Hace casi 40 años nació SEPSA. De una compañía comercializadora de equipo eléctrico, ha pasado a ser un referente de la industria eléctrica. Una de sus divisiones más jóvenes es el segmento de fabricación. Con el empuje que caracteriza al licenciado Héctor Sánchez, director General de SEPSA, la empresa se abre paso con la suma de esfuerzos individuales para lograr un objetivo aún mayor. A decir de él, “lograr lo extraordinario” es el fin de todo trabajo en equipo
Por Christopher García / Bruno Martínez, fotografías
El éxito de una empresa suele medirse en relación con el crecimiento de su capital. Sin embargo, para Héctor Sánchez, director General de Sistemas Eléctricos de Potencia, S.A. de C.V. (SEPSA), el beneficio económico es una consecuencia, más que un fin en sí mismo. A su juicio, el esfuerzo continuo por lograr el beneficio colectivo, con base en el trabajo en equipo, es el verdadero objetivo empresarial.
Durante más de tres décadas, ha dado todo de sí para consolidar un grupo empresarial sólido que día a día se abre camino en el difícil mercado eléctrico. Desde comercialización y construcción, hasta consultoría y fabricación de material y equipo eléctrico, SEPSA basa su éxito en la calidad de su gente. Alineados en dirección a un objetivo compartido, los más de 100 empleados se identifican como familia y se esfuerzan por lograr mejores cosas cada día.
Constructor Eléctrico (CE): Háblenos de su formación académica.
Héctor Sánchez (HS): Nací en Reynosa, Tamaulipas, una bonita ciudad, donde terminé mi preparatoria. Más tarde me trasladé a Monterrey para instruirme en la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública. Tuve la posibilidad de estudiar una segunda carrera, Derecho, aunque no la concluí. En ese tiempo también se formó el Centro de Investigaciones de Ciencias Sociales, a través de la Facultad de Ciencias Políticas, con la corriente de exalumnos que tuvieron la fortuna de formarse en Francia. Yo participé durante dos años en el Centro de Investigaciones y tuve la fortuna de ser contratado por el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales para hacer investigación y trabajo de campo en diferentes estados de la República.
Al concluir mi preparación, tuve la fortuna de ser seleccionado para formar parte del sector público, en donde trabajé seis años para la Secretaría de Salud, en diferentes posiciones, y terminé como coordinador Regional, viendo los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y parte de Veracruz, en la parte de Administración.
CE: ¿Cómo nace SEPSA?
HS: Tuve la fortuna de ser invitado a formar una empresa en sociedad. Iniciamos con una pequeña compañía, que se llamó Equipos Eléctricos del Norte. Se fundó en 1984. Participamos dos personas con la intención de explorar nuevas oportunidades de negocio y, afortunadamente, nos fue muy bien. Cuando decidimos constituir la sociedad anónima, pusimos 10 opciones y la Secretaría de Relaciones Exteriores favoreció el nombre de Sistemas Eléctricos de Potencia, constituida a partir de 1987. Desde entonces iniciamos una carrera ascendente en el mercado eléctrico, particularmente en la comercialización de productos, materiales y equipos eléctricos.
Nuestro nicho era parte del sector minero y metalúrgico, a muy pequeña escala. A través del esfuerzo y del trabajo que caracteriza a la gente norteña, empezamos a construir una empresa más formal. Concretamos crecimientos importantes, hasta construir lo que hoy es el Grupo Empresarial SEPSA, a lo largo de casi 30 años, donde se conforman seis divisiones, con participación en el mercado del sur de EUA y en Centroamérica, con alianzas importantes con proveedores de primer nivel, clientes del sector industrial, como el automotriz, el minero, el cervecero, el metalúrgico; básicamente, la industria pesada.
Hace algunos años incursionamos en el sector público, con la Comisión Federal de Electricidad, la Comisión Nacional de Agua y los gobiernos de los estados, también con bastante éxito. Hoy somos una empresa que, habiendo iniciado con tres personas, cuenta con arriba de 100 empleados y tenemos un sector industrial donde producimos componentes y algunos equipos de nuestra propia firma.
CE: ¿Cómo surge el segmento de fabricación de SEPSA?
