Columna

Impacto de la Reforma Energética en las empresas productivas

Por Felipe Lascurain.

Voy a hablar de un tema controvertido hoy en día, que es la Reforma Energética, en la cual habría que estar muy atentos a cuánto recibe hoy en día la nación por cada barril de petróleo vendido y cuánto recibirá una vez que se entregue nuestro patrimonio nacional a manos extranjeras.

Como consecuencia de estas reformas energéticas –de las que hay que tener cuidado–, vendrán a nuestro país a competir con las empresas nacionales empresas extranjeras que tienen cualidades totalmente diferentes. Esas empresas llegarán con capitales mucho más fuertes que las empresas mexicanas y, si seguimos con las tónicas de las obras públicas, la corrupción que las subyace no disminuirá, sino que aumentará en cantidades, dádivas y gratificaciones para llevarse los contratos. Las empresas extranjeras vendrán al país seguramente con técnicas mucho más depuradas que las nuestras, con muchos más años de experiencia que las nuestras, con más conocimiento del negocio y, lo más seguro, es que se suscitará un apabullamiento impresionante sobre las constructoras nacionales; prácticamente, su desaparición.

Por ello, hay que redoblar esfuerzos como integrantes de los sectores de la construcción y la electromecánica de este país para que podamos monitorear verdaderamente los resultados de dichas reformas; no con base en las utilidades de las empresas extranjeras, sino con base en los resultados con las empresas mexicanas.

Ahora bien, es de suma importancia preguntarnos, ¿quiénes son estas empresas? ¿Quiénes son sus socios? ¿Qué capitales de respaldo traen? ¿Qué experiencia tienen? Pues habría que recordar con tristeza y amargura la actuación de muchas empresas extranjeras que en nuestro país han llevado a cabo verdaderos fraudes a las empresas mexicanas que contrataron para la elaboración de los diferentes tramos de proyecto o los proyectos que realizaron. Así, recuerdo con gran tristeza el famoso Centro Alemán, el cual inició con una licitación que ganó una empresa española, la cual, amén de no haber pagado a los empresarios mexicanos, vendió sus derechos del resto de la obra a una empresa coreana que nunca pagó y que llevó a la quiebra a una gran cantidad de empresas, pequeñas y medianas, al no poder enfrentar las pérdidas que estos pillos internacionales les generaron.

Cuando veo venir estos negros nubarrones, me pregunto qué podemos hacer para mitigar los grandes males que nos van a aquejar como contratistas o como empresas dedicadas a la elaboración de obras de ingeniería. La respuesta es la misma que he venido advirtiendo en algunos números anteriores: el día en que esas corporaciones, esas compañías americanas, españolas, inglesas, francesas o de donde sea, pero que sean extranjeras y vengan aquí, si los nacionales fortalecemos a nuestras asociaciones y a nuestros colegios, podremos enfrentarlos, obligándolos, a través de contratos de obra que las asociaciones y los colegios deberían de revisar para defender a sus gremios y a sus asociados, y buscar proteger a los nacionales frente a la avaricia desmedida de las compañías internacionales. A final de cuentas, no sabemos quiénes son sus socios, de dónde vienen ni a dónde van, cuáles han sido sus prácticas, sus éticas ni sus morales.
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Felipe Lascurain.
delascurain.consultoreslegales@e-management.mx
Licenciado en Derecho, egresado de la Universidad Iberoamericana. A lo largo de su carrera, adquirió una amplia experiencia en la asesoría a empresas dedicadas al ramo financiero, seguros, inmobiliario y construcción, tanto en su planeación como en su parte corporativa y legal.

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