción.
CE: ¿Cómo considera que caminará el país en los próximos años?
JJT: Espero que la reforma energética sea un detonante para la modernización y la construcción en el ramo eléctrico de nuestro país.
CE: ¿Que deberían hacer los contratistas de obra electromecánica para impulsar la industria?
JJT: Los contratistas estamos obligados a trabajar siempre con el más alto nivel de calidad, manejar los avances tecnológicos a nuestro favor y a capacitar continuamente al personal.
CE: ¿Qué consejo le daría a la juventud que se embarca en el área de la electromecánica?
JJT: Que esta área siempre está en continua evolución de sus tecnologías y la preparación constante es fundamental para estar vigentes. Es un área con mucho futuro, porque va de la mano con el desarrollo económico del país y hay muchas oportunidades de trabajo.
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Guadalajara Industrial un coloso de potencia
En el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, se erige una de las subestaciones de potencia más impresionantes de Jalisco. Recién inaugurada, su grandeza no es meramente visual. Fue planeada para interconectarse con dos subestaciones adicionales mediante tendido aéreo para suministrar energía a distintas regiones de la capital jalisciense.
Para la organización adecuada del tendido subterráneo, se emplearon charolas metálicas dispuestas de manera casi artística.
Por Christopher García / Bruno Martínez, fotografías.
La ingeniería desarrollada por la empresa Electrificación Aplicada, a cargo del ingeniero José de Jesús Torres, para la construcción de la nueva Subestación de potencia Guadalajara Industrial destaca a simple vista por la limpieza de su desarrollo, el diseño y la instalación impecables, así como por su gran magnitud espacial.
En la zona Sur de la zona Metropolitana de Guadalajara, se llevó a cabo la construcción de esta subestación capaz de abastecer energía a ocho zonas cercanas al sitio mediante dos líneas aéreas de transmisión de 230 kV, montadas sobre postes troncocónicos de doble circuito. El tendido completo recorre una distancia total de 4.6 kilómetros para conformar un sistema en anillo con las subestaciones Guadalajara I y II en el mismo nivel de voltaje.
Apenas se ingresa en el lugar, un sitio de 60 hectáreas que alberga una obra pulcra de ingeniería eléctrica, avasalla la mirada la magnificencia con que cada parte de la instalación se llevó a cabo. La obra aloja una bahía de 230 kV, con barra principal y barra auxiliar. Cada línea cuenta con un interruptor de potencia, un interruptor para el transformador de potencia de 60 MVA y un interruptor de amarre de barras; todos ellos, asilados en gas SF6.
El transformador de potencia trifásico se instaló para servicio a la intemperie, con una capacidad de 60 MVA y tensiones nominales de 230/23 kV. Para la parte de alta tensión se empleó conexión delta y estrella, para baja tensión. El transformador cuenta con un cambiador automático de derivaciones bajo carga, libre de mantenimiento, que permite entregar una mejor regulación del voltaje a los usuarios.
Respecto de la seguridad y los posibles incidentes que pudieran suscitarse, el transformador está protegido con un sistema preciso contra incendios a base de ventiladores y agua tratada, que entran en funcionamiento si se presentara un evento de este tipo. El agua necesaria para el sistema contraincendio se encuentra disponible a unos metros del transformador en un tanque instalado con este único propósito. Los ventiladores se localizan en ambos lados del transformador y se mantienen activos para que funcione bajo las temperaturas adecuadas.
Un conjunto de ocho alimentadores en nivel de 23 kV desplaza la energía mediante tendido aéreo hacia la caseta de tablero metálico blindado, donde se instalaron ocho circuitos de distribución encargados de suministrar la energía; asimismo, se instaló un banco de capacitores de 3.6 MVA en el mismo nivel para corregir el factor de potencia. Cada circuito se encarga de abastecer un número idéntico de regiones: el fraccionamiento Chulavista, Hacienda Santa Fe; las vialidades Morelos, 8 de Julio y 1° de Mayo; El Tempisque, y la energía necesaria para el Autódromo de Guadalajara.