HS: Empezamos con requerimientos menores: accionamientos motrices, pequeñas innovaciones en algunos equipos, hasta hoy que ya tenemos un área industrial muy fuerte, con contratos nacionales con empresas como Ternium, en la parte de carpintería metálica, fabricación de gabinetes, consolas, púlpitos, e incursionando un poco en la parte digital y electrónica, con nuestros propios relevadores de protección y control, en sinergia con tecnólogos muy acreditados en México y participando con el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE), a través de investigadores que hoy tienen patentes en el nicho de innovación tecnológica, con el consecuente resultado de estar en un segmento del mercado exclusivo por ser tecnología ciento por ciento mexicana y proveedores exclusivos.
CE: ¿A qué ramos del sector eléctrico atiende con su oferta tecnológica?
HS: Logramos penetrar con la parte de los tecnólogos, proveyendo productos de muy alta calidad, particularmente apartarrayos tipo ALEA para protección de líneas de transmisión, con niveles de tensión de 230 y 400 mil volts. Nosotros éramos representantes del desarrollador de los varistores, que es la empresa Ohio Brass, del Grupo Hubbell Power. Esto nos llevó a que, haciendo alianzas con quien obtiene la patente, que es una empresa llamada Mappec, que está en Cuernavaca, nos convertimos en el suministrador de la materia prima para este desarrollo tecnológico en México, hoy punta de lanza en el mercado de las protecciones por descargas atmosféricas, con una tecnología que ha logrado abatir los costos entre 30 y 40 por ciento, en comparación con el producto convencional en el mercado.
CE: ¿Qué diferencia a SEPSA de otros fabricantes?
HS: El paradigma que ha caracterizado al grupo es su tremendo compromiso con el desarrollo del país y con la búsqueda de la satisfacción real, no teórica, de las necesidades de los clientes. Una de las cosas que me da mucho orgullo es que, aunque somos una empresa lucrativa que busca tener una rentabilidad, siempre lo hemos dejado como consecuencia de nuestro trabajo, no como objetivo primordial. Todo lo que hacemos, lo hacemos con pasión; lo que buscamos realizar lo hacemos como compromiso con nuestros clientes y con nuestra sociedad.
CE: ¿Ha habido algún desafío en la consolidación de la empresa?
HS: Siento que sí, porque han sido procesos de transformación, a veces, muy abruptos. Siempre que hemos emigrado hacia un segmento de negocio diferente, debido a que es un proceso, no un acto, nos lleva a preparar personal, recurso humano, mentalidad… retos que no son fáciles para consolidarte en un mercado competitivo, donde no estamos inventando nada, sino que son tecnologías que ya existen; sin embargo, cuando se hace con pasión, con espíritu de hacer las cosas con un estándar mejorado, el resultado ha sido obvio.
Ahora ya hay una aceptación y una preferencia de los clientes, la cual agradezco mucho, pues finalmente el que consolida las oportunidades de negocio y los retos que se suman es el cliente.
CE: ¿Se espera mayor competencia?
HS: Mucha. Un mercado que se abre después de más de 70 años de monopolización del sector energético, a través de actividades públicas del Estado, donde ha habido una inercia con muchas cosas muy positivas y benéficas para la sociedad, con una economía dinámica, si bien está muy ligada a la primera economía del mundo y que a través de muchos años ha sufrido crisis cíclicas, ofrecerá grandes oportunidades.
Me queda muy claro que no podemos esperar, como en otros tiempos, a reaccionar ante los cambios. Requerimos estar muy alerta, trabajar desde ahora para capacitarnos para los retos que vienen; hablamos de retos técnicos, de actitud, inversión y capacitación. De otro modo, probablemente cuando queramos actuar será tarde, porque vendrán empresas extranjeras a sustituir a aquellas incapaces de actuar en paralelo con los cambios.
CE: ¿Cuál es su definición de liderazgo?
HS: El liderazgo tiene que contribuir con cuatro ejes importantes. El primero es la capacidad de convocatoria, pues se trabaja con seres humanos. Si en ese trabajo llega a sentirse alineado con los intereses particulares de quienes conforman el grupo en una aceptación natural, franca y abierta, el resultado es obvio. Por otro lado está el conocimiento; un líder que no está aparejado con el conocimiento en su máxima expresión puede convertirse en una debilidad que destruya el liderazgo en el corto plazo. La preparación a nivel de conocimientos tiene que ser muy alta. El tercer eje es la psicología de la organización; es decir, qué tan capaz es de dirigir los intereses de un conglomerado a fin de lograr beneficios para el colectivo y que finalmente den ese trabajo adicional para lograr los retos y que se traduzcan en utilidades. El cuarto eje es convertirse realmente en ese líder dentro del manejo de las tareas objetivas de la administración de una empresa. Debe ser una persona muy pulcra y cuidadosa en entender cómo son las reglas del juego, cumplir con cada uno de los sectores en los que por naturaleza estamos obligados, pagar correctamente los impuestos y contribuir en el engrandecimiento de nuestra nación. Por otro lado, aceptar que el principal compromiso de un dirigente industrial es cumplir con los derechos de los trabajadores en cuanto a seguridad social, ingresos dignos para una vida decorosa y traer lo más innovador y lo más adecuado para el desarrollo integral de toda la compañía.
