Sumar y aportar, su visión
El maestro Javier Omar ha acumulado la experiencia académica y técnica indispensables para hacerse de galardones y reconocimientos. Su trayectoria también es una reflexión constante, y ha establecido como mantra el sumar y aportar. Éste es un vistazo a la biografía de un ingeniero con pasión.
En la secundaria me sentí cautivado por la materia de electricidad.
Por Antonio Nieto.
En las oficinas de SEI Grupo Constructor –que aún guardan reminiscencias de la modesta oficina que una tabla y un solo teléfono componían–, el maestro Javier Omar se muestra afable y muy solícito con las preguntas. Y antes de cualquier otro asunto, deviene el flash back para contar su historia.
La parte gremial es importante porque todos debemos sumar.
Constructor Eléctrico (CE): ¿Cómo llegó al sector de la construcción eléctrica?
Javier Omar González Hurtado (JG): Yo inicio mis estudios en una secundaria técnica, donde tomé el laboratorio de electricidad. Ahí me sentí cautivado por esta materia. Posteriormente, estudio la preparatoria. Yo ya tenía claro que iba a estudiar ingeniería mecánica eléctrica.
CE: ¿Cómo fue la creación de SEI Grupo Constructor?
JG: Comienzo en un taller dedicado a la construcción de obras eléctricas, a dibujar en tiempos de vacaciones. Después, me incorporo en otras empresas para hacer mis prácticas profesionales, a hacer planos de obras eléctricas y a realizar proyectos. Una vez terminada la universidad sigo laborando en empresas de este ramo. Después de dibujar, empiezo a ser residente de obra y, luego de ser residente, me convierto en una especie de superintendente de las obras de una de las empresas.
En la última que trabajé, nos dedicábamos a hacer líneas de alta tensión de distribución para electrificar rancherías o poblados, cuando la electrificación rural en México estaba con todo, hace 22 años. Al tiempo, con la persona con la cual estaba trabajando, solicité mejores condiciones laborales y económicas. Me las negaron. Esto me impulsa a crear mi propia empresa. Comienzo con una tabla de cimbraplay recargada en un muro con un polín deteniéndola, como mesa, y un teléfono.
Inicié con toda la intensión de ser ya contratista. Me di cuenta de que no es tan fácil. Las obras por sí solas no llegan. Me doy cuenta de esta situación porque volteaba y revisaba el teléfono, lo descolgaba para ver si funcionaba. Yo estaba esperando que me hablaran para construir. Empiezo a buscar trabajos de distribución, que era lo que yo más dominaba, y se empiezan a dar algunos. El presupuesto de mi primera obra ni siquiera tenía hojas membretadas. Amplié una tarjeta que mandé hacer en serigrafía para que fuera el membrete. Mi primer presupuesto lo hice en una máquina de escribir.
Nací como Sistemas Eléctricos Integrales, pues yo inicio como Javier Omar González Hurtado en Hacienda, como persona física. Me manifestaba como Sistemas Eléctricos Integrales, pero cuando hablaban yo contestaba –no tenía asistente ni nada– como SEI. De ahí viene la trasformación directa de Sistemas Eléctricos Integrales a SEI Grupo Constructor.
CE: ¿Cómo es el día a día como contratista, cómo te desempeñas?
JG: Hay una parte conceptual de arranque del día: Hoy es el mejor día de mi vida. Tengo que arrancar siempre con esa encomienda.
Iniciamos en la empresa a las ocho de la mañana. Me gusta, el 99 por ciento de las ocasiones, estar aquí al arranque del día porque son las horas cruciales del ir y el devenir del día. Hacemos un programa semanal de las obras.
CE: ¿Cuál consideras que ha sido una de tus obras más importantes?
JG: Nos tocó hacer el comité encargado de las obras de infraestructura educativa, se llamaba CAPCE (Comité Administrador del Programa Constructor de Escuelas), ahora CAPECE. Hace 20 años coincidí ahí con una necesidad de ellos de realizar 64 subestaciones repartidas en todo el Estado porque tenían el programa muy atrasado, y gané el concurso. Ése fue un detonante muy importante.
Todas las obras son importantes. Hemos trabajado mucho con el Gobierno del Estado, por ejemplo, el edificio que tiene ahora la Secretaría de Administración prácticamente nosotros lo hicimos todo.
CE: ¿Cómo incluyes, como ingeniero, la parte de administración para la dirección de la empresa?
JG: Es complicado. Yo estudié ingeniería mecánica eléctrica, hoy por hoy la diversificación y la comercialización del mercado ya te ofrece ingenieros en administración de proyectos, ingenieros en sistemas. Para un ingeniero es complicado jugar a ser el empresario y más cuando vienes de no tener conocimientos de esa naturaleza.
