Perspectivas de la construcción sustentable
Por Ing. Felipe Flores.
Como primer punto, hay que aclarar que la construcción sustentable no tiene que ver con el tamaño de la obra. Un edificio sustentable puede ser un rascacielos o una casa habitación. Lo cierto es que este tipo de construcciones se basan en dos puntos muy importantes: llevar a cabo un diseño eficiente desde un principio y un proceso constructivo y de operación con estricta observancia y respeto al medio ambiente y al cuidado de los recursos.
Ahora bien, es importante destacar que en México cada vez hay más desarrolladores que se están sumando a la construcción de edificaciones sustentables y hay organismos que los impulsan a seguir por este camino. Pero existe un problema: que no se han desarrollado esquemas de estímulos que permitan a los desarrolladores contar con los beneficios fiscales que se requieren para seguir impulsando este tipo de obras.
Por ejemplo, existe el gran problema del costo de la energía y los aumentos de precio constantes del agua. Un desarrollador de edificaciones puede diseñar la obra de tal modo que ahorre, digamos, 30 por ciento, en cualquier área. No obstante, a lo largo de un año se presentan aumentos en el costo de la energía, en el de suministro de agua, etcétera, de un 40 por ciento. Entonces, los ahorros que se habían previsto en un principio desaparecen tras un año de servicio.
Suele inclinarse demasiado la balanza hacia el aspecto del diseño. Pero lo cierto es que la ingeniería tiene un límite, y se llama política. Los desarrolladores de obras pueden incluir cualquier tipo de tecnología que aporte a la sustentabilidad, pero si no existe algún tipo de incentivo fiscal, digamos, en el impuesto sobre la renta para la compra de inmuebles, aumentar el nivel de deducciones en la compra de tecnología u otro tipo de estímulo, y si las tarifas siguen subiendo de este modo, los esquemas de sustentabilidad pierden sentido de negocio y se quedan en la responsabilidad social únicamente.
Es posible voltear la cara hacia otros países para observar los tipos de programas que han implementado, en los que se premian las construcciones que presentan ahorros, bajas emisiones o aprovechamiento consciente de los recursos. No significa que se tropicalicen los programas, sino que se evalúe verdaderamente cómo impulsar estos desarrollos y que los beneficios sean duraderos.
Todo esto se puede resumir en una palabra: compromiso. Cada eslabón debe asumir su compromiso con el trabajo que realiza. Un ejemplo muy simple, la madre o el padre de familia que se comprometa a ser un verdadero modelo de vida, quienes somos ciudadanos hagamos el compromiso de ser buenos ciudadanos, de igual modo, quienes se encargan de desarrollar obras que asuman el compromiso de llevar a cabo su trabajo de la mejor manera posible. Y los líderes deben de asumir el mismo compromiso; es decir, ser líderes de la mejor manera posible.
Que no existan los estímulos adecuados, no quiere decir que se deje de trabajar por conseguir ahorros o utilizar los recursos de forma adecuada. Al contrario, trabajar de la manera correcta es una forma de exigir que todos lo hagan también. El compromiso deben asumirlo todos: estudiantes, ingenieros, desarrolladores, gobiernos, periodistas, padres de familia… Todas las personas deben comprometerse con el trabajo que realizan.
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Ing. Felipe Flores
Ingeniero Civil por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es operador de rascacielos por la International Facility Management Association; vicepresidente de educación del Instituto Mexicano del Edificio Inteligente; representante de la Building Owners and Managers Association en México, así como director de Operaciones de Torre Mayor.