Para este propósito, cada circuitocuenta con una salida de distribución subterránea, con cable de potencia calibre 500 (XLP), que conforma un tendido de 3.8 kilómetros, y terminales de tipo exterior e interior. Estas salidas se emplearon para conectar el tablero metálico blindado con los circuitos aéreos. De estos circuitos, cinco pertenecen al Sector Reforma y tres al Sector Juárez que requirieron una construcción de 1.90 km de línea aérea. Por otro lado, se cuenta con transformadores de potencia y cuchillas para el transformador de servicios propios de la subestación.
En la caseta de tablero metálico blindado se localiza el tablero en media tensión con las ocho secciones de circuitos, en gabinetes que permiten un acceso sencillo para cualquier trabajo. La iluminación en la caseta la proporcionan lámparas tubulares localizadas a lo largo y ancho del cuarto, sin mencionar que cuenta con un sistema de iluminación de emergencia, en caso de ser necesario. En el mismo cuarto eléctrico, se ubica una sección de transformador y una para el banco de capacitores.
Debajo del cuarto eléctrico, se desarrolló un sótano adonde llegan los cables provenientes de los tableros de distribución y de donde parten hacia la línea aérea que distribuye a las regiones mencionadas. Para la organización adecuada de las líneas subterráneas, se emplearon charolas metálicas ubicadas de manera casi artística, sin interferir unas con otras y permitiendo que cualquier labor necesaria se realice con soltura. Desde los circuitos ubicados en la parte superior, descienden hacia el sótano y son derivados hacia los muros, de donde se conducen hacia los postes localizados en el exterior. Cada uno de los elementos metálicos cuenta con su respectiva puesta a tierra y conforma un lugar impecable en cuestiones de espacio, orden y distribución. Se incluyó la instalación de un cable de cobre, con forro de aislamiento XLP, de sección transversal 3/0 kcmil para neutro corrido para cada una de las ocho salidas de líneas de distribución.
A unos metros de la caseta del tablero blindado, se localiza la caseta de control y supervisión, la cual alberga tableros de control, protección y medición para la subestación, que se encargan de que todo el funcionamiento del sitio se lleve a cabo de manera adecuada. Este sitio no merece menor mención, pues se diseñó en apego a los requerimientos de espacio, orden y practicidad necesarios para su correcto desempeño. En este cuarto, también se encuentran los tableros de servicios propios para la iluminación y otros aspectos del lugar; los tableros de comunicaciones y el tablero de control automático para el transformador de potencia.
Desarrollo del proyecto
Llevar a cabo la totalidad de la obra requirió distintas etapas, entre diseño, obra civil e ingeniería. Al constituir lo más importante, la etapa de diseño eléctrico tomó alrededor de 14 meses, con los ajustes necesarios por parte de Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien se encarga de administrar el funcionamiento de la subestación.
En la parte de obra civil, fue necesario adecuar el terreno a las condiciones necesarias, pues el peso de los equipos y los trabajos que se realizaron precisaban un suelo firme y soporte suficiente para los elementos instalados. Además, la Comisión Nacional del Agua demandó la conservación de un riachuelo que cruza justo por el centro del desarrollo, lo que requirió que se tomaran medidas adicionales de adecuación. Electrificación Aplicada respetó el cauce del río y colocó una serie de muros que demarcan los límites de la obra, al igual que un puente que atraviesa por encima de la corriente para permitir que el agua fluya, sin necesidad de entubarla, y que los operadores en el sitio transiten libremente.
Para el trabajo de instalación de los equipos se necesitaron ocho meses de trabajo, con alrededor de 50 personas en labor diaria. Se realizó obra civil para los bancos de ductos, los cuales se instalaron por medio de barrenación direccional y excavación a cielo abierto. Las lluvias constantes fueron un factor que retrasó en distintas ocasiones la continuidad del trabajo y se necesitó una máquina de bombeo para extraer el agua acumulada en el terreno excavado.
A pesar de los obstáculos, una vez terminadas las labores, la obra fue revisada y aprobada por CFE para su entrada en funcionamiento. El espacio total, rodeado de campo yermo y terracería, ha funcionado a cabalidad desde su puesta en marcha. Por si fuera poco, la CFE tiene planeado instalar un transformador de potencia adicional, para el que Electrificación Aplicada ha dejado la mesa puesta. Sistemas de tierra, ductos para cableado, espacio para la colocación del nuevo transformador, así como la señalización para situar los tableros de distribución están dispuestos y listos para el montaje. Guadalajara Industrial sólo puede calificarse como un coloso de la ingeniería eléctrica.
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