Cuando sales de ingeniería, eres técnico. En la preparatoria, tuve una experiencia que, dentro de mi estrategia para ser un ingeniero mecánico eléctrico, me funcionó: estuve en el área de humanidades y me fui a la de administración. Ahí hicimos ejercicios de planeación de empresas, una especie de juego.
Me he ido preparando con cursos de capacitación administrativa; de hecho, tengo un diplomado en línea por Harvard en Dirección Empresarial. He tomado cursos de habilidades gerenciales en distintos momentos e institutos.
Además cuento con una maestría en Electricidad, por parte de la Universidad de Guadalajara; cuento con el galardón de Profesionista del Año; un certificado de Constructor Confiable, por parte de la CFE; soy perito en instalaciones eléctricas por el Colegio de Ingenieros Mecánicos Electricistas; verificador de instalaciones eléctricas, aprobado por la Sener, y vicepresidente de la Asociación de Constructores de Obras Eléctricas de Occidente, AC.
CE: Como verificador, ¿te sientes más comprometido con tus obras?
JG: El compromiso con las obras siempre está, la manera de desarrollarlas mejoró. Cuando eres verificador, te das cuenta de los errores, pues los has aprendido como te han venido enseñando o te acostumbraste a hacerlos porque es una repetición. El ser verificador te permite hacer obras de mejor calidad.
CE: ¿Por qué decidiste ser verificador?
JG: Mi actividad preponderante es ser constructor, a mí me gusta la construcción de corazón. Tenía muchos problemas con los verificadores. Les hablabas para solicitarles una verificación y te daban plazos de hasta un mes para atenderte, y tu traes urgencia. Si no tienes un dictamen de una unidad de verificación para hacer un contrato con CFE, simple y llanamente no lo haces, y si no haces el contrato y no tienes luz, el cliente no te paga, es una cadena. Entonces platicándolo con un grupo de amigos, que también se dedican a la construcción, dijimos: por qué no hacernos verificadores, pues tenemos todos los atributos, los requisitos, experiencia, cumplimos todos los requisitos, damos el perfil. Estudiamos como por año y medio la norma. Hicimos el examen y lo pasamos. Ésa fue la motivación: no tener respuesta de los verificadores. Cuando yo empecé el proceso de verificadores éramos 11, en Jalisco, hoy somos 23.
CE: ¿Quiénes han sido tus maestros?
JG: Yo he trabajado con familiares que han tenido empresas, uno de ellos es el ingeniero Francisco Hurtado. Su principal característica ha sido ser extremadamente consistente, meticuloso y ordenado para la construcción, aunque no tengas, por decir, el criterio más acertado, siempre te sacará adelante. Es como si estuvieras haciendo un dibujo con una regla “T” chueca: si todo el dibujo lo haces con esa regla, se va a ajustar. Otra condición que es fundamental en la construcción es que, nosotros, como constructores, recibimos cantidades importantes de dinero, y hay que entender y comprender que no es de uno; que hay que aplicarlo para una obra. Lamentablemente, el que no entiende esa situación no lo emplea para la obra y se compra camionetas y carros. Eso al final de una obra siempre te va a perjudicar. Si desde el inicio tienes bien tu recurso económico, siempre tendrás una obra terminada en tiempo.
CE: ¿Qué aportes o características como constructor te da una asociación?
JG: Son muchas ventajas el estar en un sector organizado. La parte gremial es importante porque todos debemos de sumar y aportar.
Lo importante de pertenecer a una asociación es comprender el carácter que lleva. En este caso, la Asociación de Constructores es una agrupación de empresarios, y busca, como tal, fortalecer al empresario. Por ejemplo, dentro de la Asociación tenemos gente técnicamente bien capacitada, pero sus bases empresariales no están desarrolladas porque, como ingenieros mecánicos eléctricos, la mayoría que nos decidimos a ser constructores no sabemos de administración. Una asociación sirve para eso, para irte profesionalizando y para ser mejor dentro del sector.
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Nave industrial Gaviotas
Una obra diferente, así es la electrificación que llevó a cabo SEI Grupo Constructor. En su interior se desarrollan trabajos que exigen seguridad y continuidad de energía. Su ejecución, en manos de una ingeniería galardonada.
La ciudad de Guadalajara, Jalisco, ha visto un crecimiento económico sostenido. Es la segunda ciudad más grande de México y cuenta con una industria metal mecánica próspera.
Respecto de esta última, una empresa en particular ha creado un novedoso y singular proyecto. Por su grado de importancia y delicadez, su electrificación estuvo en manos con experiencia y la más alta calidad de ingeniería.