CE: ¿Cuál ha sido su mayor aporte para la consolidación de la empresa?
HS: Sentirme útil todos los días. Saber y ser consciente de que todos los días podemos aportar algo nuevo. La reactivación energética cotidiana es saber que tienes compañeros de trabajo en espera de ideas nuevas para engrandecer lo que tienes. Una de las preocupaciones es contar con el vigor, la entereza y las ganas de seguirse preparando cotidianamente, porque en la medida en que tengamos esos conocimientos es como realmente seremos útiles y aportaremos a la empresa.
CE: ¿Hay que hacer sacrificios para lograr dichos objetivos?
HS: Cuando un trabajo te apasiona y le dedicas una gran parte de tu tiempo diario, no hablaría de sacrificios, porque se convierte intrínsecamente en algo que te place. Hay momentos difíciles, tengo que reconocerlo, pero es parte del desarrollo de un negocio, es parte de un proceso. A la vez nos dan entereza y nos permiten tener la capacidad de sortear los malos momentos, porque siempre tenemos a la mano opciones y soluciones que pueden solventar las problemáticas más apremiantes. Para eso se forman los equipos y el trabajo en equipo.
CE: ¿Qué diferencia a una empresa exitosa de las que no lo son?
HS: Independientemente de las firmas o del concepto de éxito, el motor de cualquier organización es su gente. Si el corazón y el cerebro de una organización están en su gente, la manera en que este recurso humano hace las cosas es como se diferencia realmente una empresa exitosa. Una analogía de cómo el ser humano genera pertenencia se puede ver en el deporte. No se trata sólo de una actividad de esparcimiento y diversión, sino que incluso le cuesta a la afición e invierte para sentirse parte de algo; por ejemplo, los estadios de futbol llenos de aficionados, cómo se porta una camiseta; cuando se anota un gol cómo la gente levanta la playera y la señala con ese sentimiento de posesión; cómo la afición compra los suvenires, le dedica tiempo. Para mí, esto representa un ejemplo de identidad y pertenencia, y es uno de los retos que tenemos como empresa: lograr que entre nuestros recursos humanos se dé esa identidad y ese sentido de pertenencia.
CE: ¿Cómo define a SEPSA?
HS: Una familia. Siempre me he jactado de que SEPSA no tiene trabajadores, tiene compañeros alineados con un mismo propósito, donde trabajamos todos, codo a codo, para lograr el propósito y el objetivo conjunto. Entendemos que hay jerarquías y que hay responsabilidades, puestos y perfiles, porque es parte de la organización. Pero desde el servicio de limpieza, hasta los directivos estamos conscientes de que somos un equipo de trabajo.
Alguien me preguntaba cómo defino el equipo de trabajo. Hay cientos de conceptos y teorías al respecto, pero lo resumo en hacer algo extraordinario. Si no hacemos algo extraordinario, el equipo de trabajo perdería su razón de ser. Hay grandes personalidades que han sido extraordinarias por sí solas, como Martin Luther King, la madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi; en la parte científica, Stephen Hawking, Albert Einstein, con quienes, de hecho, trabajar en equipo sería entorpecer sus mentes brillantes. La gente ordinaria, común, nos unimos y formamos equipos para sustituir esa falta de creatividad, de ingenio, de razonamiento. Ese equipo, con la convergencia de ideas, logra cosas extraordinarias.
CE: ¿Qué viene para SEPSA en el corto plazo?
HS: Las oportunidades de cambio permiten cambios también estructurales y de adaptación en nuestras empresas. Me siento con una familia joven, y en una familia, hacer sentir la posibilidad de éxito es crecer. Con los retos que vienen, el enfoque nos debe permitir seguir teniendo esa madurez y ese crecimiento. No descartaría seguir explorando nuevos mercados y, como grupo empresarial, ir integrando más empresas para beneficio de la colectividad, porque siempre que crecemos hay oportunidades de madurar y de crecer para los que vienen en el equipo de trabajo.
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