La compañía fabrica refacciones para maquinaria de construcción, pero específicamente para equipo minero. Una de sus áreas más fuertes de trabajo es la reparación de este último, el cual es retirado de las galerías y desarmado para hacer llegar a esta planta los chasises de las máquinas para reconstruirlos.
Con su infraestructura, tiene la capacidad de reproducir partes a través de muestras o de dibujos, e implica un trabajo arduo en tiempos de entrega, pues no sólo la industria minera depende de su labor, también algunas áreas del sector alimentario.
En la zona limítrofe del área conurbada, un par de naves industriales se alzan con una apariencia ordinaria; sin embargo, en el interior las máquinas, plantas para soldar y tornos configuran un espacio de trabajo particular. Cuando acontecen días de intensa actividad, este patio estaría lleno de ruido, chispazos y muchos armatostes de acero.
Decir que la electricidad es elemental es un lugar común que aquí debe ser repensado. Los detalles de esta obra eléctrica elaborada por SEI Grupo Constructor, SA de CV –con un amplio número de reconocimientos que acreditan su alta ingeniería– arrojan una idea de lo antedicho.
Descripción técnica
La acometida se compone de una transición aéreo-subterránea en línea existente de cable de aluminio semiaislado cal. 1/0, con voltaje de operación de 23 kVA, trifásica, sobreposte de concreto de 13 metros de altura y 600 kg de resistencia a la tracción, según normas de la Comisión Federal de Electricidad, existente, y para la acometida subterránea, se utilizó cable de aluminio tipo XLP cal. 1/0 AWG, siguiendo su trayectoria por registros existentes hasta llegar a la subestación, a una distancia de 15 m de la acometida principal hasta la subestación tipo poste.
La subestación eléctrica es de tipo poste trifásico a tensión plena de 75 kVA, 23000/220- 127v, según se indica en el plano de diagrama unifilar general y subestación eléctrica.
El alcance del sistema eléctrico integral para el suministro de energía y servicios a la nave industrial, tableros para área de soldadoras, con tres tipos de contactos: 220v 3p-4h en 125 A; contactos 220v 3p-4h en 50 A; contactos 220v 3p-4h en 20 A.
Además, tableros para área de tornos, con contactos 220v 3p-4h en 50 A; contactos 220v 3p-4h en 30 A; contactos 220v 3p-4h en 20 A; y un tablero para contactos de servicio, con contactos 127v 2p-3h en 15 A; centro de carga para alumbrado de la nave y oficinas generales.
Hay un transformador de potencia normalizada inmediata superior que es de 75 kVA, para una ampliación posterior. El transformador es tipo poste con relación de transformación de 23,000/220- 127v trifásico, conexión primario en delta y secundario en estrella con neutro accesible y conectado a tierra.
Los dispositivos de protección consisten en apartarrayos de óxido de zinc, tipo distribución, clase 21 kV. Cortacircuitos fusibles monopolares de clase de 25 kVA, y con eslabón fusible de capacidad de corriente nominal de 3.0 A para el punto de desconexión de CFE y de 2 A para la subestación de la nave.
Para la selección de protección en baja tensión, se calculó el valor adecuado de la protección, de acuerdo con el artículo 240 de “Protección contra sobrecorriente”, de la NOM-001-SEDE-2005, específicamente el punto 240.-100, y 220.-10 inciso A.
Para la selección se tomó en cuenta la corriente nominal del secundario del transformador. El interruptor principal instalado es de 200 A. El tipo de interruptor seleccionado es termomagnético, de 3 x 200 A.
El alimentador principal ha sido calculado como lo indica el artículo 430-24, como alimentador que conduce el total de la corriente del secundario requerido.
El conductor es de calibre 3/0 AWG por fase; y para neutro, un conductor cal. 1/0, por ser la carga principalmente trifásica, más un conductor desnudo calibre 2 AWG para tierra.
Se ha seleccionado un alimentador formado por un conductor activo monopolar de calibre 3/0 AWG para fases y neutro; además de un conductor de cobre desnudo cal. 2 AWG para tierra física, canalizados a través de un tubo galvanizado con rosca de 51 mm de diámetro, desde transformador tipo poste de 75 kVA hasta la base de medición de siete terminales, y desde la base de medición hasta el interruptor principal.
Además de haber llevado a cabo la obra, SEI Grupo Constructor también elaboró el proyecto. Ambos fueron realizados con elevados estándares, pues la empresa tenía una especie de doble responsabilidad: al ser también Unidad de Verificación, la instalación se gestó con una concepción diferente. Y así es esta obra eléctrica.
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